“La decisión de Obama es una bofetada para nosotros”

 “Hoy siento que mataron a mi hijo otra vez, me han dado una gran bofetada”, así describió Miriam de la Peña,  madre de Mario de la Peña una de las víctimas de la organización Hermanos al Rescate, su reacción ante la decisión del presidente Barack Obama de restablecer relaciones diplomáticas con Cuba  tras la liberación por parte del régimen castrista del contratista estadounidense Alan Gross.

Su hijo  fue uno de los cuatros fallecidos tras el derribo en 1996 de las dos avionetas que la organización utilizaba para proveer ayuda humanitaria a los balseros que intentaban llegar a las costas estadounidenses. De La Peña visiblemente molesta indicó que la acción gubernamental es un “duro golpe para Estados Unidos, pisoteando una sentencia de la Corte que realizó el juicio a esos criminales que querían hacerle daño a este país, el presidente ha extendido las manos a un país que tiene los dos puños cerrados”, dijo.

Con lágrimas en sus ojos Mirta Costa, madre de Carlos Costa, manifestó que la medida adoptada por el presidente Obama significaba para ella “volver a perder a mi hijo,  cuando mi hija me informó sobre la decisión gubernamental  me puse mal, estoy  disgustada, parece mentira que el principal responsable de la Red Avispa , Gerardo Hernández, haya sido liberado”.

Ana Alejandre, hermana de Alejandro Alejandre, precisó que los familiares de las víctimas de la organización Hermanos al Rescate, celebran la liberación de Alan Gross, pero aclaró que esperaban una respuesta “más elegante por parte del presidente Obama, Gross fue un rehén de Cuba y efectivamente así fue, el embargo ha sido diluido por muchos años porque igual Cuba se ha beneficiado de Estados Unidos, lo que tiene que tomar en cuenta el presidente es que Cuba tiene mucha sangre en sus manos y ha hecho cosas horribles”, dijo.

Acompañados por la congresista Republicana Ileana Ros-Lehtinen, los familiares de las víctimas ratificaron su compromiso de seguir luchando para recibir justicia.