domingo 16  de  febrero 2025
PROFESOR UNIVERSITARIO

El guante, el bate y la pelota

Ha sido tomada entre las dos partes una decisión conveniente e importante, porque ha surgido un clima político más relajado o de distención entre los dos gobiernos y de cara al futuro, pudieran desarrollarse fructíferas y amistosas relaciones de cooperación

Diario las Américas | EUGENIO RODRÍGUEZ BALARI
Por EUGENIO RODRÍGUEZ BALARI

Conversando con un viejo y respetado amigo sobre el proceso de normalización de relaciones entre Cuba y los EEUU; este metafórica e interesantemente me dice, que cuando era niño y salía a jugar pelota con sus amiguitos (él que, procedía de una familia de extracción humilde) tuvo la experiencia; que los muchachos de bien o de familias acomodadas y ricas; cuando por cualquier razón o circunstancias (las que fueran) necesitaban o querían retirarse del juego, se llevaban consigo los guantes, la pelota, el bate y se terminaba el partido. Dejando en el terreno frustrados al resto de los muchachos que participaban del juego.

Le pregunté entonces directamente. ¿Crees que EEUU en este proceso de normalizar las relaciones con Cuba pudiera proceder de similar manera?, porque indudablemente los estadounidenses eran los niños de bien o ricos al que se refería en su metáfora.

La respuesta ofrecida fue rápida y directa:  ”Esa es su posibilidad y en definitiva lo pueden hacer, porque en las circunstancias actuales la rica y poderosa nación del norte, en su diferendo con nosotros, puede llenarse de paciencia y darse todo el tiempo que desee, porque ellos no son el país agredido ni tienen la urgencia de ello”.

Además y con seguridad se encuentran considerando a los jugadores del equipo contrario algo agotados y sin suficientes guantes, pelotas o bates, una estrategia de juego equivocada  y el terreno sin condiciones favorables para desarrollar el juego. Agregando lacónicamente que sus circunstancias (las de EEUU) en las negociaciones, son mucho más ventajosas que las nuestras y eso debería asimilarse o tomar mayor conciencia por la parte cubana.

Volví a la carga con otra pregunta sobre el tema.¿Entonces consideras que las negociaciones efectuadas o el nivel de las relaciones surgidas, no han sido acertadas o representan beneficios para Cuba?

No, por el contrario ello ha sido algo positivo, muy positivo, porque abrió un nuevo camino de conversaciones y dialogo y se continúan dando pasos hacia la plena, necesaria y transparente normalización de las relaciones, pero será imprescindible entre ambas naciones una etapa de mayores conocimientos recíprocos.

Ha sido tomada entre las dos partes una decisión conveniente e importante, porque ha surgido un clima político más relajado o de distención entre los dos gobiernos y de cara al futuro, pudieran desarrollarse fructíferas y amistosas relaciones de cooperación en diferentes sectores económicos/sociales, lo que contribuiría a beneficiar a los dos países.

Sin embargo y la esencia de la cuestión radica, en que las autoridades estadounidenses desarrollen esas relaciones en un plano de igualdad de condiciones, con absoluto respeto a los principios de la soberanía de Cuba, sin la existencia de medidas punitivas y en un plano de transparencia e igualdad de intereses entre las dos naciones.  Todo lo que internacionalmente es natural, lógico y posible.

Para mi amigo esa es la manera fundamental y consecuente de ver este asunto, porque al no proyectarse de esa forma, al menos hasta el momento, ello genera desconfianza y reacciones de dudas o prejuicios, enturbiándose el camino de la normalización. Considerando que esos son los riegos de hoy por donde transita el proceso; elementos que nuevamente  podrían obstaculizar las relaciones de beneficio mutuo entre ambos países, e incluso originar mayores resquemores o reservas políticas, entre otras tantas naciones de la región que se encuentran observando la marcha del proceso de normalización.

Las relaciones individuales entre los seres humanos a veces son complejas, contradictorias y muchas veces bien difíciles; con frecuencia ocurren conflictos entre las personas y es suponible; que cuando se trata de sociedades o naciones, las cuestiones tiendan a ser más sensibles o problemáticas en muchos aspectos de estas.

No obstante es imprescindible saber y aprender a vivir en amistad, en buenas y coexistentes relaciones; que con independencia de diferentes intereses o proyecciones de desarrollo económico, político o social; con armonía, comprensión y tolerancia se eviten conflictos o confrontaciones y las personas puedan desenvolver sus vidas con mayores posibilidades, menos tensiones y se produzca un mayor nivel de bienestar.

Pudiera decirse que al reconocerse el fracaso de la política de hostilidad y confrontación contra la caribeña nación (que se mantuvo por más de cinco décadas) y restablecerse las relaciones diplomáticas, el país antillano resultaba ser el ganador del conflicto; pero no hay porque apresurarse ya que en realidad es muy pronto para efectuar tal afirmación, ya que queda camino por andar.

Un juego, una pelea, una batalla no ganada y negociada, no decide una victoria definitiva; los cambios de métodos o procedimientos no significan el renunciamiento de las estrategias políticas y algo de eso, de acuerdo con los discursos o determinados hechos ocurridos, evidencian lo que en las relaciones viene sucediendo.

Es comprensible se ha entrado en una nueva etapa de las relaciones con los EEUU, que como se dice en el argot popular “ahora es al duro y sin guantes”; lo que obliga a los cubanos agudizar la inteligencia, a  una mayor preparación y conocimientos políticos, sin unilateralismos y con proyecciones más amplias, actualizadas y sólidas.

Las diferencias políticas actuales y futuras se expresarán, fundamentalmente, en el terreno de las ideas, en relación a las concepciones del desarrollo y el bienestar o las diferencias político/ ideológicas; para lo que será necesario una preparación sobre a lo que aspira y defiende el país; desechando dogmas o creencia de ciertas ideas que han sido batidas por los hechos o la misma historia.

No será fácil pero tampoco imposible enfrentar la nueva política con que los EEUU desean revertir el proceso patriótico, de proyección socialista y respeto soberano con que se orientó la revolución cubana.

No obstante habrá que tener presente o encontrarse preparado (por aquello de prever todas las variables posibles y no encontrarse desprevenidos); que al igual o como sucedía con los niños ricos o acaudalados, que se llevaban cuando menos lo esperabas los guantes, el bate o la pelota y se desbarataba el partido; que las relaciones de EEUU con Cuba sobre la base de condicionamientos políticos o cambios de sistema, pueden a la larga ocasionar malestar político, contradicciones, o incluso conflictos que puedan hacer tomar la decisión, como los niños ricos de antaño de retirarse del juego.

Por eso ahora habrá que aprender a jugar al duro y sin guantes.

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