MADRID.- Dos de los detenidos por los atentados de la semana pasada en España están en libertad provisional: el juez decidió este jueves liberar a Salh El Karib, dueño de un local donde los presuntos terroristas compraron billetes de avión, al considerar que no hay indicios suficientes para mandarlo a prisión.
La Policía detuvo en total a cuatro personas por su presunta relación con los ataques perpetrados en Barcelona y en Cambrils (noreste).
El martes, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, instructor del caso, ordenó prisión provisional sin fianza para dos de ellos, Driss Oukabir y Mohamed Houli Chemlal, y puso en libertad a un tercero, Mohamed Aalla.
El magistrado ordenó entonces mantener detenido al cuarto arrestado, de 34 años y dueño de un locutorio, hasta tener el resultado de las pesquisas en torno a él.
Tras descartar que El Karib tuviera "relación alguna" con los miembros de la célula yihadista investigada, más allá de una relación profesional por el local que regentaba, decidió decretar libertad provisional para el detenido.
El Karib fue arrestado poco después del atropello masivo de Barcelona, que dejó 13 muertos y más de 100 heridos, al constatar los investigadores que con su tarjeta de crédito se compraron dos billetes de avión para uno de los principales sospechosos, hoy en prisión, y para el imán considerado "cerebro" de la célula yihadista.
Pero las pesquisas demostraron que el detenido utilizó su propia tarjeta porque los presuntos terroristas, que acudieron a su locutorio para comprar los vuelos, llevaron el dinero en efectivo.
El magistrado señaló en su auto que la explicación ofrecida por el detenido "es plenamente congruente y coincide con los datos ofrecidos en otras diligencias practicadas" ya que su negocio ofrece, entre otros servicios, la venta de billetes de avión.
Hoy, además, la Policía confirmó la identificación del último de los presuntos miembros de la célula yihadista a la que se atribuyen los atentados, quien murió un día antes, el 16 de agosto, en una explosión que tuvo lugar en la vivienda donde preparaban los ataques.
Según medios españoles, se trata de Youssef Aalla, hermano de uno de los presuntos terroristas abatidos por la Policía.
El otro fallecido en la explosión de la casa de la localidad catalana de Alcanar que funcionaba como centro de operaciones de la célula es un imán llamado Abdelbaki Es Satty, considerado "cerebro" del grupo.
El hombre había sido condenado a cuatro años y un mes de prisión por tráfico de drogas (según la agencia Europa Press, en 2010 fue sorprendido con más de 120 kilos de hachís). Según publicó hoy el diario "El Mundo", su abogado impidió su expulsión de España en 2014.
A principios de 2016, el imán llegó a Bélgica. Las autoridades de este país enviaron a España una petición informal de información sobre el hombre a la que la Policía de Cataluña, los Mossos d'Esquadra, respondió de forma negativa. El Ministerio de Interior había confirmado anteriormente que no conocía esta petición.
Este hecho levantó la polémica y puso de relieve la necesidad de coordinación entre los distintos cuerpos de seguridad españoles.
En total, 15 personas murieron en los ataques de la semana pasada: 13 en el atropello de Barcelona, otra presuntamente asesinada por el autor del atentado durante su fuga y otra en el ataque posterior perpetrado en la localidad turística de Cambrils.
De los heridos, 33 permanecen hospitalizados, siete de ellos en estado crítico.
La investigación sigue su curso y se centra en los posibles vínculos internacionales de los presuntos terroristas después de que las autoridades dieran por desarticulada la célula.
Además de los dos encarcelados y los dos muertos en la explosión de Alcanar, la Policía abatió a seis presuntos miembros del grupo.
FUENTE: dpa
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