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jueves 5
de
septiembre 2024
MIAMI.- Silentes al principio y más tarde mostrando una mezcla de euforia y dolor, decenas de personas colmaron la noche del lunes un sector del American Airlines Arena, en el dowtown de Miami, para conmemorar con una vigilia el primer aniversario de la masacre de Orlando.
El alcalde de Miami, Tomás Regalado, quien dio la bienvenida a los asistentes, dijo que la Capital del Sol siente como suya la tragedia ocurrida en la discoteca Pulse, "por ser Miami la ciudad más diversa de los Estados Unidos".
"Esta es una ciudad que ha abrazado a todos aquellos que han sido víctima del odio, el racismo y la discriminación, y porque Miami debe levantar su voz para decir: 'Nunca más'", agregó.
El escenario donde se produjo el acto enseñaba las fotografías de las 49 víctimas de la matanza en una pantalla gigante situada detrás de la tarima principal y en dos pantallas cilíndricas laterales de una firma de televisión por cable, que ofreció su apoyo al evento.
"Ese fue un acto horrible donde 49 llamas brillantes fueron apagadas para siempre, pero nos da el ímpetu para seguir adelante", dijo al dirigirse al público Josué Santiago, voluntario de la organización sin ánimo de lucro Pipeline.
Además, señaló: "Tenemos que unirmos como una comunidad, porque el amor es amor, y no descansaremos hasta que nos reconozcan como una comunidad con derechos ante la ley".
Más tarde, los asistentes levantaron al cielo luces fulgurantes en señal de duelo por las víctimas que cayeron a manos del estadounidense de padres afganos, Omar Mateen, en la madrugada del 12 de junio de 2016.
El acto fue conducido por el presentador Enrique Santos, quien pidió un minuto de silencio por las personas que perdieron la vida de manera trágica durante una fiesta latina, y también elevó plegarias por el eterno descanso de las víctimas fatales.
De igual forma, algunos representantes de la comunidad LGTBQA expresaron su descontento por lo que denominaron "persecución de un sistema que no nos acepta".
Uno de los momentos que más lágrimas arrancó al público fue cuando voluntarios de la ceremonia subían al estrado, mostraban fotos individuales y decían uno a uno los nombres de las 49 personas muertas violentamente la noche del múltiple crimen en el club gay de la ciudad de Orlando, en el centro de Florida.