domingo 24  de  marzo 2024
RETOS

VIDEO: El destino de Miami es crecer hacia arriba

La ciudad será un gran conglomerado urbano de torres inmensas y diversas actividades económicas, pero los desafíos son también gigantes, como las soluciones del tráfico y la infraestructura

Para algunos residentes, visitantes o turistas en Miami, una zona importante del distrito financiero de Brickell y una porción del centro, o downtown, son el caos. Edificios en construcción en varias manzanas a la redonda, calles parcialmente cerradas, tráfico, polvo, desorden.

La pregunta que muchos se hacen es qué tipo de vida se podrá vivir en un área rodeada de edificios gigantescos y centros comerciales, con una densidad de población que, en apariencia, no estaba planeada para una zona con calles estrechas, sin posibilidad de ampliación.

“Éste es un crecimiento proyectado a 20 años vista, que ahora está teniendo un pico muy importante”, afirmó a DIARIO LAS AMÉRICAS Francisco García, director de zonificación de la ciudad de Miami. “Es cierto que antes de que se pueda construir, la zonificación debe estar presente, porque establece la capacidad de desarrollo”, añadió García para explicar que las construcciones de esta nueva ola se da sobre una zonificación que fue establecida, por lo menos, hace más de 20 años.

Por lo tanto, este proceso no se ha dado de manera espontánea, aunque el gran motor no es la planificación, sino la dinámica de los mercados. Ellos, en este momento, están imponiendo el ritmo de construcción: “Se va edificando según dicten los mercados y las pautas del desarrollo. Y las construcciones siempre corresponden a la zonificación, ésta tiene que estar en su lugar antes del desarrollo”, explicó García.

Todos al mismo tiempo

Los grandes proyectos que hay en este momento en las zonas de Brickell y downtown se están desarrollando de manera simultánea.

Eso sin duda ha impactado la vida cotidiana de los residentes y de quienes trabajan en la zona. Y preocupa cómo reaccionarán las autoridades para construir la nueva infraestructura que requerirá  este nuevo empuje de la industria de la construcción.

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De acuerdo con García, nunca se da la situación ideal de conocer todos los proyectos  de antemano “y compaginar las obras de manera que el impacto se disminuya o sea mínimo”. Se dan ciclos, y en este momento es favorable para que se “materialice la inversión de todos los capitales en una zona predispuesta para el desarrollo”, subrayó el director de zonificación, quien consideró que las circunstancias actuales son “propicias para que exista una gran cantidad de desarrollo de una zona que siempre se ha planteado como urbana”. 

Cambio de vida

Por lo tanto, el destino de Miami, si sigue la tendencia actual, es de convertirse en un centro urbano, es decir, de crecimiento vertical.

Las grandes ciudades del mundo se han enfrentado al mismo desafío de cómo crear nuevas alternativas de transporte público, de áreas recreativas, de ampliación de los servicios de agua y alcantarillado. Además, el gran rasgo que define esas áreas son los trancones, la dificultad de transitar por las calles.

Y en parte eso se debe a que hay un desfase entre el avance de las edificaciones y la construcción de nueva infraestructura. Miami se ha ido desarrollando, hacia el oeste, en áreas suburbanas, con unidades unifamiliares y eso, según García, es un modelo ineficiente y costoso: “Para cada casa hay que establecer más millas de vías, de transporte público, de infraestructura y suministro de aguas”. En ese sentido, la construcción vertical es más eficiente y sostenible.

Crecimiento eficiente

Y cuando se habla de sostenible, desde el punto de vista de urbanismo, es la “proporción a la huella del desarrollo, su capacidad de acoger a un número óptimo de habitantes, el aumento de eficiencias para desarrollar una infraestructura lo más eficiente posible”, explicó García.

De acuerdo con Juan Carlos Arteaga, subdirector del Departamento de Acueducto y Alcantarillado del Condado Miami- Dade, en el área de Brickell no hay problemas para el suministro de agua, así haya aumento en la demanda futura. Pero para el tratamiento de aguas negras sí están construyendo una central de bombeo en previsión, precisamente, para el crecimiento en la densidad de población de los 28 proyectos que se construyen en Brickell y downtown.

Dicha central está en un 30% de su construcción. Y para el mes de septiembre, de 2016, estará terminada esa estación, clave en el desarrollo del alcantarillado de la zona.

Al final de todo el proceso actual, calculado para que se termine en un lapso de cinco años, lo que se habrá creado es la ampliación y consolidación del casco urbano de Miami, “un sector muy interesante, sostenible, de muy buen vivir”, acotó García.

Por otra parte, señaló que uno de los éxitos más palpables en los últimos cinco años de desarrollo de edificaciones, es que en la zona de la segunda avenida, en el límite con Brickell,  hay un 90% de viviendas para personas de recursos limitados, es decir, 2.000 unidades comprometidas para familias de bajos recursos. “Es un éxito porque hay gente que puede residir y buscar empleo en esta zona, tiene el transporte resuelto, son las simbiosis que estamos buscando”, recalcó. 

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