MIAMI.- La propuesta de ley que prohibiría a empleadores, incluyendo autoridades gubernamentales, exigir una prueba de COVID o el uso de mascarillas avanza en la Cámara de Representantes después de ser aprobada por un comité especializado.
MIAMI.- La propuesta de ley que prohibiría a empleadores, incluyendo autoridades gubernamentales, exigir una prueba de COVID o el uso de mascarillas avanza en la Cámara de Representantes después de ser aprobada por un comité especializado.
La propuesta HB 1013 prohibiría además a empresas y entidades gubernamentales negar servicios a las personas que no quieran usar mascarilla o someterse a pruebas de COVID, lo que podría incluir centros médicos y consultorios, además de escuelas y otras instituciones educativas.
De esta manera, se prohibiría despedir o negarse a contratar personas en función del "estado de recuperación posterior a la infección o la falta de la persona para realizar una prueba COVID-19", y podrían enfrentar multas de hasta 5.000 dólares por cada violación de la medida.
El representante republicano Griff Griffitts, de Panama City, en el noroeste de Florida, presenta la norma y argumenta que está diseñada para combatir la discriminación.
“Sabemos que las cosas han cambiado drásticamente en los últimos dos años, y debemos tener eso en cuenta. Todo lo que está haciendo es eliminar las prácticas discriminatorias de lo que hemos aprendido en los últimos dos años, que las personas estaban siendo discriminadas (no usar mascarillas o someterse a la prueba)”, expuso Griffitts.
En efecto, muchos floridanos estimaron que uso obligatorio de mascarillas o el sometimiento a pruebas violaban sus derechos civiles de elección, mientras otros que acataban las medidas reclamaban el derecho a no ser contagiados por quienes no seguían las normas.
En otro aspecto, la representante demócrata Marie Woodson, de Hollywood, planteó: “La palabra clave es empresa privada. Las empresas privadas tienen derecho a tomar sus propias decisiones”.
Por otra parte, el consultor político Andrés Sánchez, de la firma Sánchez & Associates, alegó que “la creciente fuerza contra todo lo que fue usado para combatir la pandemia, desde mascarillas hasta vacunas, es preocupante”.
Y añadió: “Sería bueno reconocer que gracias a esas medidas pudimos parar los contagios y las muertes”.
Tres años después del comienzo de la pandemia, las cifras suman cerca de siete millones de muertes en el mundo, 1.1 millones en Estados Unidos, casi 87.000 en Florida y 6.500 en el condado Miami-Dade.