El sheriff de Broward, Gregory Tony, afirmó que se registraron supuestas fallas en la respuesta al caso; tres personas murieron y una niña estuvo secuestrada
Gregory Tony, alguacil del condado de Broward en Florida.
X SHERIFF BROWARD GREGORY TONYMIAMI.- El sheriff del condado de Broward, Gregory Tony, anunció este miércoles la suspensión de siete miembros de su oficina por presuntas fallas en su actuación durante la respuesta al triple asesinato que ocurrió el fin de semana en la localidad de Tamarac.
El funcionario atribuyó la medida a una “falta de desempeño” y anticipó posibles despidos, a lo que sumó que la orden de suspensión adoptada incluye a un teniente, a dos sargentos y a cuatro oficiales. Las identidades no habían sido reveladas.
Tony afirmó que los integrantes del departamento supuestamente no cumplieron con los estándares establecidos y aseguró que se inició una investigación interna para determinar las responsabilidades individuales.
"Nos quedamos cortos en este caso, no respondimos como debíamos en cuanto a cómo algunos miembros del personal de patrulla habían documentado ciertos hechos relacionados con llamadas que se remontan a diciembre", afirmó Tony. "Está claro que algunas de las prácticas de investigación llevadas a cabo por los detectives también fueron deficientes".
El caso, que provocó consternación en la comunidad de Tamarac, una ciudad situada al norte de Miami, dejó tres víctimas mortales, además de una niña de cuatro años que presenció los hechos.
Nathan Gingles, de 43 años, permanece detenido sin derecho a fianza en la cárcel principal de Broward como principal sospechoso. Enfrenta cargos por tres asesinatos en primer grado y secuestro, entre otras acusaciones.
Informes oficiales señalan que Gingles se presentó en la casa de su exesposa, Mary Gingles, ubicada en 5897 N. Plum Bay Parkway, y disparó contra su suegro, David Ponzer, de 64 años, quien se encontraba en el patio trasero.
Acto seguido, Mary escapó en busca de ayuda, con la intención de refugiarse en la residencia de un vecino, identificado como Andrew Ferrin, en 5888 N. Plum Bay Parkway. Gingles la persiguió y le disparó al alcanzarla, lo que provocó la muerte de la mujer, según las investigaciones.
Ferrin, el vecino de 36 años, también recibió impactos de bala y falleció en el lugar, de acuerdo con las autoridades.
La hija de la pareja, llamada Seraphine y con solo cuatro años, presenció el crimen y permaneció con Gingles hasta que las autoridades los encontraron en un Walmart de North Lauderdale. Las autoridades habían emitido una alerta Amber para tratar de dar con el paradero de la niña. La menor resultó ilesa y quedó bajo protección oficial.
La comunidad de Tamarac expresó su preocupación ante el desenlace fatal y exigió una revisión de las acciones de las autoridades.
Defensores de víctimas de violencia doméstica señalaron la importancia de brindar protección efectiva a quienes denuncian agresiones, en especial cuando existe una orden de restricción, como ocurrió en este caso.
Vecinos y allegados a las víctimas reclamaron justicia y apoyo para la menor involucrada en el caso, quien se mantiene en resguardo mientras la investigación sigue su curso.
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