CARACAS.- REDACCIÓN
Un estudiante de Brucelas que tuvo la oportunidad de estudiar coreano en Corea del Norte, entre agosto y diciembre de 2014, sorprendió con la historia de sus vivencias en uno de los países con los regímenes comunistas más férreos del planeta
CARACAS.- REDACCIÓN
Un estudiante de Brucelas que tuvo la oportunidad de estudiar coreano en Corea del Norte, entre agosto y diciembre de 2014, sorprendió con la historia de sus vivencias en uno de los países con los regímenes comunistas más férreos del planeta, según publicó la BBC.
Alessandro Ford, de 18 años, contó que aunque no comparte la ideología política de los coreanos, cada día al pasar frente a la estatua de Kim Jong-Il, líder supremo del país que falleció en 2011, debía participar en la reverencia que le rendían sus compañeros.
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A Ford no solo lo sorprendió las costumbres de los coreanos, sino su gran interés por conocer cómo es el mundo fuera de su país. Constantemente lo colmaban de preguntas y se mostraban confusos ante las respuesta del joven proveniente del Reino Unido.
Ford contó que sus compañeros no podían entender cómo en otros países no era obligatorio el servicio militar, mucho menos que la gente tuviera la oportunidad de comprar vivienda con su propio dinero. En Corea del Norte la norma es que las casas las asigna el gobierno.
Aunque el joven británico prefería no hablar de política con sus compañeros, no perdió la oportunidad de preguntarles qué pensaban de los campos de internamiento para prisioneros políticos. A lo que una norcoreana le respondió:
"No son campos como donde los japoneses solían meternos a nosotros, son campos de reeducación. Cuando alguien no entiende los pensamientos políticos de nuestro gran líder, necesitan ser instruidos".
Ford mostró su desconcierto por el nivel de encierro en el que viven los norcoreanos. "Yo estuve aislado durante cuatro meses. Ellos llevan así más de 60 años", lamentó el joven.