Otra tragedia aeronáutica escandaliza al mundo y lo llena de interrogantes. Un avión Airbus A320 de la aerolínea alemana Germanwings se precipitó ayer en Los Alpes franceses con 150 personas a bordo, sin dejar sobrevivientes.
Las imágenes de los restos del aparato dispersos en pequeños pedazos sobre las montañas se conocieron por la tarde y en cuanto los equipos de rescate llegaron al lugar, el primer ministro francés, Manuel Valls, descartó que hubiera supervivientes. Sostuvo que hasta ahora "no se puede descartar ninguna hipótesis" sobre las circunstancias del percance.
La mayoría de los pasajeros y tripulantes eran de nacionalidad alemana y española, según anunciaron autoridades de ambos países, aunque al cierre de esta edición se desconocían las identidades.
Misteriosa caída
El avión despegó ayer las 10:01 (9:01 GMT) de Barcelona, España, rumbo a la ciudad de Düsseldorf, al oeste de Alemania. A los 50 minutos de vuelo, el avión comenzó a perder altura por causas que aún se desconocen y después de 8 minutos bajando, se estrelló.
El director ejecutivo de la línea aérea de bajo costo, Thomas Winkelmann, no dio detalles de las causas del accidente, que se desconocen, aunque los investigadores esperan poder avanzar rápido al haberse rescatado una de las dos cajas negras. Los responsables de la oficina francesa de investigación de accidentes (BEA) ya se encuentran en el lugar y pronto se le sumarán sus homólogos alemanes, se informó.
El piloto e investigador de vuelos Alberto Padilla dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS que con la tecnología de este tipo de aviones y los avances de la aeronáutica, es “bastante extraño” que un aparato de estos caiga durante su etapa de crucero.
“Los aviones están hechos para volar. Las estadísticas indican que la mayoría de los accidentes de vuelo se producen durante el despegue y el aterrizaje, pero durante la etapa crucero es poco común”, indicó el experto. Advirtió, sin embargo, que hay que esperar a que los investigadores analicen todas las variantes antes de especular con una conclusión sobre las causas de la tragedia.
Con respecto al capitán, Winkelmann aseguró que se trataba de un piloto experimentado con más de diez años trabajando para Germanwings y para la matriz Lufthansa y unas 6.000 horas de vuelo en modelos de Airbus como el accidentado. El avión se había sometido a su último control de rutina el lunes.
Latinos en el vuelo
Winkelmann dijo que había 67 alemanes muertos, aunque destacó que no es una cifra definitiva.
Por su parte, el Gobierno español indicó que había "45 apellidos españoles", pero se remitió también a Germanwings como responsable de confirmar las identidades y comunicarlo a sus familiares.
Entre los muertos confirmados hay 16 alumnos de una escuela secundaria alemana y dos maestras que habían estado una semana de intercambio aprendiendo español en Llinars del Vallés, cerca de Barcelona.
También se supo que en el vuelo 4U 9525 había dos pasajeros de Argentina, dos de Colombia y al menos uno de México, según confirmaron las cancillerías de estos países a medios locales.
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