sábado 26  de  octubre 2024
restaurante

El arte de traer tradiciones y sabores como parte del equipaje de inmigrante

El restaurante DiCrespo, que logró sobreponerse a los embates de la pandemia, ofrece una fusión de las cocina venezolana y argentina con un menú para complacer a toda la familia
Por ELKIS BEJARANO DELGADO

MIAMI. - Claudio Leiros creció entre las cocinas y los salones de los restaurantes de carne que tenía su familia en Venezuela. Los cortes, los aromas, los condimentos para cada platillo, los acompañantes de un menú son conocimientos que guarda en su memoria, por lo que al migrar a los Estados Unidos no fue difícil tomar la decisión de seguir con la tradición de locales de venta de comida. Aunque se graduó en la universidad como Licenciado en Computación, Claudio está más cómodo entre fogones y comensales donde pone todo lo aprendido para esforzarse en convertir su restaurante DiCrespo, en una referencia en el sur de Miami-Dade.

Durante su conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS Leiros hacía varias cosas a la vez. Sacaba cuentas en la caja registradora, verificaba en la computadora los pedidos ‘online’, buscaba una silla de bebé para una familia que ingresaba al local, preparaba una tizana y saludaba con una gran sonrisa a los clientes. Sin ninguna queja atendía varias áreas del restaurante mientras los empleados llegaban para comenzar su jornada matutina de un viernes, en el que la buena comida se combina con música en vivo para ofrecer un agradable ambiente familiar.

“Cuando adquirimos DiCrespo tratamos de respetar el menú original porque había que cuidar la clientela, y poco a poco fuimos introduciendo platillos para ampliar nuestra oferta. Buscamos ser un restaurante para toda la familia, porque el que tiene niños sabe que a veces no hay lo que a ellos les gusta y eso puede ser un problema. Así que tenemos un menú muy amplio donde se combina lo que ya estaba en la carta con las nuevas propuestas, y además los platos adaptados para los más pequeños”.

Para Leiros ha sido un reto esta empresa en Miami. “Es totalmente diferente que en Venezuela. Allá tú abres un restaurante y los primeros tres años la gente asiste, va a conocerlo. Después es que se sabe si es bueno y si tiene una buena acogida en el público. Pero aquí es al revés. Durante los primeros tres años hay que darse a conocer, promocionarse y crear una clientela que prefiera tus platillos. Y cuando teníamos dos años trabajando duro para lograr mantener a los clientes y atraer a más público, llegó la pandemia, y tuvimos que cerrar por más de un mes”.

Asegura que no despidió a ninguno de los empleados, y gracias a los préstamos que recibió, pudo pagar las deudas, y cumplir con la nómina. “Cuando permitieron abrir para vender comida para llevar les dije a mis empleados que quien quisiera venir a laborar lo podía hacer y que aquí tendrían su trabajo. Cada uno estaba en el derecho de decidir si volvían a trabajar o quedarse en casa por temor al virus. Arrancamos cuando lo permitieron, pero al poco tiempo cuando estábamos agarrando otra vez vuelo, nos volvieron a cerrar”.

A su juicio el sector de los restaurantes ha sido uno de los más afectados con los cierres y las exigencias ante la pandemia. “Era como si nosotros fuésemos los culpables de la propagación del virus. La gente se puede contagiar en el supermercado, en el gimnasio, en cualquier parte. Ahora nos estamos recuperando un poco, pero no todo el tiempo es igual. Hemos tenido que hacer mucha promoción y reinventarnos para atraer a los comensales”.

Orgulloso de su menú

La carta del restaurant DiCrespo es amplia. Su oferta principal es que todo es “hecho en casa, todo se preprara en sus cocinas. Para este amplio menú Leiros afirma contar con muy buenos chefs que han mantenido la calidad de las recetas originales y han sabido captar la esencia de los nuevos platos para luego replicarlos a la perfección.

“Tenemos los platillos típicos de Argentina, pero hemos agregado otros cortes y otras preparaciones que se comen en los restaurantes de Venezuela. Además de las carnes, vendemos mariscos, y ofrecemos hamburguesas y sándwiches si alguien los pide. Trabajamos con productos de alta calidad, por lo que es difícil decir que hay un plato que sea la estrella. Tenemos la Parrilla para una o dos personas, el Filet Mignon, el Tom-a-hawk, el Asado de Tira, todos son deliciosos” asegura orgulloso.

Leiros no cesa de añadir nuevas ofertas a su menú. Comenta que cuando tiene una idea, la prepara, la explica a los chefs y la prueba con amigos y clientes frecuentes. Ellos son los que determinan si el platillo se ofrece a la venta o se busca otra alternativa. Ahora, está probando un arroz con mariscos, pero no lo tiene aún en el menú, aunque ya varios clientes se lo piden con anticipación para degustarlo al llegar al local.

Migración por los hijos

Para Leiros migrar a los Estados Unidos fue una decisión familiar. El último día de unas vacaciones en Miami, su hijo con apenas 5 años, llorando le dijo que no quería regresar a Venezuela con el argumento de que aquí se podía estar de noche en la calle sin ningún peligro y en los supermercados se compraba lo que se quisiera sin hacer cola. “Eso fue un puñal en mi corazón. Que mi hijo de 5 años me dijera eso, fue razón suficiente para buscar venirnos y ofrecerle a él y a su hermana una vida diferente”.

Tras tres años de papeleo, la familia Leiros llegó a Miami para comenzar una aventura que transcurre entre su residencia en Doral y el sitio donde está ubicado este rincón con sabores que deleitan paladares llamado DiCrespo. http://www.dicresposteakhouse.com.

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