Dos hombres identificados por las autoridades como Bogacski Thomas, de 24 años de edad y Tavarus Ballard, de 23, están detenidos bajo los cargos de tráfico humano, suministrar sustancias controladas a un menor, interferir en la custodia de un menor, y prostituir y agredir físicamente a un menor, según la información suministrada en rueda de prensa este martes por la fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernández Rundle.
Thomas y Ballard, quienes son hermanos, mantuvieron secuestrada a una adolescente de 16 años, cuyo nombre se mantiene confidencial debido a su edad, desde el 9 de enero hasta el 26 del mismo mes. Mientras duró el rapto, la joven fue obligada a tener sexo con unos 24 hombres al día, durante 12 horas seguidas.
Asimismo, según informó la fiscal, los acusados utilizaban violencia contra ella y amenazas de muerte contra su familia para mantenerla como prisionera. También le suministraban drogas como molly (conocida como MDMA o éxtasis), cocaína y marihuana para mantenerla bajo control.
"Le ponían Mollies en la comida de la víctima, le añadían cocaina a los cigarillos y le proporcinaban marihuana" se lee en la orden de arresto de los acusados.
El secuestro fue posible porque la adolescente se escapó de casa de sus padres y buscó refugio en casa de una amiga de 17 años, quien la llevó a la casa de su novio, Thomas. Las autoridades no dieron detalles sobre el caso de la amiga por su edad.
La fiscal estatal Katherine Fernandez Rundle durante la conferencia de prensa del martes. (Giselle Santalucci)
El escape
La orden de arresto indica también que el jueves 22 de enero, la joven, quien estaba bajo la vigilancia permanente de alguno de los dos captores, acababa de terminar de atender a uno de los hombres contratados por Thomas y lo acompañó al pasillo del hotel. Al darse cuenta de que Thomas permanecía dentro del baño de la habitación, huyó del edificio a pie.
La joven abordó el Metro Bus y se dirigió a casa de una amiga en el área de Goulds (en el sur del Condado) para refugiarse, pero su amiga no estaba en la casa. Luego continuó caminando hasta que Thomas y Ballard la vieron en la calle. La víctima se escondió en una casa abandonada, pero Thomas y Ballard la encontraron y le propinaron golpes y patadas y la dejaron tirada en el sitio.
La fiscalía efatizó en que la joven denunció directamente a los acusados y se refirió a ellos como sus atacantes, a diferencia de otros casos de ésta índole en los cuales las víctimas pueden estar confundidas sobre su relación con la persona que las prostituye.
A partir de la actualización de los estatutos legales que condenan este tipo de delito, ninguno de los cargos que pesan sobre Thomas y Ballard les permiten el derecho a fianza.
En su declaración a los investigadores la joven dijo que la obligaban a tener sexo durante horas con el pretexto de que debía trabajar para pagar la vivienda y la comida de todos.
Ayuda de la comunidad
La fiscal calificó los actos a los que se acusa a los sopechosos como "espantosos" y "aborrecibles" y agradeció a la prensa y a los miembros de la comunidad por contribuir a la persecución de criminales de tráfico sexual.
"Estos peligros están presentes en cada esquina de estas comunidades y nadie está seguro. Todos los vecinos, todos los departamentos de policía y todos los miembros de la comunidad debemos mantenernos diligentes para ayudarnos a deshacernos de estos actos horribles", agregó Fernández-Rundle.
Del mismo modo, la fiscal le pidió a cualquier persona que tenga información sobre este caso o cualquier otro caso similar, que por favor avise a las autoridades.
