MIAMI.- Tras las promesas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de tener en cuenta a Ucrania después de que termine la guerra, Rusia respondió con ataques aéreos al vecino país, mientras el presidente estadounidense Joe Biden visitaba Finlandia, nuevo miembro de la alianza militar occidental.
La agencia de noticias AFP reportó cómo Biden se reunió con el presidente de Finlandia, Sauli Niinisto, un día después de la cumbre de la OTAN en Lituania, donde el G7 acordó respaldar a Ucrania “el tiempo que sea necesario” para derrotar al invasor ruso.
Moscú replicó al anuncio de ayuda con nuevos ataques aéreos contra Ucrania, que aseguró haber destruido más de 20 drones de ataque rusos y misiles de crucero.
En Kiev, los ataques con drones dejaron varias muertes y heridos, según las autoridades.
Moscú dijo que consideraría a los aviones caza F-16 enviados a Ucrania como una amenaza "nuclear" por su capacidad de transportar bombas atómicas.
"Rusia no puede ignorar la capacidad de estos aparatos para transportar cargas nucleares", advirtió el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov quien afirmó que Moscú avisó a Estados Unidos, Reino Unido y Francia.
Países Bajos y Dinamarca encabezan el plan para entrenar a los pilotos ucranianos en el uso de los aviones estadounidenses, como parte de una coalición de 11 países, luego de que Estados Unidos autorizó la transferencia de las aeronaves.
Cumbre nórdica
Biden conversó en Finlandia con presidente del país nórdico, que comparte una frontera de 1.300 km con Rusia, y que puso fin a su histórico no alineamiento tras la invasión rusa a Ucrania.
Además de Niinisto y el primer ministro finlandés, Petteri Orpo, Biden conversó con el líder sueco Ulf Kristersson, el noruego Jonas Gahr Store, la danesa Mette Frederiksen y la islandesa Katrin Jakobsdottir.
Hablaron de la cooperación entre los países nórdicos y Estados Unidos en materia de seguridad, medio ambiente y tecnología.
La visita de Biden sucede luego de que los líderes de la OTAN informaron al gobernante ucraniano, Volodimir Zelenski, de tener un calendario claro para unirse a la alianza militar, al señalar que le permitirían solicitar la membresía cuando "se cumplan las condiciones". O sea, cuando la guerra termine, ya que la organización militar no permite nuevos miembros que estén envueltos en conflictos bélicos latentes.
En su lugar, países del G7 posteriormente ofrecieron a Ucrania un paquete de compromisos de seguridad a largo plazo.
¿Ceder?
El plan del G7 brinda un marco bajo el cual los países miembros podrán alcanzar acuerdos bilaterales con Kiev de suministro de armas.
"No vamos a ceder", afirmó Biden en un discurso en Vilna, en el que mostró su determinación de apoyar a Ucrania tras reunirse con Zelenski.
"Putin aún duda de nuestro poder de permanencia. Todavía hace la mala apuesta de que la convicción y unidad de Estados Unidos y nuestros aliados y socios se va a resquebrajar", declaró.
Zelenski insistió en que las promesas de ayuda de los gobiernos occidentales son una "gran victoria en materia de seguridad".
Pero el presidente ucraniano no ocultó que hubiera preferido que la OTAN definiera un calendario para el ingreso de Ucrania a la alianza “después de la derrota de Rusia y el restablecimiento de la paz”.
Al margen de la cumbre de la OTAN, Australia se comprometió a enviar una flotilla adicional de vehículos blindados de infantería Bushmaster valorados en 67 millones de dólares.
Pero el ministro australiano de Defensa puso en duda la propuesta de brindar a Ucrania aviones de combate retirados, al afirmar que la solicitud de Kiev de más poderío aéreo es "complicada".
A su vez, el portavoz de la Fuerza Aérea ucraniana, Yuriy Ignat, afirmó que los sistemas nuevos son insuficientes para cubrir todo el país.
"No tenemos medios para destruir misiles balísticos", declaró Ignat a la televisión nacional.