viernes 7  de  febrero 2025
Miami

Damnificados necesitan respuesta

Es inconcebible que el problema haya escalado hasta convertirse en un absurdo espectáculo que ha llevado a que estos vecinos, la mayoría enfermos y con problemas de movilidad, terminen refugiándose en carpas en las calles de Miami
Diario las Américas | EDITORIAL DIARIO LAS AMÉRICAS
Por EDITORIAL DIARIO LAS AMÉRICAS

Cuando se trata de problemas que afectan a niños o ancianos, los seres humanos generalmente tienden a actuar y buscar soluciones más a prisa, por la vulnerabilidad natural de esas personas.

Pero este no ha sido el caso observado en Allapattah, un sector popular de Miami donde los residentes de dos edificios en precarias condiciones quedaron literalmente en la calle después del paso del huracán Irma y quienes, para colmo de males, han tenido que pernoctar a la intemperie en medio del calor y los mosquitos.

Lo peor del hecho es que no han sido uno ni dos días. Estos residentes de bajos ingresos, beneficiarios de la Sección 8 del Programa de Vivienda Federal de los Estados Unidos, llevan más de 10 días abandonados a su suerte, soportando altas temperaturas y otras necesidades, en medio de unas promesas que se han cumplido parcialmente.

Es inconcebible que el problema haya escalado hasta convertirse en un absurdo espectáculo que ha llevado a que estos vecinos, la mayoría enfermos y con problemas de movilidad, terminen refugiándose en carpas de campaña, en las que han vivido días y noches de pesadilla. Eso merece el rechazo de toda la comunidad. Pero, sobre todo, una respuesta.

Como han dicho muchos de ellos, la imagen de personas durmiendo en la calle no debería tener espacio en nuestra sociedad. La casi totalidad de los inquilinos de esas torres, cuyo propietario ha ofrecido soluciones que ellos consideran inadecuadas frente a una problemática de tanta envergadura, provienen de países de Américas Latina.

A este hecho hay que darle la dimensión que merece. Si bien las autoridades locales, algunos senadores, comisionados y activistas comunitarios han intervenido para tratar de solucionar el problema, no es menos cierto que la respuesta debió llegar desde el primer día, para no someter a estos damnificados a condiciones infrahumanas como las que les ha tocado vivir.

Algunos de ellos han sido reubicados en hoteles, otros siguen esperando una salida a su situación. Ojalá sea pronto. Mañana puede ser demasiado tarde.

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