Miami. - Los dos primeros años en los que el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris han estado al frente de la Casa Blanca, en opinión de analistas, tienen poco que presumir. Las estadísticas ilustran: 20 meses consecutivos con el índice de precios al consumidor igual o superior al 5%, 21 meses consecutivos con salarios reales negativos y con los precios al productor por encima del 6%, la persistente inflación, las agresivas subidas a las tasas de interés; y un caos migratorio, avalado por más de 5,3 millones de cruces fronterizos ilegales. (Sin contar los documentos clasificados descubiertos en posesión del Presidente de los años en que se desempeñaba como vicepresidente de Barack Obama).
En medio de esta realidad, las fuerzas parecen centrarse en presuntas políticas medioambientales y ejercer presión sobre el polémico tema del aborto. Biden, y Harris, prometieron luchar por legalizar el aborto cuando se cumplen 50 años del fallo Roe vs. Wade de la Suprema Corte que lo garantizó hasta su revocación meses atrás.
La vicepresidenta, Kamala Harris, durante un discurso en Florida, al referirse a los legisladores republicanos dijo: “¿Cómo se atreven?, Luego fustigó "las leyes concebidas por extremistas en algunos estados, incluyendo a Florida", para restringir la interrupción voluntaria del embarazo. En el estado del Sol se prohíbe el aborto después de las 15 semanas de gestación.
El acto donde la vicepresidenta pronunció el discurso se celebró ante unos 1.200 simpatizantes en “The Moon”, una sala de conciertos a la sombra del Capitolio de Florida.
La visita se produce luego de duras críticas del gobernador de Florida Ron DeSantis a la administración Biden.
El discurso de Harris de 18 minutos de duración no mencionó al gobernador DeSantis por su nombre. Estuvo acompañada de Alexis McGill Johnson, presidenta de Planned Parenthood, una organización que promueve el aborto.
La Casa Blanca prometió proteger el acceso a las pastillas a base de mifepristona, que permiten interrumpir el embarazo en las primeras semanas.
Entretanto el Partido Republicano de Florida, a través de un comunicado aseveró: "Los demócratas están orgullosos alentando las políticas inhumanas para permitir abortos sin restricciones, incluido el infanticidio. Eso es todo lo que cualquier persona necesita saber".
De igual manera hicieron énfasis en las posiciones de la “extrema izquierda” y denunciaron que “Harris está "mirando" cómo usar el dinero de los impuestos federales para proporcionar boletos de viaje para abortos.
El aborto no fue el único tema escabroso, DeSantis, bloqueó este mes un curso de secundaria sobre asuntos afroamericanos alegando que infringía una ley aprobada el año pasado.
"Queremos educación, no adoctrinamiento. Si alguien cae en el adoctrinamiento, vamos a rechazarlo", declaró DeSantis hoy, en Jacksonville, en el noreste de Florida. La educación ha sido prioridad para el gobernador, tras promover en 2022 leyes que acotan la forma en que los profesores pueden abordar asuntos como la raza o la identidad de género en clase. Uno de esos textos prohíbe, por ejemplo, que se enseñen en las escuelas y en las formaciones de empresas contenidos que lleven a una persona a "sentirse culpable o angustiada" por acciones "cometidas en el pasado por otros miembros de su misma raza, color, sexo u origen nacional".
El rechazo del curso suscitó numerosas críticas de la oposición demócrata.
Harris, también abordó la polémica el domingo durante su viaje a Florida. "Quien prohíba la enseñanza de la historia estadounidense no tiene derecho a forjar el futuro de Estados Unidos", dijo en una clara alusión a esa postura del goberndor DeSantis.
La enseñanza de la historia afroamericana es obligatoria en Florida, y el curso rechazado iba destinado a los alumnos de secundaria que quisieran profundizar sus conocimientos sobre este asunto.
Una de las lecciones era sobre la teoría "queer", un término que define a personas que no son heterosexuales o cisgénero. "¿Quién diría que una parte importante de la historia afroamericana es la teoría queer? Eso es alguien imponiendo su agenda a nuestros niños", declaró.
La popularidad del gobernador De Santis, de 44 años, sigue en aumento a nivel nacional y es considerado por muchos como un posible candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca en 2024.
Por otro lado la eficacia de Harris e su desempeño es duramente criticada, basado en los resultados visibles de su gestión.
El ambiente politico comienza a caldearse y este, bien pudiera ser, solamente el principio.