Es muy importante mantener una buena relación con los suegros, dentro de lo posible; pero cuando la pareja se casa, debe tener mucho cuidado con los límites. Hay gente, sobre todo suegros y suegras, que no lo entienden. Quieren meterse en la nueva pareja y opinar sobre su vida y los nietos, sin que nadie les pida criterio. Y además, crean muchos conflictos porque viven peleando.
Nunca pelee con su suegra. Su marido puede hacerlo con su mamá, o viceversa. La suegra o el suegro pueden pelear con su hijo, pero ellos se arreglarán, normalmente se arreglan. Es muy raro que sean enemigos la vida entera, porque eso no es sano. Pero usted sigue siendo una extraña para su suegra o suegro.
Pasará mucho tiempo de buena relación —si usted lo logra—, para crearse un vínculo de verdad, donde quizás pueda acercarse y ser un poco más sincera. No es tan fácil, porque casi nadie sabe lo más importante para mantener una buena relación como suegro o suegra. Número uno, no debe opinar si nadie le ha preguntado. Número dos, debe mantenerse al margen de lo que pasa en la pareja, a menos que le pregunten, le pidan ayuda o se acerquen a comentar lo que está pasando.
Todo lo otro se verá como que usted es un metiche y se está metiendo en algo muy delicado: la relación de un hombre y una mujer, o de dos hombres o dos mujeres, dependiendo de su orientación.
Usted debe mostrar respeto, porque nadie debe opinar en una relación de pareja. Ahora, si le piden opinión, cuidado con lo que dice. No sea demasiado sincera o clara, trate de explicar las cosas de una manera suave, respetando a ambos y provocando que se lleven mejor. O sea, si su suegra le dice algo que a usted no le gusta, escúchela, manténgase tranquila, respire profundo.
Si usted no está de acuerdo con lo que le han dicho, exprese su opinión, pero jamás la acuse de ser “una metía o equivocada”. Sea diplomática, piense que esa relación (se supone) debe durar toda la vida o todo el tiempo que usted esté casada.
Si tiene hijos, tenga mucho cuidado, porque si empieza a pelear y a tener problemas con los suegros, eso afectará también a los nietos. Los niños quieren a sus abuelos, pero también a sus padres, y ninguno estará contento de que usted —la suegra—, hable mal de su mamá, pelee o la critique delante suyo. Mucho cuidado. Mantenga una relación agradable, respetuosa y con límites. No se meta donde no la llaman.
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