sábado 15  de  febrero 2025
ACTIVISTA DE DERECHOS HUMANOS

Obama, Cuba y la Primavera Negra

Durante el encarcelamiento de mi esposo, los alrededores de mi vecindario amanecieron llenos de octavillas con fotografías del presidente Obama y las de él, donde se leía “Obama pidió cambios y lo hicieron presidente; Oscar Biscet pidió cambios y lo hicieron prisionero”

Por ELSA MOREJÓN

@ElsaMorejon

El 20 de febrero el presidente de Estados Unidos de América,  Barack Obama,  dijo “es oficial, voy a Cuba”. 

El 21  de febrero a las 4 pm se presentó  en  mi casa un policía de Inmigración con una citación para  mi esposo, el Dr. Oscar Elías Biscet, de  la Oficina de Inmigración y Extranjería, ubicada en calle Factor y Final, Nuevo Vedado, para el día 22 a la 1 pm.

Biscet se presentó en las oficinas de inmigración el 22 de febrero, un oficial le comunicó “La dirección te  autoriza a que puedas viajar, te has portado bien y te dejarán viajar, aprovecha esta ocasión”.

Oscar me dice que  sintió una aversión profunda  hacia el régimen tiránico de los Castro al ver como manipulan las leyes y utilizan arbitrariamente el poder del estado. Y continúa diciéndome: “El pueblo cubano merece un gobierno mejor”.  Le comunique al oficial de inmigración mi protesta en contra del control arbitrario de los viajes para los ciudadanos cubanos. Mis palabras fueron lapidarias y de condena.  “Por eso es que lucho contra esta tiranía, viajar es un derecho que el estado no puede prohibir arbitrariamente”.

El  Dr. Oscar Elías Biscet es un prisionero de la causa de los 75,  conocida por la Primavera Negra de Cuba,  causa 15 del año 2003, cuando el régimen de Castro lo sancionó a 25 años de cárcel en un juicio amañado y político, por supuestos delitos de actos contra independencia y la integridad territorial del Estado, cumpliendo de ellos más de  ocho años de prisión en condiciones infrahumanas, en celdas de aislamientos y varias  prisiones de máxima severidad.

Durante el encarcelamiento de mi esposo, los jardines y alrededores de mi vecindario amanecieron llenos de octavillas con las fotografías del presidente Obama y las de él, donde se leía “Barack Obama pidió cambios y lo hicieron Presidente, Oscar Biscet pidió  cambios y lo hicieron prisionero”. Esto fue una muestra de solidaridad del pueblo en contra de los abusos y las violaciones a los derechos humanos en mi país.

En el 2011, Castro le  concedió licencia extrapenal a mi esposo al igual que al resto de los prisioneros, un grupo de ellos se exilió a otros países, y otros decidieron quedarse en su paí, Cuba, como es el caso del Dr. Biscet, quien cumplió  3 años de cárcel antes de esta causa, por los mismos motivos políticos, en una prisión de máximo rigor en la provincia de Holguín, a 768 km de su residencia familiar.

Mi esposo siempre ha sido un buen ciudadano, amoroso de Dios, de la familia, la vida humana y su dignidad. Mientras Castro lo critica con denigración, muchas personalidades del mundo libre reconocen su valentía y perseverancia en la defensa de los derechos humanos,  valores de democracia  y  libertad para el sufrido pueblo de Cuba.

En el 2007, el  presidente George W. Bush le concedió la Medalla Presidencial de la Libertad de EEUU, mientras en el 2012  fue  nominado para el Premio Nobel de la Paz,  la ONG Asturias Por La Vida logró su nominación al premio Príncipe de Asturias 2010, entre otros  reconocimientos internacionales.

A Biscet le  había sido denegado en varias ocasiones  la actualización de su pasaporte por parte del régimen de Castro para visitar a  familiares y amigos  en el exterior, incluyendo la invitación del presidente Barack Obama al 50 aniversario de la creación de la Medalla Presidencial, alegando el régimen que Biscet tiene pendiente una sanción judicial, lo que contradice esta decisión actual de permisividad exclusiva para viajar temporalmente al extranjero.

“Por el momento no tengo intención de viajar fuera de Cuba y de hacerlo sería con la condición de poder regresar a mi país”, alegó el Dr.  Biscet.

El presidente Obama ha declarado públicamente con relación a su visita a Cuba, el 21 y 22 de marzo, “tendré reuniones con miembros de la sociedad civil cubana: hombres y mujeres valientes, quienes le dan voz a las aspiraciones del pueblo cubano”.

Obama llegará a la isla en la primavera de 2016 y los prisioneros  de la Primavera Negra del 2003 aún siguen presos en Cuba,  única dictadura que queda en Las Américas, lo que me hace recordar las palabras del profeta Jeremías: “Somos el pueblo de Dios. No deberíamos estar viviendo en medio de ruinas. Sin embargo, ¡miren a su alrededor! La ciudad está en ruinas. Los muros están en el suelo. El lugar es un desastre y es solo un montón de escombros. Esto es vergonzoso. Nosotros podemos lograr algo mejor que esto”.

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