No creeré demasiado en lo que me digan los demás. Me niego a ser de las peores; seguiré intentándolo¦
u201cProbablemente tendremos hoy en clase dos alumnas atrasadas. Roxandra y Dania. Ambas se han ausentado mucho por estos días. Ha sido una semana clave en la que todos aprendieron a redactar sus primeros párrafos. Esperemos que ellas logren ponerse al día lo más rápido posible y avancen al compás del resto. Copien el asunto u201d, terminó diciendo la maestra Sofía. n
Leí en la pizarra: u201cDesarrollo de una composición u201d y una energía extraña me sacudió; sentí en ese instante una corriente rara como torbellino interno y me aterroricé. Luego volví a leer tres títulos que la profesora había anotado en el tablero: Un viaje inolvidable, u00bfQué significan para ti tus padres?, Mi escritor cubano favorito. n
Todos abstraídos copiaban y copiaban ensimismados en sus cuadernos. Yo los observaba con un interés escéptico y me preguntaba: u201c u00bfCómo y de dónde sacan tantas ideas, tanta imaginación para llenar dos páginas de historias? u201d. A mí no se me ocurría nada, sólo mirar más allá de la ventana. Me acomodé en mi silla esta vez decidida a intentarlo, miré mi hoja en blanco, tomé el lápiz en la mano con convicción y no me venía nada interesante a la cabeza. Los demás ocupaban ya tres hojas. Mi página continuaba limpia. n
Mi abuela siempre me había regalado buenos libros. Leer era mi pasatiempo favorito, siempre quise escribir libros como los que había leído y entonces, por qué ahora no era capaz de escribir ni un solo renglón. n
Nunca en mi vida había creado una frase, ni escrito una simple carta, ni un párrafo. u00bfCómo iba ahora a escribir una composición? Los alumnos iban poniéndose de pie en el orden que eran mencionados y leían en voz alta sus composiciones. Cuando eran buenas, la maestra y los demás aplaudían; cuando eran malas, todos formaban un corro y gritaban: u00a1Uhhh! Temía que en cualquier momento llegara mi turno y mencionaran mi nombre. Empecé a sudar, el cuerpo me temblaba, me dolía el pecho, sentía que el cerebro me iba a estallar, los ojos se me llenaban de lágrimas. Tenía taquicardia. Me faltaba el aire. Pedí permiso para ir al baño, la profesora me autorizó y entonces por primera vez me fugué del colegio. nEse día me fui caminando sola (con mis apenas 11 años) hasta Pino Solo, por el camino esquivé varios toros que divisé desde lejos; me ensucié los pies de lodo y hasta me lastimé la espalda cruzando varias cercas de alambre de púa, escapando de los toros y del resto de todos los animales que andaban sueltos por aquella pradera. Fue fácil encontrar la llave de la casa, escondida en el jardín, en el lugar de siempre. Entré fatigada, eran las 11 de la mañana, tomé el libro Cumbres Borrascosas, de Emily Bronte, me encerré en el cuarto, lo apreté contra mi pecho y dije: u201cEmily, por favor, ayúdame a escribir como tú u201d, y me quedé dormida llorando. Le mentí a mi abuela diciéndole que un vecino me había traído y no pude dormir toda la noche pensando que había sido incapaz y cobarde. Al día siguiente me sentía todavía demasiado amilanada, no quería ir a la escuela. n
u2014Dania, ponte de pie y léenos tu composición. n
Habían llamado mi nombre apenas comenzó el turno de clases. Me levanté despacio con ganas de caer desmayada y dije:"No tengo nada escrito".
u2014 u00bfCómo que no tienes nada escrito?
Fue la pregunta esta vez amenazante que inundó el salón. Bajé la cabeza, miré mi libreta en blanco y repetí:"No, yo no sé escribir una composición". Todos se echaron a reír, menos Sofía, quien se acercó intimidante con un puntero de madera en la mano y gritó: u201c u00a1Silencio todos! Y me golpeó con su puntero en mi pie derecho. u201cTienes cinco minutos para expresarte u201d. nTenía la pierna roja como si fuera a sangrar en cualquier momento y me ardía como si me hubieran picado cien avispas a la vez pero soporté el dolor y las miradas humillantes de todos con coraje de héroe. n
u2014 u00bfPuedo escribir de lo que yo quiera?, pregunté, conteniendo los sollozos. n
u2014 u00a1No! Escribirás sobre lo que yo decidí ayer. n
Volví a repasar los tres encabezamientos en blanco que había apuntado: Un viaje inolvidable. u00bfQué significan para ti, tus padres? Mi escritor cubano favorito. n Cuando concluí la lectura de lo que había redactado la profesora abrió mucho los ojos y dijo:"Dios mío que disparates escribes. Esto es lo más mediocre que he escuchado en toda mi vida. u00a1Eres pésima!". Mis compañeros de aula se taparon la boca para aguantar las carcajadas.
Yo volteé mi mirada hacia la ventana y esta vez con menos miedo pensé optimista y determinada: u201cNo creeré demasiado en lo que me digan los demás u201d. u201cMe niego a ser de las peores; seguiré intentándolo u2026 u201d