lunes 17  de  febrero 2025
GASTRONOMÍA

Instituto Culinario de Miami: toda una cantera para futuros chefs latinos

 El programa del MCI proporciona a los alumnos "un conocimiento del mundo real y creativo de los restaurantes y administración hotelera, así como el aprendizaje de las técnicas de algunos de los mejores chefs de esta industria"

MIAMI.-EFE

El Instituto Culinario de Miami (MCI) cumple cinco años con el derecho a presumir de haber formado durante este tiempo a unos 4.000 alumnos, muchos de ellos hispanos, actualmente fichados por conocidos restaurantes, con becas en prestigiosas escuelas de cocina europeas o dueños de su propio negocio.

Cinco años después de haber comenzado su andadura el MCI, dependiente del Miami Dade College (MDC), el chef Patrick McCurry, instructor desde hace tres años, se muestra orgulloso de haber formado en sus aulas y fogones a cocineros y hoteleros que triunfan en el sector.

"Nuestra principal meta en el centro es impartir la mejor educación posible a nuestros estudiantes, poniendo a su alcance buenos productos, un equipo de cocina moderno y hasta nuestro propio huerto exterior", destaca a Efe McCurry.

Y es que, como apunta a Efe Patricia Falcón, seleccionada para cursar estudios de gastronomía en la prestigiosa escuela francesa La Calabash, la institución de Miami es mucho más que un centro de formación de grado medio en hostelería.

"El instituto es una familia. Nos apoyamos unos a otros y los chefs son nuestra guía en todo; sin ellos y sin nuestras familias no hubiéramos llegado a nada", afirmó Falcón de manera apasionada.

Nacida en Cuba y criada en República Dominicana, Falcón transmite entusiasmo, vocación y confianza en el futuro, una determinación que se ha acrecentado con la reciente beca que le concedió la prestigiosa escuela francesa conocida como el "Pequeño Conservatorio de la Cocina".

"Quiero decirle a la gente que se pueden lograr los sueños, que sí se puede luchar por ellos con lo que uno tiene", dice esta joven de 28 años que abandonó sus estudios de diseño industrial en República Dominicana para volcarse en su vocación de cazuelas y sartenes.

El sueño de Falcón: cursar estudios en la Universidad Cornell de Nueva York, una de las mejores facultades del mundo en administración hotelera, y montar luego su propio negocio de catering, y, tal vez, impartir clases en este centro de Miami que ha encauzado el futuro profesional de muchos jóvenes.

"Tenemos alumnos trabajando en reconocidos restaurantes punteros como Kyu de Miami, o en la parte administrativa de otros como Cardozo, y en otras ciudades, además de alumnos haciendo internados en Europa y Asia", comenta McCurry.

Son los casos, entre otros, de Falcón y Jason MacDonalds, un joven de 23 años que hace tres años tomó la decisión de mudarse de la ciudad de Jacksonville, en la costa norte de Florida, a Miami para estudiar en el MCI, su gran deseo.

MacDonalds pronto se trasladará a Japón para trabajar como ayudante de cocina en un restaurante cercano a Tokio, con un contrato de dos años, una ocasión única para sumergirse en la culinaria japonesa (su favorita) y aprender sus técnicas y elaboración de platos.

Desde su apertura en 2011, la escuela ha tenido un programa de formación integral en hostelería que otorga a los estudiantes que concluyen el programa de dos años de duración el título de Asociado en Ciencias Culinarias.

El programa del MCI proporciona a los alumnos "un conocimiento del mundo real y creativo de los restaurantes y administración hotelera, así como el aprendizaje de las técnicas de algunos de los mejores chefs de esta industria", un principio que destaca esta institución, donde han impartido cursos grandes maestros como los españoles Juan Mari Arzak (restaurante Arzak) y Ferrán Adriá, presidente de elBullifoundation.

Sin duda, este centro culinario de Miami se ha convertido en un verdadero mosaico de nacionalidades y orígenes con jóvenes procedentes de diferentes países, pero especialmente de Latinoamérica.

La formación de los alumnos, como apunta McCurry, incluye el cultivo de un huerto propio, donde plantan y cosechan productos orgánicos, un aspecto de la instrucción a la que el centro da gran importancia, para concienciar a los futuros chefs sobre la importancia de una cocina sostenible y ecológica.

Eso sí, como apostilla el chef instructor, "un alumno obtiene lo que pone, lo que da; sin esfuerzo no hay resultados". 

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