Los colaboradores de Alexéi Navalni expresaron este jueves su preocupación por la salud del opositor ruso al no poder reunirse con él en su lugar de detención, pese que a los servicios penitenciarios aseguraron que su estado es "satisfactorio".
Los colaboradores de Alexéi Navalni expresaron este jueves su preocupación por la salud del opositor ruso al no poder reunirse con él en su lugar de detención, pese que a los servicios penitenciarios aseguraron que su estado es "satisfactorio".
"Traduzco el lenguaje de los policías al ruso: como se esperaba, Navalni está en el hospital y por eso no se permitió a los abogados verlo ayer", comentó el jueves en Twitter Léonid Volkov, uno de los más cercanos colaboradores del opositor.
"Está pasando algo muy grave", agregó Volkov, quien no cree en las declaraciones de las autoridades.
Olga Mijailova, una de las abogadas de Navalni dio la alarma el miércoles al afirmar que no tuvo acceso al opositor de 44 años, quien según ella se quejó de "dolores de espalda severos" y comenzó a no sentir una de sus piernas.
Navalni, que cumple una condena de dos años y medio de prisión, sobrevivió el año pasado a un envenenamiento que atribuye al Kremlin.
La abogada consideró que podría haber una relación entre sus problemas de salud actuales y su intoxicación.
Los servicios penitenciarios (FSIN) de la región cerca de Moscú donde está encarcelado reaccionaron este jueves afirmando que se efectuaron exámenes médicos a solicitud de los detenidos" y que el estado de salud de Navalni es "considerado estable y satisfactorio".
No obstante, los abogados intentaron nuevamente el jueves al mediodía reunirse con el opositor, hasta ahora sin éxito y sin que se le haya dado una explicación.
Al regresar a Rusia en enero pasado, tras cinco meses de convalecencia en Alemania por el envenenamiento, Nalvalni fue de inmediato detenido y condenado por un caso de fraude que data de 2014, que él, oenegés y varios países occidentales consideran político.
El principal opositor del presidente Vladimir Putin se encuentra recluido desde inicios de marzo en una colonia penal en Pokrov, a 100 km al este de Moscú, conocida como una de las más duras de Rusia.
Mijailova dijo que un neurólogo examinó al opositor por sus dolores de espalda y problema en las piernas, pero que se limitó a darle comprimidos de ibuprofeno, un fármaco analgésico y antiinflamatorio.
Volkov consideró que la administración penitenciaria podría tratar de ocultar un eventual traslado del opositor a la enfermería.
Desde su llegada a Pokrov, Navalni ha publicado dos mensajes en Instragram con tono burlón y optimista.
En el primero, afirmaba que la administración penitenciaria había logrado sorprenderlo: "Yo no creía que se pudiera construir un campo de concentración a 100 km de Moscú", escribió el militante.
En el segundo, comparaba su rutina como detenido con la de un Stormtrooper, los soldados imperiales de la saga Star Wars, debido a la rígida disciplina de ejercicios físicos en el patio y la marcha rápida.
Navalni cayó en coma súbitamente en agosto pasado en Siberia. Después de su evacuación a Alemania, varios laboratorios europeos estimaron que había sido envenenado con Novichok, un agente neurotóxico desarrollado en la era soviética con fines militares.
Pero Moscú siempre ha rechazado estas conclusiones que acreditan la tesis de un intento de asesinato orquestado por el poder ruso. En Rusia no se ha abierto ninguna investigación.
Navalni acusa a Putin de haber ordenado ese intento de asesinato, lo que el Kremlin insiste en rechazar.
La Unión Europea, Estados Unidos y Canadá han adoptado sanciones contra altos responsables rusos, tras el envenenamiento.
FUENTE: AFP