jueves 23  de  octubre 2025
FELICIDAD

Nace Lía, hija del periodista Alexis Boentes y su esposa Lili Egüe

La dulce espera culminó el pasado 15 de octubre, cuando ambos padres hicieron realidad su sueño de tener un hijo gracias a un tratamiento de Fertilización in Vitro (IVF), un ejemplo de cómo la ciencia puede convertirse en aliada de la vida

Diario las Américas | Carlos Armando Cabrera
Por Carlos Armando Cabrera

Miami — La familia Boentes Egüe celebró la llegada de su hija, Lía, quien nació por cesárea en el Baptist Hospital South Miami, rodeada de la alegría de sus padres y seres queridos.

La bebé pesó 7.11 libras y midió 19 pulgadas. Es la primera hija de Lili y Alexis Boentes, periodista del canal local Telemundo 51. En entrevista exclusiva para Diario Las Américas, ambos compartieron su felicidad y contaron cómo los avances médicos les permitieron cumplir uno de sus mayores sueños: convertirse en padres.

Alexis, visiblemente conmovido, relató lo que significó para él esta nueva etapa de su vida y cómo la ciencia y la fe se unieron para hacer posible su paternidad.

¿Qué factores los llevaron a tomar la decisión de recurrir a la fertilización in vitro?

Durante mucho tiempo nos cuidamos para evitar un embarazo, porque sentíamos que no estábamos listos para asumir esa responsabilidad, a pesar de que llevamos 12 años de relación. Cuando finalmente llegó el momento, los resultados de estudios médicos indicaron dos opciones: recurrir a la ayuda de la ciencia o intentarlo de manera natural. Pero ese segundo camino podía demorar años, sin garantía de éxito, por lo tanto, escogimos el primero. Confieso que en esa etapa aún no estábamos muy conscientes de lo que vendría, pero era la mejor opción para nuestra meta de formar una familia.

¿Cómo se sienten ahora?

Aunque sigue siendo un camino lleno de incertidumbre, ahora sentimos que lo logramos. Aunque sabemos que las próximas etapas también son desafiantes, ¡estamos listos! Ya está con nosotros y aunque en esta primera semana apenas dormimos, la felicidad que sentimos es inexplicable.

Alexis, en tu experiencia, ¿cómo has visto el sacrificio de Lili durante este proceso? ¿Qué papel has jugado tú en este camino?

La verdad es que el mayor sacrificio lo ha hecho Lili. Ella es la que ha tenido que someterse a los tratamientos, las inyecciones, los exámenes, y todo lo que implica preparar su cuerpo para el embarazo. Las hormonas que toma simulan lo que ocurre en un embarazo natural, y es un proceso bastante difícil. A mí me corresponde ser el apoyo emocional y práctico. Incluso, me he convertido en su enfermero, la ayudo con las inyecciones y le recuerdo los medicamentos que debe tomar. Aunque no tengo el mismo desafío físico, mi labor ha sido y es estar allí para ella en todo momento, ser su apoyo constante y asegurarme de que se sienta acompañada en cada paso.

Para Lili, todo sacrificio valió la pena. Las horas de desvelo en estos primeros días carecen de importancia frente a la inmensa felicidad de tener a su hija en brazos, un amor que —como ella misma dice— “borra cualquier cansancio y llena el alma de luz”.

¿Como mujer, cuáles fueron tus pensamientos cuando comenzaron a considerar la fertilización in vitro?

Fue un proceso lleno de emociones. Al principio, nos sentíamos un poco inseguros sobre dar ese paso. Sin embargo, el deseo de formar una familia fue mucho más fuerte que nuestros miedos. Sabíamos que era una decisión importante, y aunque el camino no ha sido fácil, nos sentimos agradecidos por las opciones que la ciencia nos ha brindado.

¿Podrías explicar en qué consiste el proceso de fertilización in vitro y cómo lo viviste?

