MIAMI. - Miami-Dade se encuentra en una encrucijada financiera para el año fiscal 2025-2026, dado que enfrenta un déficit presupuestario de 387 millones de dólares, mientras se debaten ajustes cruciales en los impuestos a la propiedad, un renglón sensible para la comunidad debido al alto costo de vida en el condado.
La alcaldesa Daniella Levine Cava no ha vacilado en caracterizar la situación como una “tormenta perfecta” que requiere “decisiones difíciles”, al tiempo que el tasador de la propiedad, Tomás Regalado, propone una reducción del amillaramiento del 3% en respuesta a la desaceleración del mercado inmobiliario.
Esta crisis fiscal ocurre en un contexto en el que el presupuesto total del Condado ha crecido exponencialmente: de 8.909 millones de dólares en 2019-2020 a 12.759 millones proyectados para la vigencia 2024-2025, lo que genera tensiones en torno a las prioridades presupuestarias y la carga fiscal sobre los contribuyentes.
Crisis y déficit fiscal
Las cifras revelan que el gobierno condal enfrenta su déficit presupuestario más grave desde la crisis financiera de 2008. A su vez, la alcaldesa Levine Cava señaló que, tras haber salido de la “tormenta del COVID más fuertes que nunca”, confía en superar este nuevo escollo, aunque advirtió que aún deben tomarse decisiones muy difíciles.
En ese escenario complejo, el presupuesto total del Condado destinaría alrededor de 8.000 millones de dólares a costos operativos y 4.700 millones a proyectos de capital.
Para entender mejor esto, vale precisar que el presupuesto de Miami-Dade se divide en dos partes principales. La mitad de los ingresos (como los del aeropuerto, el puerto y el agua) se guarda en fondos especiales que solo pueden usarse para esos servicios específicos.
Estos fondos no pueden redirigirse para financiar servicios generales como policía, parques o bibliotecas, aunque haya emergencias financieras. Es como tener cuentas separadas con reglas estrictas sobre cómo gastar cada una.
El déficit de 387 millones de dólares afecta específicamente el Fondo General del Condado, que representa el 48% del presupuesto operativo y cubre servicios esenciales como los descritos anteriormente.
Las raíces de esta crisis se remontan a la gestión de la pandemia de COVID, cuando los valores de las propiedades se dispararon y llegaron más de 1.000 millones de dólares en ayuda federal, lo que permitió al Condado estabilizarse y realizar dos modestos recortes en los impuestos a la propiedad.
La alcaldesa Levine Cava dijo que, al comenzar la recuperación tras la pandemia, “la gente se mudó aquí en masa [procedente de otras zonas del país]”, lo que disparó los precios y elevó el costo de vida.
Ahora, con el fin de los fondos federales de ayuda por COVID y la creciente demanda de servicios, el Condado debe cerrar esta brecha antes del inicio del nuevo año fiscal el 1 de octubre.
Amillaramiento
En medio de esta crisis fiscal, el tasador de propiedades se inclina a solicitar una reducción del 3% en el amillaramiento de los gravámenes a los inmuebles. Su argumento: la desaceleración del mercado inmobiliario justifica un ajuste en la carga fiscal para los propietarios.
Durante una conferencia de prensa celebrada el lunes 3 de mayo, Regalado presentó un informe que evidencia una disminución significativa en el ritmo de crecimiento del valor de las propiedades.
Los datos muestran que, mientras en los años fiscales 2022 y 2023 los valores de los inmuebles crecieron un 21%, este incremento bajó al 10,8% el año pasado y al 8,4% en el período actual.
“El mercado se enfría”, aseguró Regalado, al destacar que existe una “tendencia a la baja en las ventas de inmuebles”. El funcionario explicó que mantener las tasas actuales implicaría un aumento efectivo en los impuestos que pagan los propietarios.
A pesar de esta desaceleración porcentual, el valor total gravable de las propiedades en Miami-Dade sigue siendo elevado. Según el informe de Regalado, la base impositiva total asciende a 511.800 millones de dólares, lo que representa “40.200 millones de dólares adicionales en valor imponible para el Condado”.
El tasador argumentó que “una reducción permitiría a los contribuyentes pagar un poco menos o lo mismo que el año pasado”.
El amillaramiento es un cálculo matemático que se aplica al valor tasado de una propiedad para calcular los impuestos a pagar. Representa cuántos dólares se deben a las arcas condales por cada 1.000 dólares del costo de la propiedad.
Mayor presupuesto
Los impuestos a la propiedad representan alrededor del 37% del presupuesto operativo del Condado, según cifras del tasador Regalado.
Esta dependencia hace que cualquier ajuste en las tasas de amillaramiento tenga implicaciones profundas tanto para los contribuyentes como para la capacidad del Condado de mantener servicios esenciales.
No obstante, el crecimiento exponencial del presupuesto bajo la administración de Levine Cava ha generado cuestionamientos sobre las prioridades de gasto.
Desde que Levine Cava asumió como alcaldesa en noviembre de 2020, el presupuesto total anual ha aumentado en unos 4.000 millones de dólares, mientras que el presupuesto operativo creció más de 2.000 millones en el mismo período. Paralelamente, el número total de empleados pasó de 28.409 a 31.252.
La decisión final sobre el amillaramiento para 2025-2026 recae en los comisionados del Condado y la alcaldesa. Las audiencias presupuestarias programadas para septiembre serán clave para decidir si Miami-Dade proporciona alivio económico a sus residentes mediante una reducción en el amillaramiento.
Posición cautelosa
La alcaldesa Levine Cava ha adoptado una postura cautelosa respecto a los impuestos a la propiedad para el presupuesto 2025-2026. En una comunicación oficial del 31 de marzo, la edil reafirmó su compromiso con la responsabilidad fiscal y la protección de los dólares de los contribuyentes.
Levine Cava destacó los logros de su primera administración “para aliviar la carga del creciente costo de vida, haciendo recortes históricos en las tasas de impuestos durante dos años consecutivos”, con “inversiones clave en la mejora de la calidad de vida”.
Para el presupuesto 2025-2026, la alcaldesa reconoció que el Condado enfrenta “enormes tensiones en nuestros recursos” debido a factores como los costos de transición hacia las nuevas oficinas constitucionales autónomas: Alguacil, Recaudador de Impuestos, Tasador de la Propiedad, Supervisor de Elecciones, y Secretario de los Tribunales y Contralor.
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