domingo 16  de  febrero 2025
INMUTABLE

La barriada de Wynwood en Miami afronta el zika con escepticismo

A pesar de la alerta lanzada por las autoridades sanitarias, la presencia de turistas y el ambiente natural del distrito de arte de Miami se observan invariables

Es fácil saber que es un turista porque carga una mochila y una cámara fotográfica, usa gorra a medio lado, mira para todos los lados, como si no supiera a dónde ir, y –algo que no era muy común hasta hace un par de semanas– se aplica repelente contra los mosquitos cada vez que siente seca su piel extremadamente blanca. Jerry Thomas se encuentra en el distrito artístico de Wynwood.

Esta es una de las zonas de mayor crecimiento económico del Condado Miami-Dade, donde inversionistas de diferentes latitudes visualizaron grandes posibilidades de negocio, hace unos 15 años, cuando esa área era un foco de delincuencia, drogas y prostitución. Pero hoy Wynwood también es el epicentro de un brote de zika, el virus transmitido por la picadura del mosquito Aedes aegypti.

Thomas sabe donde se encuentra, y conoce los riesgos que corre. “Sí he visto las noticias, pero no creo mucho en ellas porque en este país todo lo convierten en un espectáculo”, dice el turista procedente de Kansas City, quien prevé quedarse en Miami hasta la segunda quincena del mes de agosto.

Así como este joven de estatura media y aspecto lánguido, que viste una camiseta que no se sabe si es negra o gris, otra docena de visitantes ocasionales camina por las calles de la barriada miamense bajo una temperatura inclemente, y sin prestarle mayor atención al llamado de atención lanzado por las autoridades sanitarias.

En tanto, Jim Hooker mira unos grafitis que solo entienden los que saben de la materia. ‘Debe ser un experto’ porque completa más de cinco minutos embelesado en las figuras que parecen unos manchones amorfos sobre una pared blanca como la leche. De repente se da una palmada certera en una pierna y vuelve la mirada hacia lo que realmente le interesa.

“Sí, es un mosquito, ¿y por qué debo tenerle miedo?”, responde con el arrojo de un muchacho que no supera los 20 años y se siente dueño del mundo y de su propia vida. “Yo me puse repelente y no creo que me vaya a pasar nada porque no alcanzó a picarme”, dice.

El virus en Miami

Según los expertos en salud, sólo una de cada cinco personas portadora de zika muestra algún síntoma de la enfermedad. De tal manera, podría haber un número elevado de personas infectadas en el área de una milla cuadrada donde se ha descubierto la presencia del mosquito, en Wynwood, sector contiguo al downtown de Miami.

Los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC) emitieron una alerta el lunes pasado para que las mujeres embarazadas no vayan a las áreas de Wynwood y Edgewater, donde el estado de la Florida detectó el epicentro del virus.

Esos sitios se están fumigando con larvicidas e insecticidas aprobados por EPA (Agencia de Protección del Medio Ambiente), con el propósito de “matar a los insectos adultos”. También se están haciendo pruebas en insectos adultos para saber si portan el virus del zika.

Después de una reunión con los CDC y el Departamento de Salud de Florida, el alcalde del Condado Miami-Dade, Carlos Giménez, había autorizado este martes la fumigación de la zona afectada por un periodo de cuatro días, pero las condiciones climáticas impidieron esa tarea.

Impacto en el comercio

Wynwood consta de tiendas, restaurantes, bares y galerías que convierten a la zona en un atractivo turístico muy frecuentado por visitantes de otras partes del país y el mundo, especialmente gente del mundo del arte.

Los dueños de negocios están preocupados. Aunque el turismo no ha dejado de observarse en el distrito artístico, algunos comerciantes consideran que, en adelante, el impacto de la “publicidad negativa” puede resentir sus ingresos económicos.

Como resultado de la alerta algunos restaurantes ya anunciaron su cierre, como el caso de Wynwood Yard, un sitio que funciona al aire libre. Otras actividades en el área también se han suspendido hasta que pase la emergencia sanitaria.

Para Mariano Ortíz, un dominicano que labora en un bar de Wynwood, todavía no se siente un “bajón fuerte” de clientes.

“Aquí se abre de martes a domingo, y en esta semana hemos visto menos gente es más por la lluvia que por otra cosa, pero sí pensamos que en las próximas semanas tal vez venga menos gente por lo que se está diciendo en la prensa”, señala mientras despacha margaritas sin licor a un hombre y su esposa.

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