Por Pedro Mena
Por Pedro Mena
La noticia más importante en el pasado reciente fueron los sorpresivos resultados de las elecciones primarias celebradas en Argentina, ganadas por la dupla opositora del peronismo populista, conformada por Alberto Fernández y Cristina Kirchner, por una diferencia de 15 puntos, frente al actual presidente Macri, aspirante a la reelección presidencial.
Desde entonces la mayor atención a un proceso electoral en latinoamérica está centrado en las próximas elecciones del 27 de octubre en el sureño país de Argentina. A como escribí en un artículo en el Diario Las Américas de la ciudad de Miami, Florida, USA, a los pocos días de este resultado adverso al presidente Macri, reitero el mismo contenido
“En lo personal el caso argentino no ha llegado a su final todavía. Está elección es un requisito de ley para que cada sector político elija sus candidatos, pero no es vinculante su resultado a la elección definitiva que se realizará el 27 octubre de este año legalmente como lo ordena la constitución y leyes vigentes.
Políticamente es una radiografía de lo que el país está pensando en este momento, lo que viene a ser preocupación para los estrategas de la campaña de Macri, quienes tendrán que cambiar radicalmente sus conceptos y formas de hacerla en los próximos meses.
En política electoral no hay nada definitivo hasta que se cuente el último voto, y totalicen las actas finales, pero además existe hechos o acontecimientos provocados o no, que pueden cambiar el curso de una elección. ”
Creo esos resultados fueron determinantes en una modificación de la estrategia inicial, para dar paso a una mas realista y consustanciada con las exigencias de la clase media y los trabajadores, sobre todo, corrigiendo los efectos de decisiones impopulares tomadas por el presidente Macri y su equipo económico, dentro de su plan de ajustes macroeconómicos, recomendados por el Fondo Monetario Internacional FMI.
No tengo duda que al cambiarlas y al desarrollar básicamente la nueva orientación de la campaña final, sus tácticas, estrategias electorales y políticas, están van a producir un “terremoto” electoral contra el “Kinnerismo populista”.
Yo estoy inscrito en el grupo de los optimistas quienes creemos si es posible remontar esos viejos resultados a pesar de los criterios populares de algunos exagerados, quienes expresan su fatalismo negativo afirmando “solo un milagro” lo puede salvar de una segura derrota, siempre y cuando no se hagan y ejecuten los cambios pertinentes.
Pero al margen de esas dudas sembradas, algunas de ellas muy lógicas y propicias de entender, existen criterio generales y puntuales que deben ser atacados por el equipo de campaña del presidente Macri.
Bajo una profunda autocritica y revisión, reformular sus relaciones con la clase media y los trabajadores argentinos, destacando los errores cometidos en la aplicación de sus políticas económicas, y estimulando soluciones prácticas de inmediato, a los fines de recuperar la confianza y la credibilidad perdida.
Es vital para estimular una vuelta a la victoria unidos en un solo bloque que avance más allá de las conquistas actuales y laborales, ofreciendo soluciones económicas viables a corto e inmediato plazo, que ayuden a fortalecer la voluntad de cambio para un desarrollo integral del país.
El bienestar individual y colectivo es vital, que cada miembro de una familia sienta la esperanza real de las soluciones puntuales de sus problemas cotidianos. El cambio y su esperanza, debe ser interpretado para mejorar su bienestar integral y no para retroceder y agravar su situación personal. Hay que rehacer las esperanzas reales y verdaderas con hechos concretos y no fantasías electorales.
En una alocución a sus seguidores en todo el país, Macri al iniciar su campaña agresiva de movilizaciones en todo Argentina, bajo la consigna popular “Sí, se puede”. manifestó: “Sí, se puede dar la vuelta a esta lección, pero los necesito a ustedes unidos y totalmente movilizados, defendiendo en la calle la libertad, la democracia y el progreso”.
A partir de ese momento no se ha detenido un segundo la ruta de la victoria popular por el cambio, recorriendo exitosamente con grandes actos masivos en cada lugar, recuperando las calles del país, mientras su oponente permanece solitario en actos de menguada participación del electorado.
Macri ha visitado las ciudades bajo la consigna “Sí, se puede”, de Tocumen, Salta, Bahía Blanca, Posadas, Rafaela Santa Fe, Buenos Aires, su ciudad natal La Paz, acompañado siempre de su bella esposa Julia Awala, quien además participa como oradora en esos eventos de participación masiva. Hay un renacer del entusiasmo y la esperanza en el pueblo argentino.
Hay un creciente optimismo racional entre el equipo de campaña de Macri, que es muy probable puedan revertir el resultado de las primarias y provocar una segunda vuelta favorable al presidente, que asegure su reelección. Nada en política es imposible de alcanzar.
Macri tiene una nueva oportunidad de ser presidente electo, al fin de rescatar al país de la anarquía, la corrupción, de los nexos satánicos con el castro comunismo venezolano, y recuperar su deteriorada economía, relanzando Argentina y sus productos nacionales, a los mercados internacionales, tejiendo una nueva red de progreso y desarrollo tecnológico a la patria de Belgrano, San Martin, De Rosas, Argentino Roca y Carlos Gardel.
Renace la esperanza y Macri la representa. Los venezolanos que viven en Argentina solidarios y agradecidos están participando en la campaña abiertamente con entusiasmo y alegría, aportando su trabajo creativo al triunfo de un noble aliado con la causa de la libertad y rescate de la democracia en Venezuela. ¡Suerte y bendiciones presidente Macri, estamos contigo!