Aplaudo al Cuban American Bar Association, CABA (por sus siglas en inglés), por tomar medidas y condenar las excursiones a Cuba organizadas por el International Law Section (ILS), del The Florida Bar y SimplyCLE, a realizarse este otoño. Escuchar las noticias de la excursión orquestada por estas dos asociaciones es decepcionante y preocupante. Como recalcó CABA, el itinerario de ambos viajes carece de un verdadero examen del régimen comunista. Más bien, las "vacaciones" como lo ha llamado SimplyCLE, ignoran fundamentalmente las atrocidades que actualmente suceden en la isla cautiva bajo el régimen de Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro.
Como CABA afirmó, la ley de los EE. UU. Prohíbe expresamente la autorización de transacciones financieras para "actividades turísticas" en Cuba (Sección 910 (b) (1) de la ley Trade Sanctions Reform and Export Enhancement Act). Si a estas personas les otorgaron visas de persona a persona, nos gustaría llamar su atención sobre el Aviso de Viaje a Cuba emitido por OFAC: "OFAC solo otorga licencias de grupos de personas a viajeros que certifican que todos los participantes tendrán un tiempo completo y un programa de actividades de intercambio educativo, que resultarán en una interacción significativa entre los visitantes y las personas en Cuba”. Estas restricciones están en vigencia porque la dictadura cubana es uno de los cuatro lugares designados por el gobierno estadounidense que favorece el terrorismo, con uno de los registros de violación de los derechos humanos más atroces del mundo. La industria del turismo en Cuba está completamente controlada por el estado; por tanto, los dólares de Estados Unidos usados en el turismo cubano financian directamente la maquinaria de opresión que reprime brutalmente al pueblo cubano.
Muchos en nuestra comunidad del Sur de la Florida han sido profunda y personalmente perjudicados por las atrocidades del régimen de Castro, incluidos los ex presos políticos y las familias de inocentes asesinados. Las restricciones a los viajes turísticos son medidas para evitar el uso de nuestros dólares estadounidenses en un régimen asesino, que se opone en todo momento a los intereses de seguridad de los Estados Unidos y que suprime implacablemente la libertad de expresión. Me temo que este viaje deja mucho que desear ya que estos participantes parecen limitarse a no ver la verdadera Cuba. La aceptación de la falsa narrativa del turismo es desconcertante, ya que no existe una verdadera independencia porque el régimen controla todos los aspectos de la sociedad.
Mientras los miembros del International Law Section del Florida Bar y SimplyCLE tienen derecho a viajar a Cuba, animo a sus participantes en estas dos excursiones a reunirse con miembros del movimiento disidente cubano, activistas de derechos humanos y otros que luchan por la libertad en Cuba. Los conocimientos adquiridos a partir de conversaciones productivas con disidentes y grupos como las Damas de Blanco pueden ayudar a impulsar la democracia en la sufrida isla y darnos una nueva perspectiva de la difícil situación del pueblo cubano. De nuevo, agradezco inmensamente a CABA por sus esfuerzos, que expresan su preocupación por la naturaleza de los viajes que brindan estas dos organizaciones.