MIAMI.- Sara Requena obtuvo doble beca para estudiar en Florida International University (FIU), por lo que ganó la oportunidad de hacer por intercambio un año de Marketing en la Universidad CEU San Pablo, en Madrid. Quería viajar, conocer el mundo, vivir sola e independizarse.
Pero cuando apenas tenía pocas semanas en España, la universidad le envió una carta en la que le informaba que el programa se cancelaba y debía regresar a Miami. La pandemia se apoderaba de la tranquilidad en Europa y ella logró abordar uno de los últimos vuelos de regreso a Estados Unidos.
Ante la incertidumbre de si estaba contagiada o no, se mantuvo encerrada durante 14 días en su habitación para proteger a su familia. Allí Sara comenzó a dibujar, a dar riendas a su imaginación y a cristalizar uno de sus sueños: tener una empresa propia.
“Me críe entre Caracas y Margarita. Tengo más bikinis que ropa, y desde que llegué acá nunca conseguí ese bikini latino, que es pequeño y que es muy sexy. Eso aquí no existe, y los que consigues son impagables para una estudiante como yo. Decidí comenzar a dibujar mis diseños. Estaba buscando llenar ese hueco que había en el mercado de trajes de baños tipo bikinis, bastante sexy con esencia latina a un precio accesible. Quería vender el bikini perfecto, ya que es un área que conozco bien”.
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Sara Requena ya está preparando su segunda colección de trajes de baño. Espera ampliar su abanico de clientas.
CORTESÍA/TINYE
Comenta que mientras la pandemia encerraba a las personas en sus casas, ella tuvo el tiempo para ver entrevistas de diseñadores, tutoriales de cómo se hace un bikini, de cómo se cose en tela de lycra. Y así compró una máquina de coser y unas telas para hacer sus primeras muestras. “Lo tenía claro. El modelo era ese de dos piezas ajustables. Sabía lo que buscaba y aunque cosiendo soy muy mala, logré las primeras muestras para comenzar a contactar a los proveedores”.
Todo el proceso era nuevo para ella. Conocía de bikinis, pero no de la confección o del trato con vendedores de telas y fabricantes. “Tengo más de 500 bikinis por lo que determiné cuáles eran las características de la tela que estaba buscando. Tenía que secarse rápido, que la tela tuviera un fondo para que no se transparentara. Que se ajustara al cuerpo. Así lo pedí a los proveedores. Necesitaba a alguien que entendiera mi requerimiento, que estuviese dispuesto a hacer cambios y que me permitiera estar vía online en todo el proceso. Y así nació Tinye Swimwear, una marca dedicada a las mujeres que quieren sentirse sexys sin importar la edad”.
Comenta que su primera colección constó de un único modelo de bikini en seis diferentes colores. Y al tener los productos en la mano, hizo las primeras fotografías, donde ella era la modelo. “Tenía experiencia como modelo de traje de baño. No solo para fotografía sino en desfile. He participado en el Miami Swim Week, modelando las piezas de otros diseñadores. Pero no tenía cómo pagarle a un fotógrafo profesional por lo que contacté a varios profesionales de Miami y así llegué a trabajar las primeras imágenes con Marco Castro, quien creyó en mí, en mi proyecto y siempre le estaré agradecida”.
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La joven empresaria Sara Requenna fue la primera modelo de su marca de trajes de baño Tinye.
CORTESÍA / TINYE
Sara Requena además de haber sido la primera modelo de su marca, ella misma construyó su página web, atiende las redes sociales y ahora interactúa con sus clientes. “Mis principales compradoras son de Puerto Rico, de Hawai y California. Pero también me han comprado en otros países como Canadá, y el más lejano ha sido de Eslovaquia. Las clientas tienen la página de los reviews y ha sido positivo porque entre ellas mismas se comentan cómo les ha quedado la pieza”.
Ya está terminando la segunda colección con nuevos modelos, otros colores y agregó otra línea de productos como son los pareos playeros para hacer juego con los trajes de baño.
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Sara Requena, joven venezolana-americana, asegura que lanzó una linea de bikinis porque no conseguía este estilo latino que a su juicio resalta la figura femenina.
CORTESÍA/TINYE
“Hace pocos días comencé el año en la Universidad Internacional de la Florida. Ahora tendré menos tiempo, pero ya la empresa la tengo estructurada. Tengo mucha ilusión con esta segunda temporada en la que los modelos serán más inclusivos, más versátiles. Mientras estudio, voy trabajando en éste que se ha convertido en mi proyecto de vida”.
Sara sigue soñando, mientras estudia y trabaja. “En 10 años me veo con un equipo más grande, con una oficina cerca de la playa. Uno de mis modelos en la portada de una revista de trajes de baño, y pronto formar parte de la lista de Forbes 30 Under 30 y Fortune 500 Companies. Por ahora espero que antes de que cumpla 21 años ya tenga mi tercera colección en curso”.
@ElkisBejarano