domingo 24  de  marzo 2024
régimen

¡A las calles! Consulta popular ¡YA!

El dilema está centrado en la posible participación o no de las fraudulentas elecciones montadas por el régimen en alianza con supuestos "opositores"
Diario las Américas | PEDRO MENA
Por PEDRO MENA

La situación política en Venezuela es cada vez más crítica y menos transparente en la solución inmediata, más bien siguen privando criterios que la misma está atada a otros hechos internacionales, para que se pueda traducir en una salida más radical y militar, como ejemplo el resultado de las elecciones de Estados Unidos con la reelección presidencial de Trump o no, por ser el más consecuente y solidario aliado que tiene la oposición democrática venezolana, en su lucha permanente contra la dictadura de Maduro y sus socios de países terroristas internacionales como Irán, Rusia, China y Cuba comunista.

Sin embargo, el movimiento del ajedrez político internacional no se puede detener. Sujetas a estas posibles variables, las jugadas son efectivamente ahora y no para el futuro. El tiempo es el gran aliado del régimen usurpador para mantenerse en el poder por “seculum seculoron” y la oposición como tal no puede seguir en la retórica de estar “desojando las margaritas” mientras su enemigo acérrimo avanza a paso de represión, y decisiones ilegales e írritas, violando todas las disposiciones constitucionales y el ordenamiento jurídico nacional a su antojo, elaboradas a la talla de sus intereses bastardos y de sus aliados del crimen internacional.

Diciembre es la fecha tope para el vencimiento del periodo constitucional de la actual Asamblea Nacional legítima, presidida por el diputado Juan Guaidó como presidente interino, reconocido por 58 países del mundo democrático. Frente a ello hay soluciones prácticas indicadas en el texto constitucional que resuelven y autorizan legalmente el criterio jurídico sobre la continuidad administrativa de la AN legítima, ante la imposibilidad de realizarse elecciones libres y democráticas.

El dilema está centrado en la posible participación o no de las fraudulentas elecciones montadas por el régimen en alianza con supuestos “opositores” tarifados y quienes perdieron todo pudor público y personal al entregarse sin recato alguno, traicionando los intereses generales de los venezolanos, para satisfacer los propios, pactando ilegalmente con la dictadura, violando nuevamente el sentir del pueblo así como las disposiciones constitucionales, al elegir un nuevo CNE “chimbo”, írrito y espurio, representado por la mayoría de los fichas políticas del régimen y sus nuevos “socios”.

Se agrava el cuadro político, por la acción arbitraria del “bufete particular y criminal de la dictadura”, al decidir sus magistrados impostores robarles los símbolos y la organización legal a los tradicionales y nacientes partidos políticos, como Acción Democrática, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular, otorgándole sin razón alguna sus franquicias a sus “dirigentes tarifados”, comprados con los recursos del narco tirano, para montar unas supuestas elecciones parlamentarias hechas a la medida con los fines de apoyar las pretensiones continuistas del usurpador Maduro.

El pueblo que sufre cada día la imperiosa necesidad de satisfacer, sin poderlo, los requerimientos básicos de alimentación, salud, servicio de agua y electricidad, seguridad, transporte y gasolina, con una economía dolarizada por el régimen, ya no aguanta más la pasividad de algunos sectores sociales y las propias incertidumbres e indefiniciones que rodean a la oposición democrática.

En tal sentido consideramos que debe haber un cambio más radical en las respuestas concretas al régimen y la pasividad dejando que “fluyan las cosas”, esa actitud solo fortalece la incertidumbre, la depresión anímica y emocional, como la división por la incomprensión de estas reprochadas posiciones.

La tolerancia y la pasividad política tienen un límite de agotamiento humano. Deben los dirigentes de la oposición democrática, todos absolutamente todos analizarse y construir una respuesta unitaria y acciones concretas que le devuelvan la confianza al pueblo acerca de su visión y misión de sus luchadores y defensores naturales. Evitemos sucumbir por la falta de coherencia en las decisiones a tomar de inmediato, sin sacrificar nuestra postura ajustada a la constitución y las leyes, actuemos con sensatez, existen razones propias a considerar en este plano jurídico, que nos devolverán la fe y la confianza en nuestro liderazgo popular. No podemos dejar de ser la clara referencia opositora.

No podemos caer en la desesperación, pragmatismo, y oportunismo del juego estratégico del régimen de inducirnos en forma “disfrazada o clandestina”, a participar con supuestas “tarjetas únicas o prestadas” en la farsa electoral parlamentaria. Sería un alta de traición ética y política a toda nuestra lucha opositora. En vez de hacerlo aprobemos y realicemos nuestra propia consulta constitucional.

En tal sentido aportamos a la búsqueda de soluciones y acciones prácticas un conjunto de ideas con soporte jurídico y político para retomar las calles, secundar las protestas y organizar una masiva respuesta electoral y política de grandes dimensiones, cuyo ejemplo lo tenemos en la Consulta o Plebiscito realizado exitosamente el 16 de julio del 2018, donde 7.186.170 venezolanos, en los 2200 centros electorales denominados “Puntos Soberanos” a nivel nacional e internacional, votaron masivamente contra el adefesio criminal de la ANC, una derrota política al usurpador Maduro con repercusiones en todo el mundo... Repitamos esa hazaña.

En el caso de los Estados Unidos aportamos 238.465 votos, de los cuales en Florida 144.842 votos y en el Circuito Electoral Miami integrado por los estados de Florida, las dos Carolinas Norte y Sur y Georgia 157.214 votos.

Ahora es propicio el momento de tomar las calles y convocar nuevamente al pueblo y ese sentido exhortar a la Asamblea Nacional y el presidente Guaidó, al pueblo venezolano, a participar en nuestra propia elección soberana y constitucional, para así demostrarle quién tiene ese respaldo popular, que seguramente evidenciará la ausencia masiva o abstención en las pretendidas elecciones oficialistas. Demostremos que tenemos liderazgo a los países e instituciones que nos apoyan como USA, “Grupo Lima”, OEA, y Grupo Contacto de Europa. Es la hora de usar nuestra poderosa arma del voto contra la feroz dictadura genocida, sin retórica alguna.

La consulta o referéndum popular está contenida en los artículos 70 y 71 de la Constitución Nacional Bolivariana, que reza: “Son medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, en lo político, la elección de cargos públicos, el referendo, la CONSULTA POPULAR, la revocación del mandato, las iniciativas legislativas constitucional y constituyente, el cabildo abierto y la Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas cuyas decisiones serán de carácter vinculante”.

Consultemos a nuestro soberano pueblo que apoye la extensión administrativa, constitucional y legal del mandato de la actual y legítima AN ante la imposibilidad de unas elecciones transparentes, libres y democráticas. Preguntemos sobre si el usurpador debe salir del poder, si es conveniente la ayuda humanitaria internacional o la constitución de un gobierno de emergencia y unidad nacional, como también la “expropiación” ilegal de los partidos políticos. Son respuestas muy importantes en la búsqueda de compactar un gran frente de unidad patriótica y popular para derrotar al comunismo y terrorismo internacional.

La diáspora venezolana en el exterior, integrada por más de 5 millones de compatriotas, estamos a las alturas de cumplir con esta responsabilidad patriótica, como lo hicimos en el pasado, este llamado a consulta popular de nuestra AN legítima ¡Manos a la obra!

¡Vacilar es perder! ¡Conquistemos nuestro futuro democrático, convoquemos al pueblo a las calles. Consulta popular ¡ya! ¡Fe en Dios y Esperanza en nuestro pueblo y valentía para vencer la dictadura!

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