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MIAMI.- La Ciudad de Miami vuelve a protagonizar una trifulca entre alcaldía, poder legislativo y jefe del cuerpo policiaco, gracias precisamente a la separación de poderes que distingue a la democracia. Art Acevedo, el hombre que llegó con alfombra roja para dirigir la policía municipal, apenas se mantiene en el cargo por seis meses.
En los últimos 30 años, a comienzo de los 1990, durante la alcaldía de Xavier Suárez, y más tarde, en 2011, cuando Tomás Regalado llevaba las riendas del municipio, los entonces jefes de Policía Donald Warshaw y Miguel A. Expósito fueron sentados en el banquillo del despido por variadas razones.
No obstante, a diferencia de esos dos episodios, Acevedo pudo haber cometido un grave error. “Creo que se adelantó a los hechos y presentó unas acusaciones contra comisionados de la Ciudad que no sustentó con pruebas convincentes”, comentó a DIARIO LAS AMÉRICAS el consultor político Andrés Sánchez, de la firma Sánchez & Associates.
De hecho, Acevedo no fue bien recibido cuando el alcalde Francis Suárez lo presentó como el ‘Michael Jordan de la Policía’ y el administrador Art Noriega lo contrató por más de 430.000 dólares al año, incluyendo beneficios.
El proceso de contratación del jefe de Policía, establecido en la carta constitutiva de la Ciudad de Miami, está en manos del administrador.
No obstante, existe un acuerdo de colaboración, entre la alcaldía, la administración y los legisladores municipales que convoca a un panel independiente que recibe y estudia las solicitudes de los interesados y recomienda.
“Eso no se cumplió”, apuntó el comisionado Manolo Reyes. “Mientras aspirantes emitían sus solicitudes, el nuevo jefe de Policía fue nombrado”, resaltó.
Más tarde, cuando todo parecía ‘calmarse’, Acevedo, durante una ceremonia de la fuerza policial, llamó “mafia cubana” a quienes, según él, manejan la Policía del municipio floridano.
El término “mafia cubana” calló como un balde de agua fría en varios sectores de Miami, ya que la frase fue originada por el fallecido dictador Fidel Castro para referirse a los exiliados cubanos.
Acevedo expresó sus disculpas públicamente, después que fuera reprobado por varios comisionados y el sindicato de policías, y alegó que “la declaración fue hecha con sentido de humor” y reconoció desconocimiento del origen de la frase.
Acevedo nació en La Habana, Cuba, y a los cuatro años emigró a Estados Unidos junto a sus padres. Creció en California, donde fue patrullero de carreteras.
Las disculpas públicas de Acevedo, antecedidas por la falta de transparencia que tuvo su contratación, no fueron suficientes para calmar los ánimos del comisionado Joe Carollo, que convocó una reunión especial para atender el asunto.
“En ese momento, creo que Acevedo cometió otro grave error”, señaló el consultor político. “En vez de defenderse y esperar por una coyuntura propicia, optó por arremeter contra tres comisionados y los acusó de interferir con investigaciones internas de la policía”, añadió.
Además, “Acevedo no presentó entonces pruebas convincentes que sustentaran sus acusaciones”, recordó el consultor político.
Las alegaciones de abuso de poder enfurecieron a los dos comisionados, sumando a Alex Díaz de la Portilla y por siguiente la mayoría necesaria para reprender al jefe Acevedo.
Durante la reunión extraordinaria salieron a relucir fuertes críticas contra el comportamiento social de Acevedo, incluso antes de haber sido seleccionado por la administración municipal para ocupar la jefatura de la Policía de Miami.
“¿Es este el tipo de persona que queremos para dirigir la Policía?”, preguntó Carollo tras mostrar un vídeo en el que se vio a Acevedo disfrazado de Elvis Presley durante una fiesta benéfica en Austin.
“Los pantalones son tan apretados que se le marcan sus partes masculinas”, alegó Carollo.
De esta manera, los comisionados adoptaron realizar una investigación independiente con poder de citación bajo juramento.
Resolución
El jueves 14, cuando la Comisión se reunió para tomar la decisión final, Acevedo optó por no hablar y en su lugar John Byrne, el abogado representante, tomó el estrado y alegó que “la decisión ya está tomada” y que por ello no “reputaría la decisión”.
Después añadió: “Acevedo no es cesado por las alegaciones que presentan aquí, sino por haber hablado, como ninguno de nosotros hace, desde su posición de poder”.
Cuatro horas después, el comisionado Ken Russell, que preside el cuerpo legislativo municipal, se dirigió al suspendido jefe de Policía, que estaba sentado y callado en primera fila, y le requirió por no hablar: “Usted ha dicho que esta reunión sería una pérdida de tiempo porque la decisión ya estaba tomada. Realmente ha sido una pérdida de tiempo porque usted no ha querido hablar. Si usted no se defiende, nadie puede defenderlo”.
Acevedo, que no habló con la prensa de Miami durante semanas, sí accedió a conversar con The Washington Post y dijo, con tono de persona ajena: "Me siento frustrado porque me trajeron a una ciudad para promulgar una reforma. Y, lamentablemente, la ciudad no está lista para la reforma".
Suárez – Noriega
Durante la reunión extraordinaria, el administrador Noriega fue muy cuestionado por el proceso de selección del jefe Acevedo. Incluso fue debatido por desconocer detalles de su hoja de vida, que tal como reclamó Carollo “se obtienen fácilmente en Internet”.
“Reconozco que ignoro lo que uno o el otro sienta o diga en privado, pero imagino que Noriega sintió mucha presión, incluso miedo a perder su puesto, y dio el paso que no quería dar”, argumentó el consultor político.
Noriega reconoció públicamente, a través de un documento, que “la situación es insostenible” y optó por despedir al jefe Acevedo.
Dos días después, el alcalde Suárez, que se mantuvo al margen de opinar, al menos públicamente, convocó una conferencia de prensa, que tuvo lugar en un pasillo a la entrada de su oficina, dentro de la alcaldía, donde se conglomeraron más de 20 periodistas y camarógrafos que no llevaban mascarillas, cuando la pandemia de coronavirus no ha terminado.
"Fue una decisión difícil y marca el comienzo del fin de un lamentable episodio para nuestra ciudad", señaló Suárez sobre la resolución del administrador del municipio floridano, centro financiero y cultural del condado Miami-Dade.
No obstante, el alcalde no opinó sobre la decisión del administrador Noriega de nombrar a Manny Morales jefe interino de la Policía, mientras, según declaró, “se busque un reemplazo”.
Fuentes del cuerpo administrativo, que optaron por el derecho al anonimato, aseguraron que, durante la reunión previa a la suspensión, el alcalde manifestó su desacuerdo con el nombramiento de Morales y habría propuesto a Brandon Lanier, quien lleva las riendas de la oficina de Asuntos Internos de la Policía de Miami.
“Cada vez que se contrata a alguien, lamentablemente, no todas las contrataciones salen bien", concluyó Suárez, aunque ello conlleve a un gasto millonario para la ciudad.
El paquete de despido contaría con el monto correspondiente a seis meses de salario, si no es desaprobado, unos 158.000 dólares, entre otros beneficios, lo que no satisfaría la expectativa de Acevedo. Por consiguiente, la posibilidad de una demanda millonaria, acompañada de acusaciones y alegaciones, está latente.