Esta pregunta se puede responder de varias maneras, pero sin duda debemos empezar por definir qué es ser un migrante y entendemos por migrante la persona que llega a un país o región diferente de su lugar de origen para establecerse en él temporal o definitivamente. Sin embargo, las ONU ha establecido que aun cuando no existe una definición jurídicamente convenida, se define al migrante como “alguien que ha residido en un país extranjero durante más de un año independientemente de las causas de su traslado, voluntario o involuntario, o de los medios utilizados, legales u otros.” Ahora bien, el uso común incluye ciertos tipos de migrantes a más corto plazo, como los trabajadores agrícolas que se desplazan por períodos breves para la siembra o la recolección de productos de temporada.
Aunque, también, es bueno aclarar que: a este respecto, cabe señalar que el sustantivo emigrante pone la atención en la persona que abandona su hogar, mientras que el termino inmigrante hace énfasis a esa misma persona, pero desde la perspectiva de quien ya ha llegado a su nuevo destino para radicarse en él. De modo más amplio, el Diccionario de la lengua española define migrante como "que migra", esto es, "que se traslada desde el lugar en que habita a otro diferente", definición general con la que es posible designar a todo aquel que se desplaza de un lugar a otro.
Dicho esto, tenemos claro qué es ser migrante y esto nos permite concentrarnos en qué es ser colombiano en el exterior. Ser colombiano en el exterior es comprender que la vida no es fácil, pero que lo fácil no es vida. Hemos visto la violencia, el dolor, la corrupción, el engaño y el desencanto. Hemos sufrido las consecuencias de gobiernos nefastos que solo han gobernado para algunos y se han olvidado de la gente de a pie. Hemos sufrido con los acuerdos de Pablo Escobar, con las FARC, con el Cártel de Cali y los paramilitares y seguramente seguiremos sufriendo de acuerdos con los cuales siempre hay una esperanza de paz, al menos así se nos venden estos acuerdos, pero al final terminan dando una impunidad total, y si, generan paz, pero lamentablemente llega otro gobierno y borra lo bueno del anterior y volvemos a la misma guerra que nos hizo irnos del país. Vivimos plenamente el día. Donde quiera que estemos, no nos puede faltar una buena empanada colombiana o un "pan de bono".
Los últimos 50 años no han sido fáciles para la diáspora colombiana, que ha tenido que abrirse camino en el exterior sin poco o ningún apoyo del gobierno colombiano, al menos en lo pedagógico, para saber como operan los países a donde se emigra y para poder tener un acompañamiento que le permita al colombiano sentirse apoyado y no tan solo, como sucede en la mayoría de los casos. Ser colombiano en el exterior se define por ser un grupo de personas trabajadoras, que quieren un mejor futuro para sus hijos, pero que seguro nunca se hubieran ido de Colombia si el país no tuviera un sistema en donde se expulsa a los colombianos porque nuestro país no puede brindarle oportunidades a su propia gente. El colombiano en el exterior es un migrante que es un profesional en hacer sonreír, en hacer sentir bien a los demás, pero sobre todo en hacer sentir orgullosa a Colombia de los logros que en Colombia no pudieron alcanzar.
Entonces, dicho esto, ser colombiano en el exterior es generar desarrollo a un país que tanto lo necesita, aportar más de seis mil millones de dólares a la economía del país, es ser colombiano por encima de todo, porque a pesar de que nos fuimos, seguimos siendo colombianos, y ese lazo tan importante sigue vivo porque donde quiera que allá un colombiano, se siente la pasión de un país que quiere ser más que una serie de narcos en la tele y que quiere gritarle a Colombia que no somos foráneos, que no hemos perdido nuestra cultura y mucho menos nuestro arraigo, que somos colombianos y queremos que nuestra lucha, dedicación y contribución al país sea reconocida porque es claro que la diáspora colombiana genera desarrollo, y a veces un desarrollo tan perdido porque nuestros políticos están más preocupados en buscar inversores de otros países cuando tienen en sus narices un capital humano que puede impulsar grandes proyectos de desarrollo en Colombia.
Es hora de conocer quiénes son los colombianos en el exterior y cerrar la brecha entre quienes se fueron y quienes están en Colombia. ¡El momento de visibilizar a la diáspora ha llegado!
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