sábado 18  de  enero 2025
ELECCIONES

Turquía: Erdogan busca movilizar a su base conservadora

El candidato opositor denunció el bloqueo de sus mensajes de texto "por orden de Erdogan" por parte del ente regulador de las telecomunicaciones en Turquía

ESTAMBUL.- El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, visitó el sábado la tumba de su modelo político, un nacionalista-islamista ahorcado por un gobierno militar en 1961, buscando movilizar a su base conservadora la víspera de una histórica segunda vuelta electoral.

Erdogan, el líder imperioso turco, que fue un tenaz religioso islamista en los años 1990 y estuvo incluso encarcelado e inhabilitado por promulgar el odio, aplica mano dura en su país y juega lo mismo con israelíes que con palestinos, rusos, ucranianos, chinos, europeos, estadounidenses y cada una de las fichas del tablero mundial; esta vez no logró el 50% más uno que le hubiera dado la victoria en primera vuelta.

La visita al mausoleo del ex primer ministro Adnan Menderes en Estambul representa un símbolo importante para el jefe de Estado, de 69 años, gran favorito de los comicios presidenciales del domingo frente al socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu.

Menderes, emblemática figura de la derecha conservadora turca, fue juzgado y ahorcado un año después de que los militares dieran un golpe de Estado en 1960 para orientar a Turquía hacia un rumbo más laico.

Erdogan, que sufrió un intento de golpe de Estado en 2016, se proyecta en Menderes y lo ha citado en sus discursos de campaña.

Hace dos semanas y pese al desgaste de 20 años en el poder, Erdogan contradijo a los sondeos y se impuso en la primera vuelta a Kiliçdaroglu con el 49,5% de los votos, y una diferencia de 2,5 millones de sufragios respecto al opositor que obtuvo un 45%.

Desde entonces, Kiliçdaroglu, de 74 años y que lidera una coalición heterogénea de seis partidos, ha hecho hasta lo imposible por movilizar al electorado, incluyendo la búsqueda de simpatizantes a la derecha.

Sus partidarios salieron a las calles de las principales ciudades para buscar apoyos, y el sábado, el popular alcalde Estambul, Ekrem Imamoglu, miembro del partido de Kiliçdaroglu, el CHP, dará un discurso.

Pero, a diferencia del presidente saliente, omnipresente en los escenarios y la televisión, Kiliçdaroglu ha tenido que luchar para hacerse oír en todo el país.

Según la organización Reporteros sin Fronteras, la televisión pública TRT dio a Erdogan "sesenta veces más tiempo de antena" que a su rival durante la campaña.

"Mantenerse en el poder"

Kiliçdaroglu volvió a denunciar el viernes el bloqueo de sus mensajes de texto "por orden de Erdogan" por parte de la BSK, la autoridad reguladora de las telecomunicaciones.

El bando del presidente "intenta por todos los medios mantenerse en el poder", aseguró, en una entrevista con la cadena Fox.

"Han tomado el control de todas las instituciones (que) pertenecen a 85 millones de personas, no a un solo hombre", acusó.

Erdogan, en cambio acusó a "los medios de comunicación occidentales de intentar, como siempre fabricar noticias falsas".

En cualquier caso, la aritmética le favorece al presidente saliente tras haber recabado el apoyo del tercer candidato que compitió en la primera vuelta, Sinan Ogan, un ultranacionalista que obtuvo el 5,2% de los sufragios.

Es en parte para halagar a este electorado que Erdogan decidió, en el último día de campaña, visitar la tumba de Mederes, cuyo modelo inspiró al partido AKP islamo-conservador que acompañó su ascenso al poder en inicio de los años 2000.

Acusado de haber ordenado los pogromos antigriegos de Estambul en 1955, Mederes convirtió al islam en una herramienta política, restableciendo la llamada a la oración en árabe y reabriendo miles de mezquitas cerradas.

"¡Que Turquía respire!"

