Día Mundial: los arcoíris regalan diversas vistas

Estos arcos son producidos en la atmósfera sobre una “pantalla” de gotas de agua, gotas de lluvia o gotitas de llovizna o de niebla, a través de la luz procedente del sol o la luna. De esta manera, "cuando el sol provoca un arcoíris, los colores normalmente son brillantes; cuando el origen es la luz de la luna, los colores son mucho más débiles o a veces inapreciables".

Asimismo, la Organización Meteorológica Mundial asevera que los arcoíris son observados en la parte del cielo opuesta a la fuente de luz (el sol o la luna) y "siempre aparecen centrados en un punto que, para el observador, es directamente opuesto a la fuente de luz, es decir, en el extremo de una línea imaginaria procedente de la fuente de luz, que pasa por donde está el observador y está dirigida normalmente hacia el suelo".

Los expertos señalan que la refracción origina que todos los colores de la luz del sol terminan separándose cuando golpea la gota de agua, sea posible ver todos los colores del arcoíris.

Según la luz

Las vistas del arcoíris varían según la posición en que se encuentra el observador. De allí que, si la persona se desplaza hacia un lado, no recibirá la luz que llega de las mismas gotas de agua, pero si de que están al lado, con lo cual verá un arcoíris diferente.

"Sobre terreno llano, el arcoíris primario puede formar casi un semicírculo en momentos próximos a la salida y la puesta del sol (o de la luna). A medida que el sol o la luna se elevan, el centro del arco, es decir, del arcoíris primario, desciende por debajo del horizonte", apunta la Organización Meteorológica Mundial.

Un aspecto interesante es que no es posible medir el principio ni el fin de un arcoíris, ni calcular su ángulo o tamaño. Para que se dé un arcoíris se requiere la presencia de luz solar, que el día sea lluvioso, y que el sol esté ubicado a menos de 42 grados por encima del horizonte.

@snederr

FUENTE: Organización Meteorológica Mundial / National Geographic / Portal Día Internacional