@LuisLeonelLeon / [email protected]
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“Cuando pienso en el radicalismo islámico prefiero vincularlo a un movimiento político totalitario, secular incluso, no necesariamente como una gran religión como puede ser el cristianismo o el judaísmo”, dijo el analista uruguayo Luis Fleischman en el foro Radicalismo islámico en las Américas, realizado en el Interamerican Institute for Democracy (IID), en Miami.
La incitación de la Hermandad Musulmana
Fleischman, asesor del Center for Security Policy y experto en temas del Medio Oriente, centró su conferencia en la Hermandad Musulmana (HM), movimiento fundado en 1928 por Hasan al-Banna, considerado el padre del islamismo moderno.
Para el especialista en asuntos de seguridad nacional de EEUU, América Latina, política exterior y fenómenos de trascendencia internacional, la Hermandad Musulmana es “un concepto volátil, no muy definido y a su vez la nave nodriza de los grupos extremistas musulmanes”.
“La HM surge como protesta contra la vida secular que generó el colonialismo británico en el Medio Oriente, contra la vida secular en Turquía y particularmente en Egipto”, explicó Fleischman, quien ha enseñado Sociología y Ciencias Políticas en Barry University y Florida Atlantic University, entre otros centros.
Sayyid Qutb, miembro del Consejo de Orientación y responsable de la Sección de Propaganda de la HM, es un personaje clave en el radicalismo islámico moderno.
“Qutb no únicamente rechazaba cualquier tipo de vida occidental sino que hablaba del restablecimiento del poder divino y no sólo de reafirmar al mundo árabe sino conquistar el mundo occidental”, precisó Fleischman, doctor en Sociología por la New School for Social Research de New York y graduado de la universidad de Tel Aviv, en Israel.
“Un musulmán no tiene más nacionalidad que su fe” es una frase que identifica el pensamiento de Qutb, cuyos escritos inspiraron a los fundadores de grupos radicales islamistas, incluyendo la Yihad Islámica y Al Qaeda. Qutb fue ejecutado en 1966 por Gamal Abdel Nasser, militar y estadista egipcio, principal líder político árabe de su época, impulsor del panarabismo y del socialismo árabe y presidente de Egipto desde 1964 a 1970.
“La persona que le vuelve a dar entrada a la HM es Anwar el-Sadat, el mismo que firma los Acuerdos de Paz con Israel y lo hace por dos razones: primero porque él también era enemigo de Nasser y luego porque era enemigo de los rusos tal como lo era la Hermandad Musulmana, que tiene ciertos espacios bajo Sadat pero finalmente rompe con Sadat a raíz de los Acuerdos de Paz en noviembre de 1977”, manifestó el investigador, para quien la HM trasciende la política y la religión. Y afirmó:
“La HM no es solamente un partido político como sucede en Jordania o Túnez, sino que además apoya la violencia. Lo han hecho en Afganistán en contra de los americanos y de los rusos. Apoyan la violencia sunita en Irak, apoyan la violencia de Hamás, que es un derivado de la HM”.
Hamás es el Acrónimo de Movimiento de Resistencia Islámico, alineación palestina que se define como yihadista, nacionalista e islámica, declarada como organización terrorista por el Departamento de Estado de EEUU y un grupo proscrito por el Reino Unido. El propósito fundamental de Hamás, explicado en su carta fundacional, es el establecimiento de un Estado islámico en la región histórica de Palestina, que serían los actuales territorios de Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza, con una capital en Jerusalén.
Fleischman destacó la existencia de un exilio musulmán en países como EEUU, personas que tuvieron que escapar de sus países por ser perseguidos por la Hermandad Musulmana.
“Pero en el año 1991, una persona que vive en EEUU, escribió el Memorándum Explicativo de la HM, donde se expone cuál debería ser la función de los musulmanes en occidente, que no es solamente hacer terrorismo, sino tratar de hacer lo que el teórico marxista italiano Antonio Gramsci llamaba hegemonía: penetrar la sociedad donde viven, conquistar las organizaciones musulmanas, conquistar primero el alma de los musulmanes y luego tratar de influir en las políticas de los gobiernos hasta finalmente conquistar la sociedad occidental entera y aplicar la ley islámica o sharia”, resaltó.
La sharia ha sido instituida como ley en países autodefinidos como Estados islámicos y no sólo establece un código religioso sino que codifica la conducta y rige todos los aspectos de la vida de quienes habitan esos Estados.
Para Fleischman resulta muy peligroso que un grupo radical como la HM, “que penetra la sociedad y trata de influir, haya tomado el poder de organizaciones como el Council on American-Islamic Relations (CAIR), que tiene una sucursal grandísima en Florida y fuera fundado gente por asociada a Hamás”.
“Tanto CAIR como ISNA [Islamic Society of Norte America], que es la organización grande ligada a la HM, fueron encontrados conspiradores no procesables de un caso de fraude donde se usaban organizaciones caritativas para enviar dinero a Hamás. Otro elemento de la inocencia que hay en este país es, por ejemplo, Abdul Rahman Al-Amoudi” [exactivista musulmán estadounidense conocido por fundar el Consejo Musulmán Estadounidense, quien se declarara culpable de cargos financieros y conspiración en 2004, por lo que fue condenado a 23 años de prisión].
