MIAMI.- JESÚS HERNÁNDEZ
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MIAMI.- Peñalba López cuenta con una atractiva oferta de vinos que conquistan el paladar
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Entre las más de 280 casas productoras de vino que conforman la zona vinícola Ribera del Duero en España, mencionamos la bodega Peñalba López, ubicada en la finca Torremilanos, en la provincia de Burgos, que cuenta con una atractiva oferta de vinos que conquistan el paladar.
“La bodega fue fundada en 1903 y desde entonces ha evolucionado hasta alcanzar estos maravillosos vinos que producimos hoy”, manifestó a DIARIO LAS AMÉRICAS Pilar Pérez de Albéniz, propietaria de la casa productora, durante una presentación especial en el restaurante El Carajo en Miami.
Estos vinos, conformados por tintos, blancos, rosados y una exquisita cava, suman hoy 15 variedades que llaman la atención.
“Contamos con 200 hectáreas de viñedos, donde cuidamos la tierra y las viñas con los métodos tradicionales. Somos una bodega ecológica. Esto permite hacer un vino muy especial que gusta mucho”, señaló.
Entre los tintos sobresale Torre Albéniz, hecho con uva tempranillo y blanca del país, que es sometido a 24 meses en barrica de roble francés y cuenta con tan sólo 15% de alcohol.
“Es un vino de intenso color y con un aroma que expide sensaciones torrefactas, minerales, especiadas y florales que van muy bien con asados de carne roja”, destacó.
El blanco estrella, llamado Peñalba López, destaca por su buqué que denota olores a pera, miel y flores blancas, además del sabor, igualmente dado por los componentes antes mencionados, que sirve para acompañar prácticamente cualquier comida.
La cava, el vino blanco espumoso que es originario de Cataluña, encontró tierra fértil en Burgos, precisamente en Torremilanos, para ofrecer un atractivo color amarillo verdoso que ostenta una sutil burbuja y acidez que aporta frescor. Es un buen vino que sirve para acompañar pescados, mariscos e incluso postres.
“Nuestra tierra es pedregosa, de canto de río, por allí paso el río Duero hace miles de años, y ese atributo, junto a nuestra forma de producción ecológica, no permite hacer una cava de calidad”, subrayó.
Asimismo, Pérez de Albéniz recordó que la finca Torremilanos cuenta con un salón para la cata de vinos, así como un inmueble de 38 habitaciones que recibe a los visitantes que quieran pernoctar en la zona y conocer los viñedos.
“Todos quedan encantados con la visita. Es la mejor manera de aprender, a primera mano, el mundo infinito del vino”, concluyó.
Consulte el portal TorreMilanos.com para obtener más información.