El vicepresidente Mike Pence resumió en dos líneas la gravedad de la crisis en Venezuela: “Venezuela es un estado fallido y, como tal, no tiene fronteras. Por lo tanto, es un peligro para todo el hemisferio”.
El vicepresidente Mike Pence resumió en dos líneas la gravedad de la crisis en Venezuela: “Venezuela es un estado fallido y, como tal, no tiene fronteras. Por lo tanto, es un peligro para todo el hemisferio”.
Estas palabras las pronunció en el centro de oración Iglesia de Jesús, en la ciudad de Doral, este 1ro de febrero. Acompañaron a Pence el gobernador de Florida, Ron DeSantis; los senadores republicanos Marco Rubio y Rick Scott; el congresista republicano Mario Díaz-Balart, y Carlos Vecchio, nombrado por el presidente encargado Juan Guaidó como encargado de negocios de Venezuela en Washington.
“No es el momento del diálogo sino de la acción. Llegó la hora para acabar, de una vez por todas, con la dictadura de Maduro”, enfatizó el vicepresidente en medio de los aplausos y la euforia de los asistentes que ocupaban un auditorio de no más de 300 personas.
“Siguen las presiones diplomáticas y económicas, pero todas las opciones están sobre la mesa”, añadió Pence. A renglón seguido, lanzó una advertencia directa a Maduro: “haría bien la dictadura de Maduro en no retar la voluntad de Estados Unidos”.
Al mismo tiempo anunció una ayuda humanitaria, por parte de Estados Unidos, por un valor de 100 millones de dólares. Y llamó “a todos los países del mundo a que apoyen a Juan Guaidó”.
La isla
En su intervención Pence también se refirió a Cuba. Según el segundo a bordo de la administración Trump, “el único apoyo que tiene Maduro es de los comunistas en la isla. Ellos son los imperialistas”, puntualizó.
Afirmó de manera enfática que “el tiempo ha llegado para liberar a Venezuela de Cuba”. Y lanzó vivas por una Cuba libre y democrática.
Prometió que Estados Unidos estará hasta el final con quienes buscan restablecer la democracia en el país petrolero. “Si se toman las calles, no están solos. Los acompañan Estados Unidos y los países amantes de la libertad”.
Todos los que intervinieron, coincidieron en que no hay lugar para las negociaciones. Díaz-Balart fue especialmente punzante al respecto: “Si hay negociación con el señor Maduro es para definir cómo y cuándo deja el país, va a la cárcel o a ver a Jesucristo”.
Rubio tampoco apoya acuerdos o diálogos con Maduro. “Él ha manipulado las negociaciones con el fin de ganar tiempo”, enfatizó.
Indicó que los venezolanos deben “recobrar su dignidad y ser dueños de su futuro. Es el momento de actuar y proteger a los compañeros, a la familia, y no al régimen”.
También lanzó una advertencia al gobernante venezolano, al decirle que le queda “poco tiempo para salir del poder, pero cuando se cierre esa oportunidad, no tendrá otra alternativa”.
Añadió, en un tono sarcástico, que “Maduro ha convertido al presidente Trump en un terrible enemigo”.
Al respecto, el senador y exgobernador de la Florida, Rick Scott, acotó “gracias a Dios por el presidente Trump”. Dijo que el tiempo de Maduro ha terminado y se requieren elecciones libres y justas.
Rubio exaltó la valentía de Guaidó, que “está asumiendo grandes riesgos, eso nos inspira. Ustedes no están solos. El mundo está observando y celebrará con ustedes cuando llegue la democracia a Venezuela”.
Al referirse a los militares, dijo que la mayoría de ellos no apoya a Maduro “pero tienen miedo”. Les advirtió que cuando se vaya Maduro, “los dejará a ustedes, como se dice en cubano, embarcados”.
Proclama
“En momento y punto de la historia, yo soy un venezolano”, afirmó el gobernador DeSantis, quien arrancó fuertes aplausos de la concurrencia.
Anunció que su gobierno expidió una proclama en la que dice que el pueblo de Florida está con el de Venezuela, rechaza el régimen de Maduro, y quiere la libertad y la democracia para ese país.
Por su parte Vecchio agradeció a Trump su compromiso por apoyar la democracia en Venezuela, y destacó en Pence el ser “un hombre de principios y de valores universales, inspirados en los padres fundadores”.
El dirigente venezolano en el exilio prometió hacer “todo lo que podamos para lograr el cambio político en Venezuela”.
El documentalista venezolano, Gustavo Tovar Arroyo, quien asistió al evento como invitado especial, destaco que “el gesto que ha tenido la administración Trump es inédito frente al horror que estamos viviendo los venezolanos.” Recalcó que se “nota una gran articulación entre el ejecutivo nacional del poder ejecutivo, dirigido por el presidente encargado Juan Guaidó, y la administración Trump”.
“Todos aspiramos a que haya una transición pacífica pero para que eso suceda se necesita que las fuerzas armadas recapaciten, se pongan al servicio del presidente legítimo, sofoquen y neutralicen las fuerzas insurrectas paramilitares del chavismo. Un gran clamor nacional del pueblo puede producir un efecto psicológico en los que hoy detentan las armas”, expresó Tovar Arroyo.
Por su parte, Ramón Muchacho, exalcalde de Chacao, y también invitado especial, explicó que “las posibilidades de que un grupo militar actúe contra el usurpador [Nicolás Maduro] y sea exitoso son relativamente bajas en Venezuela. Maduro nunca va a entregar el poder, tiene que ser desalojado del poder por la fuerza, y si no lo hace la fuerza armada nacional, entonces sólo queda la opción de que lo hagan los ejércitos de otros países, una coalición internacional”.