Israel, a pesar de ser un país pequeño y enfrentarse a amenazas, mantiene su economía a flote, incluso en tiempos de guerra. Actualmente, pelea en seis frentes: Hamás en Gaza, Hezbolá en el Líbano, los rebeldes hutíes en Yemen, todos grupos apoyados por Irán en Siria y Jordania, además de prepararse para un posible conflicto directo con Irán. Aunque este panorama es abrumador para muchos países, Israel mantiene una economía dinámica y en expansión ¿Cómo lo consigue?
Un factor clave en esta resiliencia es el sector tecnológico, que constituye más del 50% de las exportaciones de Israel. Además, emplea a una parte significativa de los reservistas de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF). A pesar de las hostilidades, las empresas tecnológicas israelíes, particularmente en el campo de la ciberseguridad, crecen e innovan. Solo en la primera mitad de 2024, Israel atrajo más de 4.500 millones de dólares en inversiones y se espera que termine el año con un récord de 10.000 millones.
El liderazgo de Israel en ciberseguridad también es un factor determinante. Este sector acaparó el 52% de la inversión privada en el primer semestre de 2024, y 13 de las 14 adquisiciones más importantes a nivel mundial en este campo incluyen organizaciones israelíes. La seguridad digital es una prioridad nacional para Israel, dadas sus circunstancias geopolíticas. Además, el país adoptó la inteligencia artificial, con 94 empresas del sector recibiendo inversiones.
Aunque hubo dificultades, como la caída en la calificación crediticia del gobierno y la salida de algunas tecnológicas, la economía israelí muestra fortaleza, impulsada por su capacidad de innovación. Un ejemplo es Lasso Security, una empresa que triplicó su personal y recaudó fondos mientras continuaba el conflicto.
El sector de defensa también desempeña un papel crucial. Israel, uno de los cinco mayores exportadores de tecnología militar en el mundo, genera ingresos e impulsa la economía, en especial cuando las amenazas militares están en su punto más alto.
Israel demostró capacidad para mantener su economía en crecimiento, fundamentada en la innovación tecnológica y su industria de defensa, incluso en medio de conflictos en múltiples frentes. Su resiliencia y creatividad son factores clave que permiten al país seguir adelante a pesar de los desafíos.
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