GLORIA GÓNGORA
Especial
Actualmente es muy común la práctica de comprar a precios por debajo del mercado, arreglar y luego revender para sacar una ganancia
GLORIA GÓNGORA
Especial
A la hora de planear como desarrollar un portafolio de inversión, una de las herramientas fundamentales es tener un prestamista privado, especialmente si no se dispone de una cuenta bancaria con varios ceros a la derecha. Además tener una lista de inmuebles por comprar a buen precio, aunque en algunos casos necesiten reparaciones. Es en ese momento cuando tener un proveedor de recursos marca la diferencia para crecer.
Con seis décadas de experiencia en el mercado de la finca raíz, George Michael Schweitzer sabe y conoce del negocio. A sus 83 años de edad sigue activo en su compañía, que no solo se dedica a los préstamos, también tienen una división para administrar casas y edificios. Por si esto fuera poco, es socio fundador y vicepresidente de la junta directiva del Biscayne Bank. Con el paso del tiempo, él ha visto como muchos inversionistas han surgido, otros se han quedado en el camino y cómo ha evolucionado la ciudad.
Durante 20 años estuvo vinculado a una compañía nacional de préstamos con base en Miami, que ofrecía dinero con intereses altos a personas con mal crédito. Hasta que en 1973, decidió darle un vuelco a su vida, dejo de trabajar para otros y abrió su propia empresa en sociedad con su amigo abogado, Sheldon B. Palley. Inicialmente, compraban propiedades para ellos a unas tasas de interés del 10% que en esa época eran muy altos, porque los bancos prestaban al 1 o 2%. , fue adquiriendo su portafolio de inversiones y comenzó hacer préstamos hipotecarios para otros inversionistas.
A su juicio, un inversionista inteligente debe hacer mucho trabajo de investigación porque cada propiedad es diferente. Es necesario comprar a un precio por debajo del mercado, porque hay que invertir para que el inmueble esté en condiciones para ser rentado. Scheitzer se ha especializado en los llamados “distressed neighborhood” o zonas donde hay un alto número de unidades en short sale y foreclosure. En esas área, el conoce al tipo de inquilino, lo que ellos pueden pagar de renta, los costos para mantener las unidades y habilitarlas luego de que alguien se mude. Aunque el riesgo es alto, asegura que la recompensa es mayor.
La fórmula del éxito
Mientras que los bancos deben seguir regulaciones federales, requieren survey, appraisal, inspecciones, revisan el crédito del cliente y verifican su capacidad de repagar la deuda, con los prestamistas privados quien debe calificar es la propiedad. Por ejemplo, para un inmueble que cuesta $100.000, pueden ser aprobados $50,000. Schweitzer asegura que en la mayoría de los casos puede tomar la decisión sin tener que “levantarse de la silla” gracias a su conocimiento de la ciudad y a la tecnología. Para determinar cuánto pueden prestar sobre una casa, no revisan el crédito personal, solo les interesa que tenga equity.
Actualmente es muy común la práctica de comprar a precios por debajo del mercado, arreglar y luego revender para sacar una ganancia, pero ¿cuál ha sido la fórmula que ha funcionado para un veterano investor como Schweitzer?
Él ha comprado y conservado las propiedades que afirma le producen dinero gracias a las rentas que recibe mensualmente. A lo largo de los años, la economía americana ha tenido sus altas y sus bajas, los gastos han subidos, pero también el valor de la finca raíz. Aunque es un negocio donde no hay garantías y hay riesgos, esa fórmula le ha funcionado y le ha permitido ser exitoso. Explica que en un principio, los jóvenes trabajan por el dinero, pero luego hay que lograr que el dinero trabaje para uno, así como lo ha hecho él.
Schweitzer considera que el negocio de la inversión en bienes raíces es como un juego de golf, “tenemos la bola y debemos lanzarla de acuerdo a la posición donde esté para que entre en el hoyo”. No siempre es fácil, a veces es difícil. Lo importante es jugar de acuerdo a cada situación para poder hacer hoyo en uno y ganar. Una semejanza que deberíamos aplicar no solo en los negocios sino en todos los aspectos de nuestra vida.
LEA TAMBIÉN: