MIAMI.- Días después de que prominentes figuras del Partido Republicano pidieran a Florida parar la confrontación con Disney, la autoridad que ahora administra los asuntos del distrito especial que comprende a Disney World anunció que contrademandaría al gigante del entretenimiento.
La junta que ahora rige el Distrito de Supervisión de Turismo de Florida Central, que fue seleccionada por el gobernador Ron DeSantis, acorde con la nueva ley de Florida que intervino la administración en cuestión, votó unánimemente para demandar a Disney, así como defenderse en la corte federal en Tallahassee, donde la compañía de entretenimiento presentó su demanda el miércoles pasado.
La demanda de Disney contra el gobernador, la junta y sus cinco miembros pide que se anule la adquisición del distrito de parques temáticos por parte del gobernador, que Disney controló durante 55 años.
“Buscaremos justicia en nuestro propio patio”, señaló Martín García, presidente del Distrito de Supervisión de Turismo de Florida Central.
Entretanto, Disney presentó su demanda la semana pasada después de que la junta de supervisión designada por DeSantis votara para anular un acuerdo que otorgaba a la empresa autoridad sobre las decisiones de diseño y construcción en sus extensas propiedades cerca de Orlando.
La ‘batalla’ comenzó el año pasado cuando Disney criticó la ley Parental Rights in Education, apodada Don't Say Gay por los críticos, que prohíbe enseñar asuntos relacionados con la orientación sexual y la identidad de género en escuelas primarias de Florida hasta el grado 3.
El entonces director de la junta de Disney World, Robert Chapek, prometió "trabajar para derogar la ley y defender la seguridad de la comunidad LGTBQ".
Según Disney, como represalia por esas críticas, el gobernador procuró la ley que destituiría la junta que dirigía el distrito especial de entretenimiento Disney World desde los años 1960, en Orlando, que la compañía gestionaba como un gobierno local.
Acorde a la nueva ley, DeSantis nombró los miembros de la nueva junta con algunos de sus aliados, pero rápidamente descubrió que el cuerpo administrativo anterior, que fue destituido por la nueva norma estatal, habría firmado un contrato de última hora que daba poderes absolutos al gigante del entretenimiento.
En respuesta, DeSantis sugirió que podría construir una "prisión estatal" al lado del inmenso parque temático, lo que se interpretó como una amenaza que, si materializara, dañaría el flujo de visitantes a Disney World.
"¿Por qué no se sienta y negocia y habla?" preguntó el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy sobre la disputa del gobernador con Disney.
"Si hay diferencias, siempre puedes encontrar formas de resolver el problema. Si cree que la única acción es ir a la corte, creo que está equivocado”, añadió.
Hay quienes creen que la disputa entre el gobierno estatal y una empresa privada pudiera perjudicar tanto al Partido Republicanos como a DeSantis y la economía de Florida.
El senador republicano Marco Rubio comentó, durante una entrevista en Fox News, planteó “creo que en los ojos de algunas personas se vuelve problemático cuando comienza a crear la idea, y no digo que estemos allí todavía como estado, pero la idea de que, de alguna manera, si te cruzas políticamente con nosotros (los políticos), quienquiera que sea, entonces puede terminar en la mira del gobierno con fines políticos”.