MIAMI.- El juicio contra el asesino confeso de la masacre en Parkland, al norte de Miami, continúa en su tercera semana con espeluznantes imágenes y declaraciones que muy pocas veces se han visto en procesos judiciales anteriores.
MIAMI.- El juicio contra el asesino confeso de la masacre en Parkland, al norte de Miami, continúa en su tercera semana con espeluznantes imágenes y declaraciones que muy pocas veces se han visto en procesos judiciales anteriores.
De hecho, la inmensa mayoría de los causantes de masacres mueren durante los hechos y la justicia estadounidense no alcanza a procesarlos. Por ello, rara vez el gran público puede ver fotografías o vídeos o escuchar testimonios bajo juramento que demuestren los sucesos de una manera tan realista y estremecedora.
Por ello, el juicio contra Nikolas Cruz, por el asesinato confeso de 17 personas en la escuela Marjory Stoneman Douglas, es calificado de “inusual” por muchos comentaristas.
Calificado como “el peor tiroteo masivo” de la historia contemporánea de Estados Unidos, las conmovedoras imágenes, que muestran cuerpos inertes ensangrentados y otras cuestiones, son presentados durante el juicio al jurado y un pequeño grupo de periodistas, aunque no a familiares de los asesinados ni a los televidentes.
Unos opinan que el gran público debería ver todas las imágenes para tener una idea más completa de la violencia armada, mientras otros creen que mostrar las imágenes afectaría aún más a familiares de las víctimas y podría impulsar a otros a cometer crímenes similares.
“Creo en libros abiertos. Es mejor mostrarlo todo en el juicio para conocer a fondo los hechos y saber qué hacer para evitar que vuelva a suceder”, opinó la socióloga Leah Kent, durante una entrevista en CNN.
En realidad, el asunto incluso afecta a la prensa. Hace unos días, tras el tiroteo que tuvo lugar durante el desfile el 4 de Julio en Highland Park, al norte de Chicago, el equipo editorial del Chicago Sun-Times se enfrentó al viejo dilema de publicar o no una fotografía.
Por un lado, las fotos, tomadas por la reportera Lynn Sweet, quien casualmente estaba en el desfile durante el ataque, eran claramente de interés periodístico por su evidencia gráfica de un tiroteo masivo.
Pero publicar las imágenes podría molestar a las familias de las víctimas u ofender a lectores que no están acostumbrados a ver imágenes espantosas en una publicación convencional.
El arma homicida, calificada siempre de evidencia imprescindible, fue mostrada al jurado y el gran público.
El rifle semiautomático estilo AR-15 que Cruz utilizó y acabó con la vida de 17 estudiantes y un maestro e hirió a 17 alumnos, fue presentado por el fiscal Mike Satz.
El potente rifle fue encontrado en una escalera del instituto, por donde el asesino confeso huyó después de tirar el arma.
La defensa se opuso a que el arma fuera presentada por considerar su presencia en el juicio “irrelevante e injustamente perjudicial”, ya que Cruz se declaró culpable y la presencia del arma “solo sirve para aumentar las emociones del jurado”, pero la jueza Elizabeth Scherer rechazó la objeción.
La fiscalía argumentó que la presencia del arma, como evidencia de los crímenes, “es necesaria para demostrar que los asesinatos incluyeron al menos un factor agravante”, como haber sido cometidos “de manera cruel o atroz con un arma potente que puso en peligro la vida de muchas personas”.
La agencia de noticias AP reportó que Liz Dunning, vicepresidenta del Centro Brady para Prevenir la Violencia Armada, no cree que la publicación de vídeos y fotos tenga el impacto político-social que algunos creen.
“La percepción pública no es el problema”, aseguró Dunning, cuya madre fue asesinada durante una matanza. “Deberíamos pedir más a los poderosos”, subrayó, en franca referencia a fabricantes, legisladores y gobiernos estatales y federal.
A partir que comenzó el juicio contra Cruz el lunes 18 de julio, decenas de escalofriantes vídeos, fotografías y testimonios han sido presentados. Desde las horripilantes imágenes hasta declaraciones de maestros y estudiantes que vieron morir a otros.
Se han escuchado grabaciones de disparos y gritos de jóvenes mientras trataban de salvarse.
El vídeo de vigilancia de la escuela no tiene sonido, pero impresiona en silencio. Muestra al joven asesino moviéndose sigilosamente de piso a piso en un edificio de aulas de tres pisos, disparando por pasillos y contra aulas.
Se ven alumnos caer y al criminal a menudo detenerse y dispararles otra vez antes de continuar.
Cruz, que tenía 18 años cuando protagonizó la matanza y ahora tiene 23, se declaró culpable de los asesinatos e intentos de asesinato, durante el proceso interrogatorio tras ser apresado, por lo que el jurado solo tendrá que decidir el castigo: pena de muerte o cadena perpetua.
El jurado de siete hombres y cinco mujeres, respaldado por 10 suplentes, escucha las ponencias de ambas partes y deliberará en privado al respecto.
Se espera que el juicio tome cuatro meses, hasta que el jurado vote 17 veces sobre la pena de muerte: una votación por cada una de las personas asesinadas.
Según la ley actual de Florida, el voto por la pena de muerte tiene que ser unánime. Si un miembro del jurado vota en contra, ello significaría que la sentencia de Cruz se reducirá a cadena perpetua.