WUHAN — La periodista china Zhang Zhan, sentenciada previamente a cuatro años de prisión por informar sobre los primeros momentos del confinamiento en Wuhan tras el estallido de la pandemia de COVID-19, fue condenada nuevamente a una pena similar por denunciar presuntas violaciones de derechos humanos, según denunció Reporteros Sin Fronteras (RSF).
El portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Jeremy Laurence, calificó como "profundamente perturbadora" la condena dictada bajo el cargo de “buscar pelea y provocar problemas”, considerado por expertos como un delito vago y arbitrario utilizado para silenciar a la disidencia.
"Es la segunda vez que Zhang ha sido sentenciada bajo este cargo. Pedimos su liberación inmediata e incondicional", señaló Laurence, cuestionando además la falta de observadores independientes durante el juicio.
"Origen del COVID-19"
Zhang, exabogada de 41 años, fue arrestada por primera vez en mayo de 2020, en medio del hermetismo oficial sobre los orígenes del coronavirus.
Su detención ocurrió tras difundir reportajes desde Wuhan, donde documentó hospitales colapsados, medidas represivas y testimonios de ciudadanos que sufrían las consecuencias del brote. Cabe destacar que, desde entonces, una de las teorías que se maneja en círculos internacionales es que el virus de la COVID-19 pudo haberse originado en un laboratorio de Wuhan, lo que habría dado mayor relevancia a su labor informativa en los primeros meses de la pandemia.
"Voces críticas"
Después de cumplir su primera condena, Zhang fue liberada, pero en agosto de 2024 las autoridades volvieron a detenerla bajo la acusación de “promover disturbios”, otro cargo habitualmente empleado en China para perseguir voces críticas.
Recientemente, un tribunal de Shanghái ratificó una nueva sentencia de cuatro años de prisión, lo que fue calificado por RSF como un acto de represión y secretismo judicial.
La organización internacional recordó que China es considerada "la mayor prisión del mundo para periodistas y defensores de la libertad de prensa". Actualmente, al menos 123 comunicadores se encuentran tras las rejas, lo que sitúa al país en el puesto 178 de 180 en la clasificación mundial de libertad de prensa de RSF, solo por encima de Eritrea y Corea del Norte.
El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, ya había expresado su preocupación por la figura penal de “buscar pelea y provocar problemas”, que considera ambigua, arbitraria y contraria a los compromisos internacionales de China en materia de derechos humanos. Por ello, instó a Pekín a derogar este delito y suspender de inmediato su aplicación.
FUENTE: Con información de Europa Press