Es un tratamiento que involucra la extracción de óvulos de los ovarios, que luego se fertilizan con esperma en un laboratorio. Una vez que los óvulos se fertilizan y se desarrollan en embriones, uno de ellos se selecciona para ser transferido al útero. Es un proceso largo y, para mí, comenzó con la estimulación hormonal para producir varios óvulos, seguido de un procedimiento para extraerlos. Después vino un tiempo de espera para saber cuántos óvulos fertilizaron y se convirtieron en embriones, y de ellos, cuáles estaban listos para ser transferidos. Pasamos por una serie de pruebas y decisiones, siempre con la guía de nuestra doctora, Katherine Palmerola, de IVFMD South Miami, hasta llegar al momento de la transferencia del embrión. Fue emocionalmente desafiante, pero también esperanzador saber que la ciencia nos daba una oportunidad que no hubiéramos tenido de otra manera.

¿Qué aspectos del proceso de fertilización in vitro te parecieron los más desafiantes?

Sin duda, el proceso físico y emocional fue lo más difícil. La cantidad de pruebas, las visitas constantes al médico, las hormonas… todo esto puede ser abrumador. Pero también aprendí mucho sobre mi cuerpo y sobre la importancia de mantener una mentalidad positiva. Finalmente, ¡se logró el milagro!

¿Cómo ha influido este proceso en tu relación con Alexis?

Nos ha unido aún más. Ha sido una experiencia que nos ha mostrado la importancia de la paciencia, la comunicación y el apoyo mutuo. Sabemos que, sin importar los retos, estamos unidos en esto.

Para ambos, tomar la decisión no fue tarea fácil; implicó valentía, esperanza y una profunda fe en que el amor y la ciencia los guiarían hacia el regalo más grande: concebir una vida juntos.

¿De qué manera el costo del tratamiento formó parte de la decisión?

La fertilización in vitro es costosa, y aunque teníamos claro que queríamos seguir adelante, la preocupación por el costo era real. Afortunadamente, tuvimos la suerte de contar con un seguro médico que cubría una parte de los gastos, lo que hizo que fuera más accesible. Sin ese apoyo, el proceso hubiera sido mucho más desafiante. Entre los planes de la nueva administración, está lograr que la fertilización in vitro sea más accesible. ¡Me parece una excelente idea! Eso permitirá que las parejas se enfoquen más en el proceso, que es muy complicado, sin estar tan preocupadas por las finanzas, algo que, en este tipo de decisiones, puede ser un gran obstáculo para muchos.

Muchas parejas pasan por este proceso, pero lo mantienen como algo íntimo. ¿Por qué decidieron compartir su experiencia con los demás?

Decidimos contar nuestra historia porque sabemos que no estamos solos en este camino. Hay muchas parejas que atraviesan lo mismo, y a veces, el solo saber que no están solas puede brindarles un gran consuelo. Queremos compartir nuestras experiencias, no solo para brindar esperanza, sino también para normalizar algo que, aunque muy común, sigue siendo un tema delicado. Al abrirnos, esperamos que otras parejas se sientan apoyadas y comprendidas. La fertilización in vitro es un proceso desafiante, pero también es una oportunidad increíble, y creemos que es importante hablar sobre ello para que todos sepan que hay alternativas y que la esperanza siempre está presente.

¿Qué consejos les darían a otras parejas que estén considerando este camino?

Les diríamos que no tengan miedo de buscar ayuda y de tomar decisiones basadas en lo que sienten. Lo más importante es recordar que no están solos en este proceso. Hay muchas personas dispuestas a apoyarlos y al final, todo ese esfuerzo tendrá sentido.

Un capítulo lleno de amor

Luego de la conversación, sosteniendo a Lía entre mis brazos y habiendo acompañado cada momento del embarazo y la intensa noche de su nacimiento, queda claro que su llegada no solo representa la realización de un sueño para Lili y Alexis, sino también un triunfo lleno de emoción que ha llenado de alegría a todos los que los rodean.

Como amigo cercano y presente en esta historia, celebro junto a ellos este nuevo capítulo lleno de amor, gratitud y esperanza.

Desde Diario Las Américas, extendemos nuestras felicitaciones a los orgullosos padres y damos la más cálida bienvenida a la nueva integrante de esta querida familia.

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