MIAMI.- La masacre perpetrada en la esceula Marjorie Stoneman Douglas, en Broward, deja otra consecuencia que se ha empezado a ver en municipios de varios condados: desobedecer el inciso 790.33, del capítulo 790 de la Constitución de la Florida atinente a las armas de fuego.
¿Qué establece ese inciso?
“[…]El Congreso declara que está ocupando todo el terreno de regulaciones sobre armas de fuego y municiones, lo que incluye la compra, venta, transferencia, tributación, fabricación, propiedad, posesión, almacenamiento y transporte, con la exclusión de ordenanzas o regulaciones administrativas expedidas por los gobiernos locales o estatales. Cualquiera de esas ordenanzas, normas o regulaciones se declaran nulas”. […] Prohíbe la expedición de futuras ordenanzas o regulaciones relacionadas con armas de fuego, municiones o sus componentes […] Si una corte determina que hubo una violación deliberada, impondrá una multa de $5.000 con el oficial o los oficiales elegidos o nombrados bajo la jurisdicción que fueron nombrados.
Además, dichos funcionarios, de acuerdo con el mismo inciso, también afrontarían la destitución (en caso de que la persona en desacato hubiera sido elegida por el voto popular) o la cancelación de su contrato (si se trata de un funcionario nombrado).
Esta ley fue aprobada en 2011, con un apoyo decidido de la Asociación Nacional del Rifle, y un congreso estatal de mayoría republicana, con un gobernador del mismo partido recién electo en los hombros del Tea Party.
Habla el poder local
Lo cierto es que siete años después y dos matanzas sin precedentes sucedidas en Florida –la de la discoteca Pulse, en Orlando, en 2016, que cobró la vida de 49 personas, y la de la escuela Stoneman Douglas, que dejó 17 muertos entre estudiantes y profesores– las ciudades y condados empezaron a perderle miedo a una ley que busca impedir que los poderes locales puedan legislar sobre control de armas.
Coral Gables, la ciudad de Miami, Boca Raton, Weston, Gainesville, Miami Beach, Pinecrest, Miramar, Tallahassee y el Condado de Broward han desafiado la constitución, llevado a las cortes ese inciso, o prohibido los rifles de asalto o la venta o transferencia de cargadores de gran capacidad para rifles semiautomáticos.
Comisionados y alcaldes han tomado esas decisiones con el riesgo de que enfrenten multas, despidos e incluso el pago de honorarios a los abogados de la contraparte, si llegan a perder sus demandas.
El alcalde de Tallahassee, Andrew Gillum – quien también es precandidato demócrata a la gobernación de Florida- le pidió a la abogada de la ciudad que rinda un informe sobre el inciso 790.33, tal vez con la idea de demandarlo ante las cortes, como ya lo han hecho otras ciudades.
También le pidió a la comisión que en un momento dado apruebe una resolución en la que pidan al gobierno estatal y federal medidas mínimas de control de armas y su desacuerdo con el inciso de la Florida 790.33.
Ley de seguridad en las escuelas
La cabildera en Florida de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) Marion Hammer ha calificado de “traidores” a los republicanos que apoyaron la ley de la seguridad en las escuelas que, entre otras cosas, impone un periodo de espera de tres días después de la compra de un arma; incrementa la edad de 18 a 21 años para poder adquirirla y le da a la policía la potestad de poder decomisar un arma si considera que hay una conducta sospechosa por parte de su portador.
La marcha del pasado sábado, 24 de marzo, que congregó a más de un millón de personas en Washington D.C, y generó 800 marchas simultáneas en otras ciudades de Estados Unidos y del mundo, ha dejado al Partido Republicano dividido, sobre todo en el ámbito local, y puesto el control de armas en el primer plano de los temas nacionales.
Algunos de los estudiantes del colegio Stoneman Douglas se han convertido en activistas a favor de medidas efectivas de control de armas, que incluyen la prohibición de los rifles de asalto. A ellos los han visto como una “fuerza moral” que va más allá de los partidos.
En una entrevista en el programa Face the Nation de CBS, cinco alumnos de ese colegio, que lideraron y participaron en la marcha de la capital de Estados Unidos, dejaron en claro que no apoyaban a ningún candidato, ni pedían apoyo por ninguno de ellos.
Referendo
Este es el ambiente político en el que se están moviendo los municipios y condados para tratar de recuperar el manejo de la seguridad y las armas. Como lo han expresado desde vicepresidente de la Comisión de la ciudad de Miami Ken Russell, hasta el precandidato demócrata a la gobernación de Florida Philip Levine, hay que dejar en manos de los gobiernos locales, con sus propias necesidades y rasgos específicos, las normas y regulaciones sobre la posesión de armas y municiones.
¿Lo anterior es una tendencia irreversible o apenas fruto de un momento coyuntural?
En Washington D.C, en la manifestación llamada La marcha por la vida se encontraron familiares de víctimas de masacres o sobrevivientes de las mismas. Desde la sucedida en la escuela secundaria Columbine, en Colorado, en 1999, pasando por la de Virginia Tech, en 2007, o la de la escuela elemental Sandy Hook, en Connecticut, hasta la aún inexplicable de Las Vegas, que superó en muertes a la de la discoteca Pulse.
Puede llegar también el momento en que en la boleta electoral de este noviembre, o de otro ciclo electoral próximo, aparezca una enmienda sobre la prohibición de rifles de asalto o permitir a los gobiernos locales legislar sobre armas y temas similares.
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