miércoles 20  de  marzo 2024
ENTREVISTA EXCLUSIVA

Pedro Álvarez: “En Cuba no habrá cambios políticos inmediatos”

MIAMI.- Pedro  Álvarez, exviceministro cubano de Comercio Exterior radicado en EEUU, anticipó el acuerdo entre ambos Gobiernos hace dos años

MIAMI.- ILEANA LAVASTIDA

@IlianaLavastida

Pedro Álvarez, el funcionario cubano de más alto rango que logró escapar del régimen en el último lustro, se anticipó hace dos años a predecir el restablecimiento de las relaciones comerciales y diplomáticas entre Cuba y EEUU, durante una entrevista exclusiva con DIARIO LAS AMÉRICAS, donde ofreció sus primeras declaraciones públicas, después de haber desertado del régimen de La Habana.

“El momento de propiciar los cambios en Cuba es ahora. Es absurdo esperar que concluya la era de los hermanos Castro, hay que hacerlo ya. Pero la clave para conseguirlo no son las presiones, sino propiciando un contacto pueblo a pueblo. De esta forma los cambios se producirían de abajo hacia arriba”, fue la sentencia hecha por Álvarez a principios de 2013, poco antes quizás de que EEUU y Cuba dieran inicio al diálogo secreto que concluyó con el anuncio hecho la semana pasada.

“El presidente Barack Obama, desde su función al frente del poder ejecutivo puede compulsar acciones que respalden a los cubanos para que actúen”, dijo en aquella ocasión.

Y es que las destrezas de Álvarez como negociador propiciaron durante una década (1998-2009) que EEUU se convirtiera en el quinto socio comercial de Cuba, a pesar de la ley de embargo.

Durante ese tiempo, desde sus funciones como presidente de la empresa Alimport adscrita al Ministerio de Comercio Exterior, Fidel Castro le confió a Álvarez el intercambio comercial con el irreconciliable enemigo político del norte.

Según su experiencia, ante la imposibilidad de obtener crédito, Cuba compraba principalmente alimentos en EEUU y los pagaba en efectivo.

“Los recuerdo como los 10 mejores años de mi carrera”, dijo el exfuncionario en su primera entrevista. Por eso ahora y para ratificar  su punto de vista dijo nuevamente en carácter de exclusiva que “el resultado de las conversaciones entre ambos Gobiernos es un beneficio para los dos pueblos” [cubano y estadounidense].

Sin cambios drásticos

Sin embargo, aunque es partidario del impacto positivo de la normalización de las relaciones que durante más de 50 años han parecido imposibles, el hecho de conocer desde dentro la naturaleza del régimen cubano le permite asegurar que “estos cambios no necesariamente conducirán a una transformación política, porque el Gobierno de Cuba no hará nada por imposiciones”.

Precisamente sobre la esperada apertura que partidarios de la nueva estrategia anunciada por EEUU han visto como algo inminente, el gobernante Raúl Castro durante su última comparecencia en la Asamblea Nacional (Parlamento Cubano), dejó sentado qué se puede esperar.

“Cuba no va a renunciar a las ideas por las que ha luchado durante más de un siglo”, dijo el general de ejército frente a una audiencia en la que estaban presentes los tres espías convictos recién liberados por EEUU tras el canje hecho por un contratista estadounidense que Cuba mantuvo arrestado cinco años.

En el encuentro de los parlamentarios cubanos que aprobaron por unanimidad la normalización de las relaciones con EEUU, también se encontraba presente Elián González, por cuya devolución a Cuba siendo niño después de que la embarcación en la que escapaba con su madre del país naufragó, el Gobierno de la isla dio inicio a la llamada batalla de ideas en medio de la cual desató varias olas represivas contra la disidencia interna.

Para Pedro Álvarez,  “la llamada telefónica entre Raúl Castro y Barack Obama marcará un antes y un después en la historia”.

“Hace más de medio siglo que este tipo de conversaciones no se producía. Durante estas cinco décadas, el bloqueo de Estados Unidos a Cuba, no logró ninguna concesión o cambio en la política del Gobierno, sin embargo, sí ha traído muchas dificultades al pueblo y división entre cubanos y estadounidenses. También afecta los intereses de los productores norteamericanos que todos estos años le han cedido el espacio en el comercio, el transporte y la tecnología a los países de la competencia”, argumentó y reiteró la exhortación que hiciera hace dos años: “si la llamada Guerra Fría y la ley de embargo no trajeron cambios en Cuba, es evidente que hay que modificar la táctica y la estrategia”.

Lo que viene

Álvarez, que prefirió desde su llegada a EEUU mantenerse alejado de los escenarios públicos [“porque prefiero estar tranquilo”], asegura que el Congreso de Estados Unidos, donde tiene “amigos”, “tomará en cuenta los beneficios que representa para su pueblo el comercio con Cuba, a partir de la eliminación del embargo”.

Esta opinión desmiente las predicciones de quienes aseguran que el Congreso de mayoría republicana que tomará posesión en enero echará por tierra las decisiones de Obama y tampoco tiene en cuenta que los legisladores cubanoamericanos han señalado como inconsultas e infractoras de la ley las medidas anunciadas por el Presidente.

“Respeto a quienes rechazan estos acuerdos pero estoy seguro de que los pueblos de ambos países sí los apoyan. Esto pasará a la historia como uno de los acontecimientos más importantes de este siglo, por lo cual el presidente de EEUU merece todo el reconocimiento”, opinó.

Paralelo a estas previsiones optimistas, el Parque José Martí de La Pequeña Habana en Miami acogió este sábado a cientos de exiliados, acompañados de líderes de la disidencia interna, de visita en Miami, que denunciaron las decisiones de Obama como un acto de traición a la causa de la libertad.

El futuro

Sobre la hipótesis de que con su participación, relaciones y conocimiento, podría facilitar que el intercambio comercial entre Estados Unidos y Cuba se sistematice, Álvarez respondió que “la vida dirá si a mi edad volvería a trabajar en algo así, pero ya tengo 71 años, me sentiría satisfecho solamente si esos acuerdos avanzan”.

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