MIAMI.- El gobernador de Florida, Ron DeSantis, sufrió una dura derrota en los caucus de Iowa, donde solo consiguió el 21% de los votos frente al 51% del expresidente Donald Trump, que se perfila como el favorito para la nominación republicana.
A pesar de la intensa campaña para ganar electores en Iowa, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, obtuvo 21% de los votos frente al 51% de Donald Trump
MIAMI.- El gobernador de Florida, Ron DeSantis, sufrió una dura derrota en los caucus de Iowa, donde solo consiguió el 21% de los votos frente al 51% del expresidente Donald Trump, que se perfila como el favorito para la nominación republicana.
DeSantis había apostado fuerte por Iowa, el primer estado en votar en las primarias, y había dedicado mucho tiempo y recursos a recorrer sus 99 condados, buscar el apoyo de la gobernadora Kim Reynolds y presentarse como una alternativa a Trump.
Sin embargo, sus esfuerzos no tuvieron el efecto deseado, y los electores de Iowa le dieron la espalda, prefiriendo al exmandatario que sigue dominando la carrera presidencial.
Aunque DeSantis quedó muy lejos de Trump, el gobernador floridano logró superar a Nikki Haley, la exembajadora ante la ONU, que obtuvo el 19% de los votos.
Entre ambos precandidatos republicanos ha existido una fuerte rivalidad por el segundo puesto en las preferencias de los votantes de su partido. De hecho, los ataques mutuos han sido constantes y cada vez suben más de tono.
Según algunos analistas políticos, DeSantis adoptó un tono triunfante el lunes por la noche después de superar a Haley en la contienda republicana por el segundo lugar en Iowa.
A pesar de la derrota, el titular de Tallahassee dijo en una entrevista que no se retira de la contienda y que sus próximos pasos apuntan hacia estados clave como New Hampshire y Carolina del Sur.
No obstante, el futuro político del gobernador floridano se ve ahora muy comprometido, ya que tendrá que enfrentarse a un escenario muy adverso en los próximos estados, donde Trump parte con ventaja.
Algunos analistas políticos consideran que DeSantis se equivocó al centrarse tanto en Iowa, y que debería haber buscado más apoyo en otros estados cruciales, o incluso haber esperado a una futura carrera presidencial, cuando Trump ya no esté en el panorama.
Otros, en cambio, creen que DeSantis hizo lo correcto al desafiar a Trump, y que aún tiene posibilidades de recuperarse si logra atraer a los votantes moderados y a los independientes que están descontentos con la gestión de Biden.
Lo cierto es que DeSantis tendrá que replantearse su estrategia si quiere seguir en la carrera por la Casa Blanca. Mientras tanto, Trump celebra su triunfo y se prepara para enfrentarse a Biden en las elecciones de noviembre, en las que espera revancha por su derrota en 2020.