MIAMI.- Después de haber cumplido 35 días en huelga de hambre en un correccional de Florida, Flavio Santisteban, quien reclama la intervención de la justicia federal en su caso, dijo en conversación telefónica con DIARIO LAS AMÉRICAS, que se siente débil, con una sed permanente, pero que le cuesta trabajo beber agua porque su cuerpo la rechaza.
Santisteban, condenado a 17 años bajo cargos de homicidio involuntario por la muerte de 4 personas en un accidente del que también fue víctima en 2005, declaró el ayuno prolongado el 28 de agosto pasado tras recibir la noticia de que le había sido negada la apelación de la sentencia que tanto él como sus familiares y el activista de derechos humanos, exembajador Armando Valladares, aseguran, “se emitió de manera arbitraria y en un proceso lleno de irregularidades”.
Aunque la madre de Santisteban, Rosario Yara, así como Valladares, califican de favorable que Santisteban haya comenzado a recibir atención médica, también han manifestado que temen por la vida del reo, quien hasta el 2 de octubre había perdido 41 libras de peso corporal y admite sentirse muy débil.
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Cuando estaba por cumplirse el mes de que Santisteban iniciara la huelga, DIARIO LAS AMÉRICAS, a través de una llamada telefónica contactó a un oficial de nombre Steven, que responde al caso en cuestión en Wander Everglade Correctional Institution.
A pesar de que la noticia del ayuno de Santisteban ha sido divulgada por varios medios de comunicación en el sur de la Florida y que según su madre, su hijo comunicó su decisión a varios oficiales del correccional antes de declararse en huelga, el oficial Steven aseguró a DIARIO LAS AMÉRICAS que estaba desinformado al respecto.
No obstante, después de varias llamadas telefónicas dirigidas al correccional, Santisteban comenzó a recibir atención en la enfermería de la prisión, a donde le miden los signos vitales y le toman el peso corporal.
Como parte de las gestiones impulsadas por Valladares, el pasado 26 de septiembre, el exembajador envió una carta a Francisco Acosta, director del centro penitenciario donde cumple condena Santisteban.
En la misiva, Valladares informaba al funcionario del sistema de prisiones que la vida de Santisteban corre peligro por el ayuno y que resulta urgente le suministren atención médica en la enfermería.
Rosario Yara llamó la atención acerca de la distancia que debe recorrer su hijo entre la celda y la enfermería del penal, teniendo en cuenta lo débil de su estado físico.
Asimismo, el exembajador indica en su comunicación al director de la prisión que “el juez Streitfeld y la fiscal Newman, del condado Broward, y todos aquellos que [Valladares presume] recibieron dinero de los 50 millones de dólares [de una póliza de seguro] estarían más que felices si Santisteban y yo muriéramos”.
El reo inició una huelga de hambre indefinida llamando la atención de la Justicia federal para que investigue el proceso que terminó con una condena a 17 años de cárcel en su contra, en medio de denuncias de sus abogados y del exembajador Valladares por presuntas irregularidades para cometer un fraude a una compañía de seguros.
Según Valladares, en el caso de Santisteban, quien paga condena por la muerte de cuatro personas en un trágico accidente de carretera ocurrido en el Turnpike de la Florida, tenía que existir un culpable para poder cobrar el millonario monto del seguro.
Los hechos
Flavio Santisteban conducía un camión cargado de gasolina por el Turnpike el 11 de febrero de 2005. Según su testimonio, sintió un golpe en la parte trasera de la rastra y se salió de la carretera. Después de detener la marcha, abandonó el vehículo y fue a auxiliar a las cuatro personas que viajaban en el vehículo con el que había colisionado.
FLAVIO SANTIESTEBAN
CORTESÍA
Santisteban dijo que lo siguiente que recuerda es cuando despertó en un hospital con el cuerpo severamente quemado, y que junto a él se encontraba Cari Ann, quien hasta hace alrededor de 4 años era su esposa. Ella le comunicó que los cuatro pasajeros del vehículo habían muerto.
Las víctimas del siniestro fueron Gloria Meryl Halpern, Anita Epstein, Alain B. Klein y Deborah Klein, todos pertenecientes a familias judías de “gran poder económico”, según la madre de Santisteban.
El cubano fue originalmente sentenciado a 36 años de prisión tras ser declarado culpable de homicidio involuntario, pero su sentencia se redujo a 17 años tras una revisión del caso y teniendo en cuenta algunas particularidades del proceso como los comentarios religiosos realizados por el primer juez, en los que se basó al momento de dictar la condena.
Supuestas irregularidades
El exembajador Valladares, que cuestiona la transparencia y eficacia con que se manejó el proceso en contra de Santisteban, enseñó a DIARIO LAS AMÉRICAS una serie de documentos que califica como “evidencias desestimadas” en el caso del cubano de padres españoles.
Una de esas pruebas presentadas por el activista de derechos humanos, consiste en la copia del reporte realizado por el oficial de la Florida Highway Patrol (Policía de Carreteras de la Florida) que atendió el caso a las 10:59 de la noche del 11 de febrero de 2005, y quien firmó el documento como “Trooper O. E. Álvarez”, con el distintivo o badge número 0141/0479, según se lee en el documento.
“Cuando ya va a empezar el juicio [contra Santisteban], apareció un informe de policía distinto al original y entonces la mujer drogada [bajo el efecto de medicamentos controlados], que iba conduciendo [según el nombre que muestra el primer reporte], “la sientan atrás”, y aparece como pasajera. Pero fueron muy torpes en la falsificación de ese nuevo informe policíaco, porque con un bolígrafo, bajan la velocidad de 65 [que se observa en el reporte original del accidente] a 35 MPH”, describe Valladares.
Valladares conserva otras pruebas de las supuestas anomalías cometidas dentro de la fiscalía del condado Broward, que también salpicarían a un juez que goza de su retiro desde el año 2014.