El conductor del mototaxi se aproximaba a una esquina en la capital de Bangladesh cuando dos hombres detuvieron el veh ículo, lo rociaron con gasolina y le prendieron fuego. La raz ón: simplemente que el hombre estaba trabajando.< /p>","
Nizam Uddin, de 40 a ños y padre de cuatro hijos, fue atacado esta semana sencillamente por estar en las calles de Daca, tratando de ganar alg ún dinero a pesar de una huelga nacional convocada por la oposici ón para protestar por la negativa del gobierno a renunciar antes de las elecciones de principios de 2014. Los activistas han comenzado a incendiar veh ículos de todo tipo que desaf íen la huelga.< /p>","
" u00bfPara qu é? u00bfPor qu é tenemos que morir as í?", pregunt ó llorando Uddin, que est á ingresado desde el ataque con quemaduras de primer y segundo grados en las manos y la cara."Los pol íticos no se interesan por nosotros. S ólo quieren el poder".< /p>","
En las últimas cuatro semanas unas 40 personas han perdido la vida y cientos han quedado lesionadas en enfrentamientos de facciones pol íticas en las calles. Por lo menos ocho de los muertos y 80 de los heridos sufrieron quemaduras, seg ún el Hospital Docente de Daca.< /p>","
Muchas de las v íctimas sencillamente trataban de ganarse la vida en uno de los pa íses m ás pobres del mundo.< /p>","
Este a ño en Bangladesh ha habido por lo menos 25 d ías de huelga general, adem ás de las regionales, pero muchas personas no pueden darse el lujo de dejar de trabajar. Casi 30% del pa ís vive con menos de 2 d ólares diarios. Uddin nunca ha ganado m ás de 10 d ólares diarios conduciendo un mototaxi.< /p>","
Las huelgas generales, que provocan el cierre del transporte p úblico, negocios y la industria, son una pr áctica com ún en el sur de Asia para presionar sobre temas pol íticos. Cuando se convoca a una huelga general en Daca, las calles de la normalmente din ámica capital de 12 millones de habitantes, queda casi vac ía. Las escuelas y las tiendas cierran, y cuando alguien desaf ía la huelga, puede haber violencia.< /p>","
Varios ni ños han quedado atrapados en el derramamiento de sangre. Uno de ellos es Monir, un ni ño de 11 a ños de los suburbios de Daca.< /p>","
Su padre, Ramjan Al í, condujo su furgoneta en desaf ío de otra huelga anteriormente este mes, y dijo a los medios locales que hab ía llevado a Monir con él porque quer ía ver la ciudad de daca. El padre cont ó que mientras se bajaba del veh ículo para verificar que era seguro seguir conduciendo, alguien lo incendi ó con Monir adentro. Los m édicos de la unidad de quemados trataron de salvarle la vida durante tres d ías, pero falleci ó el 7 de noviembre.< /p>","
La muerte de Monir, que fue identificado s ólo por su primer nombre, provoc ó una ola de cr íticas y llamados a la paz, pero la violencia no ha cedido. Esta semana comenz ó una huelga de 72 horas en que activistas de la oposici ón han bloqueado carreteras, ferrocarriles y v ías acu áticas. Hasta el mi ércoles se hab ían reportado por lo menos 13 muertos.< /p>","
La polic ía dice que la violencia es obra de activistas de la oposici ón o secuaces pagados, pero la oposici ón niega tener ninguna relaci ón con la violencia y culpa al gobierno. Las autoridades no han arrestado a nadie por los ataques a Monir y Uddin.< /p>","
Bangladesh tiene una triste historia de violencia pol ítica, como el asesinato de dos presidentes y 19 intentonas golpistas, desde su independencia de Pakist án en 1971.< /p>","
Los analistas temen que el caos puede exacerbar los problemas econ ómicos en este pa ís de 160 millones de habitantes, y llevar a la radicalizaci ón en una zona estrat égica de Asia meridional.< /p>","
Un factor clave en la disputa es el papel del Jamaat-e-Islami, el principal partido pol ítico isl ámico del pa ís. Tambi én se cree que las facciones estudiantiles de los principales partidos, especialmente del Jamaat-e-Islami, participan en los ataques y choques con la polic ía. Un tribunal declar ó ilegal al partido, lo que le impide participar en las elecciones, y aunque no cuenta con un gran apoyo popular, tiene seguimiento entre los estudiantes de varias universidades.< /p>","
"S í, existe la amenaza de un surgimiento de fuerzas radicales", dijo el analista pol ítico Hassan Shahriar, quien agreg ó que hasta el momento el pa ís no ha logrado una verdadera democracia"donde todos los puntos de vista tengan una representaci ón justa".< /p>","
Iftekhar Zaman, director del cap ítulo local del grupo Transparencia Internacional, con sede en Berl ín, dijo que la pol ítica lleva con tanta frecuencia a la violencia porque el Estado es todopoderoso.< /p>","
Pero esta b úsqueda de posiciones pol íticas no significa nada para Uddin, quien pudiera necesitar meses de recuperaci ón de las quemadas. El es el único que mantiene a la familia.< /p>","
"Necesito ganar dinero. Tengo que alimentar a mi familia, no me puedo sentar", dijo Uddin en el hospital."Los pol íticos deben entender que somos seres humanos. La vida tambi én vale mucho para nosotros".< /p>"],".