MIAMI.- Jack Latvala, senador republicano estatal, renunció este miercoles ante la contundencia del informe de un investigador especial del senado de Florida que encontró que hay “causa probable” para determinar que dicho legislador incurrió en conductas inapropiadas como acoso sexual, comentarios ofensivos y supuesto requerimiento de favores sexuales a cambio de prebendas legislativas.
De no renunciar, Latvala habría sido expulsado del Senado como medida por violar las reglas de esa corporación legislativa. También puede enfrentar una investigación penal.
El llamado “special master”, el exjuez Ronald Swanson, indicó que esos comportamientos violan una de las reglas de esa corporación legislativa que gobierna la conducta de los legisladores.
En un reporte de 33 páginas, el exjuez Ronald Swanson (el investigador especial) recogió los diferentes momentos, a lo largo de cuatro años, en que Latvala (senador por el distrito 16, que comprenden partes de los condados Pasco y Pinellas) y su demandante, Rachel Perrin Rogers (asistente del senador) coincidieron en espacios públicos (oficinas y otras dependencias legislativas) y privados, donde el legislador tocó de manera inapropiada a su demandante en varias ocasiones, la atacó sexualmente en un ascensor del propio edificio del senado y se refirió a su cuerpo de manera insinuante y lasciva.
De acuerdo con el reporte de Swanson, tales hechos entran en violación de la norma 1.35, que establece que “cada senador o senadora deberá comportarse de tal manera que justifique la confianza depositada en él o en ella por el pueblo y, a través del ejemplo personal o del consejo a sus colegas, deberá mantener la integridad y responsabilidad de su posición”.
De acuerdo con Swanson, estaba en discusión como se aplicaría lo anterior al testimonio juramentado de la demandante. “La Constitución de la Florida da al senado estatal el pode de determinar e interpretar sus propias reglas de procedimiento”, precisó.
El proceso
El pasado 5 de noviembre, Perrin Rogers interpuso una demanda ante el presidente del comité de reglas del senado estatal, en la que alegaba supuestas conductas violatorias de la norma 1.35 por parte del legislador Latvala.
El día 16 del mismo mes, fue nombrado Swanson como investigador especial con el fin de indagar sobre las denuncias de la demandante y además para darle la oportunidad al demandado de hacer sus descargos.
La demandante empezó a trabajar en el congreso estatal en el año 2000. Latvala ha estado en Tallahassee desde 1994. Desde 2010 es senador.
El legislador negó de plano todas las acusaciones de su asistente Rogers, pero reconoció que hacía comentarios como los referidos por ella. “Si eso entra en la esfera del acoso sexual, eso es entonces algo nuevo para mí”, según testimonio que Latvala le dio al investigador especial.
Intensificación
La cronología de incidentes que describe Rogers llega a un momento de gran crudeza, cuando ella y Latvala, el pasado 11 de octubre, se encuentran en el ascensor 13 localizado en el edificio del Capitolio en Tallahassee.
De acuerdo con la descripción de la demandante, cuando entró al elevador estaban el senador y otras dos personas. “El me agarró más debajo de lo que nunca me había agarrado, es decir, no sé de qué otra manera mencionarlo… me tocó mi vagina, mi abdomen, mis senos. El hizo eso con la mano derecha, mientras con la izquierda se recostaba en la esquina del ascensor”.
Latvala negó que él hubiera estado en ese ascensor “en los últimos 60 días”, como él mismo lo indicó. En las pesquisas del investigador especial, el 10 de octubre Latvala y Rogers utilizaron su tarjeta para ganar acceso al elevador. La demandante después dijo que el incidente había sucedido el 9 de octubre.
Pero según el reporte de Swanson, no hay más información, procedente de los dispositivos que leen las tarjetas, que documentara que los dos habían coincidido en el ascensor entre el 9 y el 11 de octubre. Sin embargo, mucha gente lo utiliza sin necesidad de utilizar la tarjeta de identificación, como lo advirtió el investigador.
Cabildera
Otro momento especialmente comprometedor para Latvala, es el testimonio de una cabildera (su nombre aparece borrado en el informe) , que tuvo varios encuentros sexuales desde 1995 y durante varios años, con el acusado. Pero cuando se comprometió con su esposa actual, la cabildera creyó que se acabaría esa relación.
Ella testificó que entre 2015 y 2017, en contra de su voluntad, Latvala la tocó y manoseó cada vez que ella iba a su oficina. La cabildera creía que tolerar ese tipo de conductas era parte de su oficio.
“[…]Latvala expresamente la intimidó en múltiples ocasiones, [al decirle que]si ella accedía a tener sexo con él o se dejaba tocar su cuerpo, el apoyaría las propuestas legislativas por las que ella estaba intercediendo [como cabildera]”, expresó en su informe Swanson.
Ante las evidencias, testimonios y testigos, el investigador especial concluyó que hay causa probable para creer que Latvala está comprometido en acciones verbales y no-verbales indebidas y en contactos físicos inapropiados, todo ello en violación de la regla 1.35. del comité de reglas de esa corporación legislativa.
El investigador especial hizo, entre otras, las siguientes recomendaciones: sancionar a Latvala, lo que podría significar su expulsión; una revisión interna de la cultura del Senado, es decir, la manera en que se relacionan los senadores con sus subalternos y con los cabilderos, dentro y fuera del capitolio, y, por último, investigar por corrupción y violación del código de ética por parte de Latvala al supuestamente pedir favores sexuales a cambio de ventajas legislativas.