Kiliçdaroglu, por su parte, endureció su discurso durante la segunda vuelta e intentando aprovechar el sentimiento antisirio de una parte del país, prometió la expulsión de los refugiados sirios "el día después de la victoria".

Con 3,4 millones de refugiados sirios y centenares de miles de afganos, iraníes e iraquíes, Turquía es el país que acoge un mayor número de refugiados en el mundo, según datos oficiales.

La formación de izquierda y pro-kurda HDP pidió el voto para Kiliçdaroglu, pese a las suspicacias que genera su pacto con un pequeño partido reaccionario y xenófobo.

"Erdogan nunca ha sido una opción para nosotros", subrayó uno de los dirigentes del HDP, Pervin Buldan.

"¡No habrá una tercera vuelta! Kiliçdaroglu tiene que ser presidente, dejemos que Turquía respire. ¡Vayan a las urnas!", clamó en Twitter Selahattin Demirtas, un de los principales dirigentes del HDP encarcelado desde 2016.

Los colegios electorales estarán abiertos el domingo de 08H00 (05H00 GMT) hasta las 17H00 (14H00 GMT) y se esperan los primeros resultados a primera hora de la noche.

Esta vez, sin embargo, el CHP se propone desplegar "cinco observadores por urna, no uno ni dos".

¿Quién es Erdogan?

El hombre fuerte turco asumió la presidencia en 2014. Con voz de mesías, como sucede en otras geografías, Erdogan prometió desarrollar el país y convertirlo en una pieza clave internacional, poderoso tal vez como fue el Imperio otomano que antecedió a Turquía.

Entretanto, la nación turca aspiraba a ser miembro de la Unión Europea, con solo el 3% de su territorio localizado en Europa, el otro 97% está situado en Asia.

Aun así, la Unión Europea accedió para tener en cuenta la solicitud de Turquía, pero tras varias negociaciones y acusaciones sobre violación de derechos humanos y civiles, en un país que no logra separarse de su tumultuoso pasado, la adhesión fue congelada.

Dos años después, el 15 de julio de 2016, un intento de golpe de Estado trató de sacar del poder a Erdogan, pero el rechazo masivo tanto de la ciudadanía, que salió a protestar en las principales ciudades, como de todos los partidos políticos (incluyendo los de oposición) y la comunidad internacional, lograron parar el asalto a la débil democracia turca.

Unos días más tarde, Erdogan arremetió contra todo lo que oliera a oposición y obtuvo poderes reforzados y autoridad legal, concebidos por referendo nacional y un poder legislativo establecido bajo su tutela, que le ha permitido promulgar leyes y controles que restringen los medios de comunicación, vigilan y apresan a opositores y promulgan normas que distan en algunos casos del pensamiento moderno del padre de la nueva Turquía Mustafa Kemal Atatürk.

“Erdogan ha cambiado en parte el Estado de derecho y ha acabado en la práctica con la separación de poderes”, aseguró el profesor Espaser.

Reforzado con poderes adicionales, Erdogan disminuyó drásticamente la independencia del Banco Central y promulgó políticas económicas que reducen tasas de interés, impulsado por la teoría de que “la inflación es causada por la tasa de interés”.

Esta situación, junto con otros factores como el excesivo déficit y la deuda en moneda extranjera, provocó una crisis económica a partir de 2018, que conllevó a una gran depreciación de la lira turca y una inflación muy alta.

El economista estadounidense Paul Krugman describió la situación económica turca como "la clásica crisis monetaria y de deuda, del tipo que hemos visto muchas veces".

De esta manera, sin que Occidente proteste como debe, porque le conviene tener a Turquía de socio; Erdogan cuenta en su haber con unos 40.000 presos políticos, el control de instituciones estatales clave, como la Junta Electoral Suprema, mano dura sobre kurdos y armenios y un juego de preocupantes palabras con Rusia, China y países árabes.

FUENTE: Con informacion de AFP/ Con información de Jesús Hernández

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