Esta semana el tema obligado de la presunta y grotesca “invasión” de un grupo mínimo de “mercenarios”, supuestamente destinados a detener al usurpador Maduro y sacarlo fuera del país para hacer efectivo el cobro de la recompensa de los 15 millones de dólares ofrecida por la justicia de Estados Unidos, se ha convertido en una fuerte operación mediática contra el diputado Juan Guaidó, legítimo presidente constitucional de Venezuela, y el gobierno de Donald Trump, impulsada por los voceros y aliados internacionales de la dictadura castro comunista que impera en Venezuela.
Miles de versiones periodísticas y opiniones se han vertido sobre este espinoso tema, todas muy respetables, con ópticas diferentes, a veces antagónicas como debe ser lógicamente dentro del concepto democrático del respeto a la libertad de expresión.
Nos proponemos no insistir en los mismos argumentos trillados, tratando de desechar caer en la “trampa jaula” del enemigo, fortaleciendo el objetivo primario del control mental y psicológico promovido por los “Pic War” del G2 cubano, creando la sensación de “invencibilidad, estabilidad y fuerza del régimen”, desatando en la mayoría de los venezolanos una suerte de depresión y desesperación sumisa a sus dictados. Eso ayudaría a mantenerse en el poder por la fuerza de su aparato represivo, cundiendo entre la población más miedo, terror y dispersión de esfuerzos en sus luchas.
La división, dispersión y fractura de las fuerzas de oposición y su legítimo gobierno constitucional, es el objetivo primario de esta nueva versión tragicómica de la dictadura, ampliando la necesidad de restarle respaldo internacional y apoyo político y humanitario al gobierno parlamentario de Guaidó y la AN legítima, todo con la finalidad de ocultar la masacre de los presos en Guanare.
Además, existen otros elementos estratégicos que promoverán aún más la división interna y mayor agresión de los sectores más radicales del partido demócrata, dirigidos a tratar de “neutralizar” o “controlar” al presidente Trump, en su reelección presidencial, y en sus acciones solidarias a la oposición democrática, tal como se manifiesta la comunicación de los tres senadores demócratas a Mike Pompeo, secretario de Estado; a Richard Grenell, director de la Agencia de Inteligencia Nacional, y a William Barr, fiscal general de la nación.
Por otra parte, en la política mundana de esta estrategia global concertada, está lograr detener y poner preso a Guaidó y a muchos de sus asesores inmediatos. Ya anunciaron la solicitud de detención de JJ Rondón y Sergio Vergara, como también avanzarán agresivamente contra el liderazgo opositor en cualquiera de sus niveles, incluyendo los diputados de la AN legítima, los cuales en los próximos días no serán de mucho agrado y felicidad. Toda esta reacción en cadena, como respuesta a la carnada colocada en la fulana “invasión”. El régimen está bien asesorado por el genio del mal, el G2 cubano. No esperemos nada bueno de ellos. La “Operación tiburón” en marcha.
En política hay que aprender a destacar que ella no se practica bajo la acción de las emociones naturales humanas o que la misma debe ser aplicada en forma “testicular”, ambas son expresiones falsas y negativas. La política como ciencia social requiere de análisis previo, descartar hipótesis y trabajar “cerebralmente” para llegar a la teoría o tesis concretas en la acción y aplicación de esas ideas. No hacerlo es navegar e invadir aguas o terrenos prohibidos, muchas veces con saldos lamentables.
Mis amigos oficiales ® de la FAN venezolana, de alta graduación, patriotas de sólida formación castrense y militar, residentes en USA, algunos de mucha experiencia en el combate antiguerrillas, con algunos de los cuales hemos conversado sobre este escabroso tema de la fulana “invasión”, me han expresado que, desde el punto de vista de la doctrina ortodoxa de formación castrense, en sus teorías sobre estudios y diseños de estrategias, con su debida planificación, definición de tácticas y operativos a cumplir, esta supuesta “invasión” representa la negación total de estas teorías. Es una aberración y una locura anárquica desorganizada sin ningún rumbo de seriedad académica. La conclusión es un “Falso Positivo” montado por el régimen y G2 cubano.
Bolívar, el Libertador, genio y figura de una obra transcendental en la historia de la lucha independentista en América del Sur, nunca necesitó contratar “mercenarios”, sus apoyos fueron siembre basados en el principio de cooperación y ayuda entre los pueblos oprimidos. El general Alexander Petion, presidente de Haití, y los célebres oficiales y efectivos militares de la Legión Británica, que yo sepa, históricamente nunca firmaron un “contrato” para ayudar, mediante pagos, su contribución inédita y leal al general Simón Bolívar en su denodada lucha por la independencia de Venezuela y otros países de América. Quienes usan estos argumentos para justificar un error militar y político, están fuera de la historia, tratando de manipular hechos irreales y fuera de contexto.
No entiendo por qué algunos políticos y “aprendices” de la política, confunden la demagogia con la solidaridad real. Una cosa es reconocer el posible hecho personal de valentía, con el sacrificio e inmolación por causas patrióticas, cuando de por medio existe un beneficio económico previo dentro del marco de una “aventura” militar. Respeto ese criterio, pero no lo comparto. Fue una operación privada y comercial abortada e infiltrada oportunamente por la dictadura.
Nada ha cambiado en contra nuestra, todo marcha mejor, por el contrario, la administración y el propio presidente Trump y sus asesores fundamentales, han desechado, al igual que el presidente Iván Duque, de Colombia, cualquier participación o injerencia de sus gobiernos en esta fallida aventura invasora. Requerimos luchar por lograr un gobierno de emergencia nacional ¡ya!
Trump ha respondido esta agresión de la dictadura designando al funcionario diplomático, James Broward Story, como nuevo embajador de USA en Venezuela, una vez cumplido el cese de la usurpación. Una muestra de solidaridad y confianza adicional.
Finalmente, el presidente Trump expresó, en relación con el tema en boga: “Si yo quisiera ir a Venezuela no lo haría en secreto. Yo no mandaría un pequeño grupo. No, sería un ejército y eso si debe ser llamado invasión”. Queda a la libre interpretación.
¡Seguimos con optimismo en la lucha, con fe en Dios y esperanzas en nuestro pueblo!
*“Mercenarios. Definición: adj. [Tropa o soldado] extranjero que combate por dinero: la Legión Extranjera está formada por mercenarios. Que trabaja exclusivamente por dinero: es un mercenario, no se implica en el proyecto”.