El régimen cubano vuelve a mostrar su nefasta esencia y poca compasión. Esta vez, la viuda del disidente Oswaldo Payá Sardiñas ha sido víctima de las arbitrariedades de la dictadura de la isla.
El régimen cubano vuelve a mostrar su nefasta esencia y poca compasión. Esta vez, la viuda del disidente Oswaldo Payá Sardiñas ha sido víctima de las arbitrariedades de la dictadura de la isla.
Aunque su pasaporte habilitado, que obtuvo en agosto, debió haber sido suficiente para ingresar a su país, Ofelia Acevedo hace unos días fue prohibida de entrar a su país natal, porque simplemente no era admitida.
Según explicó a este rotativo, se disponía a solicitar personalmente los documentos de la autopsia de su esposo que hasta el momento el régimen le ha negado.
También indicó que las autoridades estaban al tanto de su viaje porque ella misma se encargó de hacerlo público, lo que sugiere que el hecho de negarle el ingreso a Cuba fue una decisión premeditada.
Y su petición que, además, es su derecho, no es nueva a los oídos del régimen. Desde que Payá murió en 2012 su familia debió haber recibido el informe. Pero hasta hoy desconocen el contenido del documento con las causas de su muerte.
Vale destacar que, en teoría, la legislación cubana y los reglamentos del ministerio de Salud Pública amparan el pedido de Acevedo, pero quienes ejecutan la ley no quieren hacerla valer. Un comportamiento que no ha de asombrar viniendo de parte de un régimen que se caracteriza por obstaculizar la justicia y, sobre todo, violar los derechos humanos.
Y de esa lucha por la libre expresión y hacer valer los derechos universales del ciudadano conoce precisamente Acevedo, a quien le tocó vivirla al lado de su esposo, cuya batalla le valió el Premio Andrei Sajarov a los Derechos Humanos del Parlamento Europeo. Por eso, para mantener vivo el legado de Payá, su viuda insiste en buscar la verdad sobre los hechos y exige a las autoridades cubanas una investigación imparcial.
Pero que en Cuba se violan los derechos es bien sabido, el simple hecho de que los cubanos estuvieran obligados a habilitar sus pasaportes para viajar a la isla que los vio nacer, ya denota arbitrariedad y abuso del poder, más allá de cualquier otra violación, esa es elemental.