sábado 23  de  marzo 2024
FLORIDA

“El partidismo y el dinero hacen daño a Tallahassee”

José Javier Rodríguez, representante estatal demócrata por el distrito 112, podría ser beneficiado por el rediseño de los distritos electorales y busca ahora un asiento en el Senado de Florida

El representante estatal por el Partido Demócrata, José Javier Rodríguez, quien busca llegar al Senado de la Florida por el recién creado distrito 37, cree que la estrategia de aislar al Gobierno cubano no funcionó y por eso “había que ensayar algo nuevo”. Pero advierte que podría haber un peligro: “Crear una economía abierta, en medio de  un sistema político cerrado”.

El temor que tiene es que esta y otras administraciones no pongan “la atención debida” en desarrollar un intercambio con Cuba para lograr mayor libertad en todo sentido, y no para terminar como China o Rusia, “países que siguen siendo totalitarios”.

Piensa que los pequeños empresarios, agricultores y negocios de la isla deben ser un factor de poder político para que, al final, “no se forme una oligarquía de los generales que controlan todo”. Por eso guarda prudencia y no quiere celebrar, antes de ver el fruto de las nuevas relaciones.

“Espero que el viaje del presidente Barack Obama no dé legitimidad al régimen castrista,  sino que sea un acicate para impulsar cambios. Hasta ahora no sabemos”, apunta Rodríguez.   

No es fácil

En 2012 llegó al congreso estatal del Estado del Sol. En ese entonces derrotó a Alex Díaz de la Portilla, y ahora, cuatro años después, se vuelve a enfrentar a otro miembro de la familia, al senador republicano Miguel Díaz de La Portilla.

Durante estos años ha enfrentado temas difíciles. Considera al respecto que hay dos tipos de proyectos: los que se logran desarrollar con un arduo trabajo, como la ley de violencia doméstica, y los que tienen de por medio intereses muy poderosos.

Dentro de estos últimos está el tema de la empresa de energía Florida Power & Light  (FPL). “Los millones de dólares que donan a (a las campañas de) los legisladores o a los aspirantes tienen una influencia que se puede sentir. Da rabia (que surjan) tantas medidas anticonsumidores, que salen de Tallahassee, como resultado del cabildeo y de la presión”, enfatiza Rodríguez, quien también vio cómo no llegó a ninguna parte su propuesta de darles licencias de manejo a los inmigrantes indocumentados.

Sin embargo, Rodríguez es optimista en el tema del medio ambiente. Pone el ejemplo de la planta termonuclear de Crystal River en Tampa, “donde hubo muchos problemas antes de que los representantes y senadores estatales, en representación de esa ciudad, empezaran a cambiar. Lo mismo pasará en Miami con la planta nuclear de Turkey Point”, indicó.

Porque, según él, dicha planta está “poniendo en peligro nuestra agua potable y el medio ambiente. Y el problema se empeora con los efectos del incremento en los niveles del mar. Va a ser muy costoso para nosotros seguir viviendo en Miami”, advirtió. Pero aclaró que ya hay varios de sus colegas legisladores que quieren colaborar en la pelea contra FPL, en medio de un serio problema que está generando que “la comunidad motive a los legisladores para que enfrenten a las empresas de servicios”.

Los congresistas

Los límites del distrito por el que aspira Rodríguez al Senado estatal pasan por el que ha representado durante cuatro años. El rediseño que ordenó la corte, en un largo pleito, para redistribuir mejor las fuerzas políticas en los distritos electorales, convierte al 37 en un área muy competitiva.

El hoy representante estatal tiene la esperanza de que ese distrito, que quiere representar en el senado estatal, vote por un demócrata. De todas maneras, la cámara alta ha demostrado ser más liberal y un contrapeso al radicalismo conservador de la cámara baja.

“Lo triste es que cada año el partidismo y la influencia del dinero, y la jerarquía política en la Cámara, tienen más peso y se parece más a Washington”, puntualizó. “El Senado es más moderado, más pequeño y es más difícil que el liderazgo tenga tanto poder. Además, el periodo es más largo. Los cuarenta senadores van este año a elección, en distritos nuevos”, subrayó.

Fue precisamente en el Senado estatal donde todas las propuestas antiinmigrantes sucumbieron, al igual que la posibilidad de portar armas, de manera visible, en las universidades públicas.

Rodríguez sabe que hay mucho por hacer. Como vicepresidente del bloque de senadores y representantes estatales, demócratas y republicanos, que representan al Condado Miami-Dade, ve como un éxito que tengan un plan de temas estratégicos para los próximos diez años.

Pero es crítico: “Aún no pensamos en ciclos de una década, sino de un año”. En ese sentido busca que los legisladores que vengan después de él logren desarrollar esos puntos estratégicos. Él sabe por qué lo dice. “Algunos (temas) toman muchos años en lograrse, la financiación de la educación, por parte del Estado, me ha tomado todo el tiempo [cuatro años] que he estado en la cámara”. 

“Hay que tener valentía”

“He visto muchas veces los representantes de ambos lados cambiar sus votos, como resultado de las presiones del liderazgo, o a veces presiones de los cabilderos”, cuenta José Javier Rodríguez, y cita varios ejemplos.

Uno de ellos le sucedió a él mismo, cuando los cabilderos que presionaban para que saliera adelante el proyecto de extender el juego en varias zonas del Estado, y renovar el acuerdo con los Seminoles, “querían reunirse conmigo por primera vez en toda mi carrera. Era básicamente para saber si yo iba a cambiar mi voto, les deje mi posición clara y no lo hice”, explica. 

“Hay que tener valentía, tener claro cuáles son los principios y hasta dónde se va a negociar”, aclara.

Otro caso fue el proyecto para subsidiar al sector privado con dineros públicos. “En un momento teníamos los votos para estar en contra de ese proyecto de ley, que buscaba expandir los subsidios. Como resultado del cabildeo del gobernador [Rick Scott] y del liderazgo republicano,  perdimos los votos”. 

Pero al final, en la votación del presupuesto de 80.000 millones dólares del Estado de la Florida, le fueron negados a Scott 250 millones de dólares que buscaba destinar a subsidiar a la empresa privada. Al mismo tiempo, vetó propuestas por un valor de 256 millones de dólares, del  grupo de congresistas republicanos y demócratas que se opuso a su iniciativa de los incentivos.

“Fue una retaliación”, expone Rodríguez. “El estilo de este gobernador es emitir boletines de prensa en lugar de negociar con el liderazgo. Trata de imponer pero no le funciona”, enfatiza.  

A pesar de todo, Rodríguez votó a favor del presupuesto por una razón de gran peso para él: logró que el Estado aportara 286 millones para la educación, y así evitar que la propuesta contenga más recursos locales, de Miami-Dade, y no del Estado. “En la época de Jeb Bush, por cada cinco dólares, 3 provenían de Tallahassee y 2 del Condado”. Scott quería que cada zona condal asumiera un peso  mayor en el presupuesto educativo. “Pero nosotros pudimos evitarlo”, señala Rodríguez.

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