Los sobrinos de la familia presidencial venezolana, los que popularmente pasaron a llamarse “narcosobrinos”, fueron condenados a 18 años de cárcel por un juez de una corte federal de Nueva York, la misma cantidad de años que tiene el denominado Socialismo del Siglo XXI de someter a los venezolanos a una situación de precariedad económica y deterioro de la calidad de vida. Se trata de un juicio y un caso que constituye una ventana por la que puede mirarse la realidad del régimen venezolano.
La promesa del hombre nuevo, esgrimida por el chavismo, está sintetizada en ese par de jóvenes, Efrain Campo Flores y Francisco Flores de Freitas, quienes hoy deberán pagar con cárcel los delitos cometidos y su vinculación con el narcotráfico. Pérdida de valores, uso de poder, ambición desmedida para obtener dinero fácil y la prepotencia absoluta para creer que la ley nunca será aplicada sobre ellos, todo representa de manera fiel al chavismo.
Pero además, en el juicio se han revelado testimonios y documentos que han involucrado desde miembros de bandas criminales, funcionarios públicos hasta llegar a la propia pareja presidencial venezolana. El narcotráfico se hizo del poder en Venezuela.
En agosto de 2016 el presidente Nicolás Maduro anunció la designación del general Néstor Reverol Torres como ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, horas después de que Estados Unidos lo acusara de participar en una conspiración internacional para distribuir cocaína. En febrero de 2017, el gobierno de Estados Unidos colocó al vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, en su lista de personas relacionadas con el tráfico de drogas. Recientemente un trabajo de investigación de DIARIO LAS AMÉRICAS reveló cómo el régimen de Maduro protege en el SEBIN a un capo de la droga. Tampoco son un secreto los señalamientos contra el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, que lo vinculan como jefe del Cartel de los Soles y que fue salpicado también en las revelaciones del caso de los narcosobrinos. Son apenas una muestra del tipo de régimen que gobierna Venezuela.
Ya a estas alturas, se disipan las dudas sobre un gobierno que a claras luces protege, participa o está tomado por el narcotráfico.