MIAMI.- REDACCIÓN
MIAMI.- Los motivos por los que el régimen de Venezuela ha pagado una página en el diario neoyorquino.
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Óscar López Rivera. Éste es el nombre del preso político que Nicolás Maduro pedía liberar a Washington en su ya famoso anuncio pagado en la edición dominical del pasado fin de semana del diario New York Times.
Pero antes de pedir la excarcelación de lo que él considera un perseguido por sus ideas, debería mirar dentro de sus propias fronteras y atender a su propia opinión pública: según un sondeo de la encuestadora independiente Instituto de Análisis de datos Venezolano (IVAD) de finales de agosto, la inmensa mayoría de los venezolanos considera a Leopoldo López como un preso político.
Más de siete de cada 10 encuestados tiene esta opinión del líder de Voluntad Popular, mientras que un exiguo 19,9% cree que no lo es. Pero este dato no es el único al que debería prestar atención Nicolás Maduro antes de decidirse a volver a contratar publicidad en diarios extranjeros (que según las tarifas que aparecen en el Media Kit del diario neoyorquino ha podido llegar a costar cerca de 300.000 dólares).
En esa misma encuesta, los venezolanos lanzaron un mensaje muy claro contra su administración: dos tercios manifestaba su desconfianza en su Gobierno, lo que implica que tienen muy poca o ninguna confianza en que precisamente sea Maduro y su Gobierno los que puedan hacer que Venezuela haga frente a todas las dificultades que enfrenta.
Motivos para preocuparse
Más datos que no va a poder ocultar con páginas pagadas en Estados Unidos: el 77,3% estima que la “dirección en la que van las cosas en Venezuela” es errónea.
La inusual campaña propagandística iniciada por Maduro se produce cuando diversos estudios muestran que su aprobación y popularidad están en caída libre mientras que, por el contrario, las de Leopoldo López, encarcelado desde febrero, no han dejado de aumentar.
De hecho, en el mes de julio, y según otro sondeo de Datanálisis, la diferencia entre la aprobación de la gestión que daban los venezolanos al sucesor de Hugo Chávez y al líder de Voluntad Popular era de 10 puntos: 45,1% para Leopoldo frente a un 35,4% que obtenía Maduro. Pero ésta no es la única conclusión que se podía extraer de los datos de la encuestadora.
Si se analizan bien, Leopoldo López se establecía como el líder político cuya aprobación conseguía una mayor aprobación, por delante de Henrique Capriles (al que superaba en más de cinco puntos) o incluso a la Mesa de Unidad Popular, a la cual los venezolanos calificaban con un 38,4%. Para más dolor del defensor del Socialismo del Siglo XXI, los venezolanos suspendían tanto al Gobierno y sus ministros como al PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), que se quedaban con niveles de aprobación que no alcanzaban ni el 25%.
Más doloroso tuvo que resultar incluso para Maduro (y de ahí la campaña iniciada desde la tribuna de las Naciones Unidas) el saber que si las elecciones se hubieran celebrado el domingo siguiente, los electores le habrían dado la espalda, independientemente de quién hubiera sido el contrincante presentado por la oposición: Capriles o López.
En un virtual enfrentamiento con el gobernador de Miranda, la diferencia de votos hubiera sido de aproximadamente nueve puntos (34,3% del oficialismo frente al 43,4% de Capriles). Si por el contrario hubiera sido posible un enfrentamiento electoral entre López y Maduro… la diferencia de votos hubiera sido incluso mayor: 12 puntos.
Con estos datos, no es raro que el Gobierno de Venezuela siga pensando en gastar más dinero en campañas publicitarias. Aunque en todo caso, hasta ahora parece que no surten ningún efecto.