“Al-Amoudi, que estuvo ligado a Al Qaeda [organización paramilitar yihadista] y a Hamás, fue la persona que logró embaucar al Departamento de Estado de EEUU y le nombran embajador musulmán en el resto del mundo. Ese hombre estuvo hablando por el mundo en nombre de EEUU y en realidad era una persona que apoyaba el yihad. Y qué hablar de los casos de yihadistas que llegaron a ser oficiales del ejército”, apuntó el autor de Latin America in the Post-Chavez Era: The Threat to U.S. Security.
El experto advirtió en que “hay mezquitas con un doble discurso: hacia afuera condenan el terrorismo y hacia dentro tienen un discurso ambiguo” y que la “mayoría de los musulmanes que viven en América Latina son de origen sunita. Hay allí un potencial donde la HM puede llegar a crear problemas”.
“Concluyo con un dato importante que ha aportado el Comando Sur: el 10% de las personas que se infiltran desde la frontera sur hacia EEUU son de origen sunita. Significa que puede llegar a haber una actividad no solamente de Irán, que venimos denunciando desde hace tantos años, sino también de estos grupos sunitas radicales que tienen un origen en la HM y que pueden estar relacionados con ISIS, Al Qaeda y otros. Yo no acuso a la HM de ser un grupo terrorista, pero sí de tener un discurso que puede llegar a incitar al terrorismo”.
Salafismo: adoctrinamiento y radicalismo
“La definición de radicalismo islámico es muy occidental, lo cual es un error inicial si queremos comprender sus actos de terrorismo. Para entender los métodos de un asesino serial, un detective debe intentar adentrarse en la mente del asesino, pensar como él. Y eso es lo que tenemos que hacer para entender qué hacen, qué buscan y por qué actúan así estos musulmanes”, dijo en el foro el analista en temas de política internacional, José Brechner. Y enfatizó:
“Si hablamos de islamismo radical tendría que haber un islamismo moderado. Pero no existe un Corán moderado ni un Corán radical. Existe el Corán. Existe el Islam. Nuestra concepción occidental de moderación es completamente distinta a la que ellos tienen”.
“Es esencial conocer que Islam significa sumisión, subyugación, sometimiento a sus leyes”, señaló Brechner, nacido en Cochabamba, Bolivia, en el seno de una familia judía, para quien “la guerra del Islam no comenzó la semana pasada ni con las Torres Gemelas. Comenzó el día en que el guerrero Mahoma inventó su religión y escribió el Corán atribuyéndose dotes de profeta”.
Arabia Saudí adoptó hace unos 200 años el salafismo, “corriente muy extrema que trata de llevar las palabras del Corán a los hechos cotidianos. Si dice matar, matan. Si dice decapitar, decapitan”, alertó Brechner, quien presidió la Comisión de Política Internacional del Congreso Nacional de Bolivia.
“Claro que si un musulmán ha nacido en Italia o EEUU va a hablar de las partes digamos más bonitas de El Corán, pero si está en otros países donde ya son una fuerza como sucede en Francia, Suecia, Alemania, donde la población musulmana excede la población policial y en algunos casos hasta supera en número a los ejércitos, va a hablar de las partes más sangrientas del Corán, que son muchas”, apuntó el también periodista, cuyos artículos aparecen en diversas publicaciones de EEUU y Latinoamérica. Y añadió:
“Hay dos maneras de la yihad: la defensiva y la ofensiva. Algunos que hablan de la yihad latente, que es la que todavía no se manifiesta públicamente. En la yihad defensiva absolutamente todos los musulmanes deben participar, hombres mujeres, niños, no importa su edad ni su estado físico. Esa es la yihad a la que convocó Osama Bin Laden. Y la ofensiva es en la que ellos ya son mayoría y tienen la obligación de atacar a los que no son musulmanes para obligarlos a convertirse y someterlos a sus leyes. Es su guerra santa. Esto nadie lo quiere decir pero es lo que estamos viviendo. Ellos son educados desde niños con esta ideología, no conocen de política, conocen de Islam, que es lo que gobierna todas las actividades de su vida”.
“El wahabismo tomó fuerza en Arabia Saudí cuando en el siglo XX se volvieron muy ricos y pensaron que podían dominar. Empezaron a crear libros de textos donde puedes estar leyendo una lección de biología o cualquier tema que no tiene que ver con religión y de pronto dice ‘un mártir suicida es lo más cercano a un profeta’. Eso en un libro de texto para niños de ocho años. Un adoctrinamiento permanente con el que lograron dominar el Medio Oriente, África y están entrando en América Latina y definitivamente en Europa”, expresó Brechner, para quien “estamos viviendo la Guerra Santa, “que es la guerra más peligrosa en la historia de la humanidad y la mayoría de las personas no lo ve”.
“Es muy peligroso que pretendamos lidiar con el radicalismo islámico de manera civilizada. La única manera de ganar una guerra es peleando y derrocando al enemigo. Islam y democracia son completamente opuestos. El islamismo no cree en el libre albedrío. Para ellos las personas no pueden tener el poder de elegir y tomar sus propias decisiones. Y todo el que se oponga a su régimen debe ser exterminado”.
Radicalismo islámico en Hispanoamérica
“Hablar de radicalismo islámico es una convención", afirmó César Vidal, historiador, escritor y comunicador español residente en EEUU desde 2013, "pues en realidad desde la aleya sexta de la sura novena del Corán, la intransigencia en el Islam puede terminar siendo muy sangrienta”.
["Y cuando hayan transcurrido los meses inviolables, matad a los asociadores donde quiera que los encontréis. Capturadlos, sitiadlos y tendedles toda clase de emboscadas, pero si se retractan, establecen el salat y entregan el zakat, dejad que sigan su camino. En verdad Allah es Perdonador y Compasivo" (Sura 9:5). Su paralelo doctrinal se encuentra en otra sura, la 99:6, donde se afirma el final de la tolerancia señalando que la gente del libro (judíos y cristianos) que se han negado a creer en el islam "son lo peor de todas las criaturas"].
Para Vidal, "uno de los detonantes de la radicalización musulmana es la lucha contra la ocupación extranjera, cosa que no se da en Hispanoamérica, pues los musulmanes en nuestra región no se ven en medio de esto”, precisó el historiador, ganador de múltiples premios por sus libros, varios de ellos de temática espiritual. Y continuó:
“El segundo gran fenómeno de radicalización, que tampoco se da en Latinoamérica, es la quiebra del Estado. En naciones donde se ha producido una quiebra del Estado como Libia, Irak, Siria o Egipto, la radicalización ha sido inmediata, pues se ha producido un vacío del poder, y ese radicalismo, que en muchos casos ha sido terrorista, se ha lanzado inmediatamente a la conquista del poder provocando una revolución islámica, una guerra civil”.
Vidal considera que la crisis que sufre la sociedad actual es, fundamentalmente, de carácter espiritual y, precisamente por ello, es pesimista sobre la posibilidad de que pueda ser solventada por instancias políticas, sindicales o económicas. El autor de libros como El judío errante, La ciudad del azahar, Mahoma, el guía o Buda, el príncipe, duda de que en la actualidad en Hispanoamérica sea posible una radicalización musulmana producto de la emigración masiva:
“Como sí es el caso de Europa occidental, donde la radicalización violenta actúa como un elemento de testación de aguante del poder. Ahora mismo Suecia, que para muchos en nuestra infancia era el Estado perfecto, está a punto de convertirse en un Estado fallido porque la inyección de inmigración islámica no puede ser ya metabolizada por Suecia y los atentados terroristas que se producen en Europa intentan de ver la capacidad de resistencia de los Estados europeos y de momento lo que van comprobando es que su capacidad de reacción es mínima”.
En Latinoamérica, según Vidal, el islamismo va de la mano de Arabia Saudí y de Irán, dos expresiones con una enorme ansia de expansión espiritual y política.
El autor de El testamento del pescador (el libro de temática espiritual más vendido en España en 2004 a excepción de La Biblia) considera que los islamistas “han usado a Latinoamérica históricamente como base para la financiación y lograr una logística. Y en ambos casos es más peligroso de lo que parece. Hay que reconocer la inmensa capacidad de captación del radicalismo islámico, que por suerte no ocurre en Latinoamérica con la misma fuerza que sucede en Europa”.
“Pero su entrada en las universidades, su posibilidad de captar sectores de la política a través de la diplomacia, su peso en las organizaciones no gubernamentales, algunas de ellas financiadas no por un determinado Estado sino por la Unión Europea, o la afectación de palabras mordaza como islamofobia, que es una palabra con una capacidad enorme de mordaza, que no la utilizan sólo los musulmanes, puede resultar un gran peligro”, apuntó el también columnista de este rotativo. Vidal además señaló:
“Por ejemplo, si tú ahora te quieres defender de cualquier cosa, le añades la palabra fobia detrás, y eso coloca al que no piensa como tú en una pésima situación ideológica y mediática. Y el no reconocer esa capacidad de captación creciente, muy acelerada en los últimos años, es muy peligroso”.
“El radicalismo islámico hay que contenerlo ahora que todavía puede ser identificado. Hoy en Latinoamérica es un fenómeno relativamente reducido e identificable, pero mañana puede ser un problema mucho más grave, más difícil de identificar, de combatir y desgraciadamente no limitado a Hispanoamérica, pues ésta sería la plataforma desde la que los ataques se podrían producir de una manera mucho mas masiva y peligrosa que la que puede llegar a pensar un ciudadano promedio en EEUU”.
En el evento en IID estuvieron presentes los intelectuales Carlos Alberto Montaner, Armando Valladares y Carlos Sánchez Berzaín, quien introdujo el tema en el contexto de las Américas del siglo XXI.