MIAMI.- La tensión en Oriente Medio se recrudece, tras los bombardeos de Estados Unidos de este viernes contra grupos proiraníes en Siria e Irak, en respuesta a la muerte de tres soldados estadounidenses tras los ataques a una base militar de Jordania.
La arremetida estadounidense contra más de 85 objetivos dentro de Irak y Siria, tuvo una duración de alrededor de 30 minutos y dejó al menos 24 milicianos proiraníes muertos en Siria y otros 16 fallecidos en Irak, entre ellos civiles, según cifras del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSHD) y del gobierno iraquí.
Los bombardeos de Washington, que ocurrieron casi una semana después del ataque con drones en la base Torre 22 de Jordania, cerca de la frontera con Siria, destruyeron al menos 26 sitios importantes que albergaban células proiraníes y servían de depósitos de armas.
Tras el ataque, el presidente Joe Biden envió un mensaje a los enemigos de EEUU, que buscan dañar al país y sus ciudadanos: “Si le haces daño a un estadounidense, responderemos (...) Nuestra respuesta comenzó hoy. Continuará en los momentos y lugares que elijamos”.
EEUU no atacó Irán
No obstante, el mandatario se abstuvo de atacar directamente a Irán, como le exigían algunos republicanos, y tampoco se dirigió a ciudadanos iraníes, como lo hizo Donald Trump en 2020, cuando ordenó la arremetida que acabó con la vida del general Qasem Soleimani, encargado de las operaciones exteriores de los Guardianes de la Revolución, en Bagdad.
El presidente demócrata, en cambio, dirigió este ataque contra las fuerzas de élite Quds de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y a grupos de milicianos vinculados.
Biden sostiene que el país “no busca el conflicto” en Oriente Medio. Esta afirmación que funcionarios de su gobierno ratifican, al dejar claro que no quieren una guerra directa con Irán.
Alarma internacional
Los ataques estadounidenses encendieron las alarmas de la comunidad internacional, que rechazaron la retaliación de la administración Biden ante una posible escalada de violencia en la región.
Josep Borrel, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, llamó a evitar que la situación en la región se convierta en “explosiva”, tras la arremetida estadounidense y la respuesta israelíes en Rafah, al sur de Gaza.
Borrell considera que Oriente Medio es “una olla que puede explotar” ante los combates entre Israel y Líbano, en Siria, Irak y en el Mar Rojo, donde los hutíes, un grupo insurgente que controla buena parte de Yemen, ha lanzado una ola de ataques contra embarcaciones comerciales en “solidaridad” con los palestinos en Gaza, gobernada por el grupo terrorista Islámico Hamás.
“Todo el mundo debería intentar evitar que la situación en la región se convierta en explosiva”, expresó, al llegar a la reunión informal que celebra en Bruselas con los cancilleres de la UE.
Tensión en Oriente Medio
Irán, Rusia y Hamás también se pronunciaron ante la represalia de EEUU. El primero, tildó de “error estratégico” el ataque y advirtió que podría “agravar las tensiones y la inestabilidad en la región”.
Rusia, por su parte, acusó a Washington de “sembrar el caos y la destrucción” en la región y generar “focos de tensión” desde Finlandia al Canal de Suez y desde Libia a Afganistán.
Estos ataques demuestran “una vez más al mundo entero el carácter agresivo de la política de EEUU en Oriente Medio y el total desprecio de Washington por el derecho internacional”, afirmó la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ros, María Zajárova, al tiempo que solicitaba una reunión urgente con el Consejo de Seguridad de la ONU.
Mientras que el Hamás indicó que los ataques estadounidenses sólo le echan más “leña al fuego” al conflicto en Gaza, que ha generado más de 165 ataques con drones y cohetes contra soldados estadounidenses desplegados con la coalición antiyihadista en Irak y Siria.
Además, responsabilizó a EEUU de las “consecuencias” que estas acciones puedan acarrear.
¿Podrían bajar las tensiones?
Pese al temor y advertencias de algunos países y aliados proiraníes, Hussein al-Mosawi, vocero de Harakat al-Nujaba, una de las principales milicias respaldadas por Teherán en Irak, insinuó el deseo de “desescalar” las tensiones en la región.
Aunque consideró que EEUU debe “comprender que toda acción provoca una reacción”, en entrevista con la agencia de noticias Associated Press en Bagdad Mosawi aseguró que no desean “escalar o ampliar las tensiones regionales”.
Indicó, además, que las zonas atacadas en Irak estaban generalmente “desprovistas de combatientes y personal militar en el momento del ataque”. Esta insinuación de minimizar los daños producidos por la arremetida estadounidense, de acuerdo con AP, le permitiría “justificar” la falta de una respuesta fuerte.
FUENTE: Con información de AP / AFP / BBC